"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

lunes, 2 de enero de 2012

Cena de Nochevieja


Nunca supo si felicitarlo o ignorar todo lo sucedido puesto que lo ocurrido entre el minuto uno y el minuto cinco de aquella historia necesitó el feedback de su humillación para completarla. A pesar de su carácter extraño, sujeto a inesperados ataques violentos montando en cólera y gritando, aquella Nochevieja le prometió que se comportaría con prudencia y cordura. Durante la cena en la que el vino fue abundante, acabó por golpear los puños cerrados sobre la mesa dirigiendo todas las miradas hacia su rincón. Las cortinas del ventanal del salón estaban corridas y el reflejo de la luna descansaba sobre su espalda. Como si la propia luna le hubiera inyectado una dosis iracunda y sin lograr entender el motivo de su furia, súbitamente se incorporó llegando a las manos con uno de los invitados que se encontraba en su misma mesa, tumbándolo de un puñetazo. El hombre al caer tropezó con la tabla horizontal percutiendo su cabeza contra el borde de la silla. El impacto fue mortal y el invitado murió en el acto. La primera reacción por parte de todos los comensales fue de una parálisis absoluta ante la incredulidad de que realmente aquel hombre hubiera fallecido. Después de comprobar el estado del cuerpo que yacía tendido en el suelo, él movió ficha: caminó de espaldas con la vista puesta en todos los asistentes que atendían al difunto a la vez que movía los brazos intentando desasirse y desprenderse de los miembros que intentaban retenerlo, hasta tropezar con la barra libre que lo esperaba como un muro aspillado. Sus articulaciones no dejaron de moverse hasta que sujetó con fuerza una botella de whisky con cuello estrecho que en un acto reflejo acercó a su boca, bebiendo de ella. De inmediato, se desplomó a la vez que sus manos sujetaban su cuello con fuerza. La maniobra de Heimlich habría desobstruido el tapón de la botella alojado en su garganta.

21 comentarios:

  1. Con textos así da gusto comenzar un nuevo año.

    Bss.

    ResponderEliminar
  2. Ese tono de novela negra, en relato corto.
    Ese señuelo que invita a picar el anzuelo.
    Como en cada ocasión, no me atrevo a pensar
    que un día no te pudiera encontrar, escondida tras
    tus jeroglíficos y tus encíclicas.
    Es una delicia leerte, no quiero ni pensar qué podría ser escucharte. Beso de año nuevo, con mis labios de estreno.

    ResponderEliminar
  3. ¡Feliz año nuevo Esilleviana!

    La cena de nochevieja me parece que está muy bien escrito. Cuando quieres nos dejas un buen relato, con menos experimentos lingüísticos y mas narrativa.
    En mis viajes en tren de estas navidades voy leyendo Relatos de Cheever, que tú me devolviste con uno de tus escritos.

    Muchos besos amiga!

    ResponderEliminar
  4. Hay la hostiaaaaaaaa...me imaginaba al tio ese a lo Darth Vader, desenfundando el sable (láser) mientras con la otra mano y a distancia iba dejando a los demás cual pajaritos disecados.
    O quizá que la Luna lo transformara en hombre lobo y se liara a "mordiscos" con una vampirita imponente, vestida de noche y con los labios de un rojo chillón que lo flipas (mientras los demás hacían la ola)

    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Te he dicho muchas veces que las retroalimentaciones deben ser positivas y la humillación no lo es. Y de ahí se derivan las muertes, aunque me habría gustado estar presente para oir ese sonido de la cabeza contra la tabla: qué muerte más sonora...

    ResponderEliminar
  6. (hubo un tiempo en que no se quién se dedicó a mandar por correo electrónico la famosa maniobra...).

    ResponderEliminar
  7. Cena accidentada! Demasiado trágica, con muerto incluido. Salvando las distancias (y sin muerto) no es la primera cena de navidad o de nochevieja en la que los comensales mal avenidos la lían y termina la historia de mal rollo.

    Bss.

    ResponderEliminar
  8. :)
    Menuda pieza!!!
    Estos cascarrabias de tres al cuarto no deberían salir de casa ni en Nochevieja.
    El final, lo bordaste.
    Feliz entrada de año, Esi.
    Besos.

    ResponderEliminar
  9. Varias cenas acaban trágicamente en esas fechas, y no siempre abundan las explicaciones. Debe ser la sensibilidad que aflora y se vuelve incontrolable. Proclamo la inocencia de la luna.

    Feliz año.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  10. Hostia, nena, da para corto. Es de las cosas que más me han gustado de lo que te he leído, modo 'va en serio' on. No te acostumbres a mis halagos, pero hoy los mereces.

    Petons.

    ResponderEliminar
  11. Vaya... últimos instantes cuando apenas nacido el año... y por partida doble.

    Supongo que en otra parte, y esa misma noche, un par de recién nacidos habrán traído bajo sus bracitos los consabidos panes de alegría...

    ResponderEliminar
  12. noches de ánimos caldeados y de espíritus inquietos, no me refiero solo a la de esta escena sino en general. Soy observadora y este año especialmente noté esas sensaciones en algunas personas con las que he compartido estas cenas. Como queriendo sacarse de encima todo lo negro de un 2011 que hizo lo que pudo, que bien o mal fue lo que pudo hacer

    en tu cena hubo un muerto, en la mía no, al menos no lo hubo literalmente pero por momentos sentí que algunos sueños incumplidos murieron en el ultimo segundo de la nochevieja

    linda, te dejo un beso enorme y te digo que a lo largo de tantos posteos, muchos de ellos fueron realmente excepcionales y disfrutables al maximo por mí. Hubo otros que superaron a mis neuronas, pero siempre lo digo desde lo personal y no como crítica, soy de las que piensa que tiene que haber un emisor que propone y un receptor preparado. Bueno, hubo veces que me faltó un poco de eso

    beso enorme

    ResponderEliminar
  13. No me extraña que las cenas de Navidad, puedan terminar con tal monto de violencia, cuando se hacen por cumplido. Ahora por mas maniobra, un vidrio alojado en la garganta es difícil. Pero tan difícil como otras situaciones que van matando con muchas mas maniobras.

    Buen comienzo de año.
    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  14. Estupendo relato para comenzar...o para terminar.
    El final es de aplauso.
    Feliz 20
    12
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  15. Muy bueno!

    Son cosas que pasan hasta en las mejores familias, ja!

    Abrazo de año nuevo.

    :D

    ResponderEliminar
  16. Y a mi que me ha parecido una metáfora... con el muerto, el año que acaba, y el que muere con el tapón, de muerte súbita, un año que no comienza por los atracones en estas fechas. Saguro que no es así, pero... me ha dado por imaginar.

    De todos modos, me ha gustado mucho tu relato.

    Un abrazo.

    Y Feliz Año 2012

    ResponderEliminar
  17. Pobre hombre, ¿nadie le puso un hielo en la boca en su ultimo trago?

    Un saludo, me gusto.

    ResponderEliminar
  18. Menos mal que existe el wishky...

    ResponderEliminar
  19. ¡¡Ostras, qué bueno!! :)

    abrazos:)

    ResponderEliminar
  20. Algunos simplemente deberían de vivir en zoológicos. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  21. Está por demás claro, el alcohol es mortal...

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar