"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

domingo, 24 de febrero de 2013

Último domingo

Hopper
El último domingo de febrero a favor del aire, sonrío y lloro mientras veo Cinema Paradiso, a la vez que observo el campo lleno de paseantes y pescadores desconocidos con cara de lunes madrugador. Es cosa de los domingos por la tarde que las palabras absorben las radiaciones nostálgicas del alma emitidas desde el reclamo del visaje de las sirenas. De este modo continúan escapándose palabras de los dedos, entretanto la garganta se abrasa con un suave diseminado moca de Arabia hasta descubrir el amuleto sobrenatural. En medio de las preocupaciones y los quehaceres de mayores aparece la necesidad de protección y, las palabras siempre están cerca, nunca cambian de lugar ni desaparecen con la luna o el sol. Elegir el talismán o la imagen salvadora al amparo de la unión de letras con significado auxilia las tardes de los domingos y todas aquellas ocasiones en el que la contingencia hace inaccesible disponer de momentos mágicos, logra que el final del invierno se sienta cada vez más cerca. Las palabras son como "un objeto protector que construyen un sistema de defensa ante un medio temible y hostil".

jueves, 21 de febrero de 2013

El funambulista

Raquel Bullón Acebes

Allí arriba a 90 metros del suelo, sintiendo el calor en sus mejillas, deliró al constatar como sus piernas hinchadas permanecían fijas sobre el alambre mientras el viento alejaba el miedo hacia el horizonte más distante. Con la barbilla erguida, la funambulista atravesaba la inmensidad del cielo bajo el manto de las letras minúsculas, las mismas que empleaba constantemente para suavizar el tiempo de lunación hasta la llegada de la siguiente luna llena. Mientras, hacía toda clase de ejercicios: caminaba hacia atrás o a la pata coja, con los ojos cerrados, hasta llegaba a sentarse, arrodillarse o acostarse sobre ella. En ocasiones, su vista borrosa conseguía que desperdiciara la panorámica que le ofrecía aquella visión, olvidando el vuelo que despilfarraba su cuerpo por encima del cable. Alcanzar las nubes dependía enteramente de su propio equilibrio. Solo necesitaba prorrogar sus pasos para seguir marchando y desplazarse entre montañas, volcanes, torres y acantilados.

domingo, 17 de febrero de 2013

Diseño de palabrería

“El Borrón” Tom Neelyir 

Buscaba crear historias, como los organismos vivos, mezclando un cúmulo de papeles, desgracias y suerte yuxtaponiendo el tiempo y el lugar menos oportuno. Para ello comenzaba con hipótesis alternativas: arriesgar la escritura con ideas y retazos de una memoria fotográfica, destacando con detalles secundarios hasta progresar con elementos contiguos, basado en un pensamiento rápido y automático. Continuaba con cálculos de verbos y sustantivos a modo de llamaradas entre las operaciones y procedimientos con adjetivos, adverbios y conjunciones hasta transformar un razonamiento lento y deliberado. No perdía de vista que el lenguaje está lleno de fallos, de dobles intenciones y significados, por lo que solía construir frases desordenadas sobre todo porque cuando surgía un conflicto prevalecía la inquietud emocional frente a la racionalidad. Así llegaba a un texto donde el 95 % de lo que expresaba no se encontraba del todo guisado. Los vocablos de corcho que flotaban de sus relatos estaban aderezados con trampas de la memoria, con caprichos en la forma personal e íntima de percibir y con emociones diversas, además del condimento de las deducciones y la lógica reblandecida. El resultado final quedaba lejos de la máxima de Confucio: “Saber lo que uno sabe que sabe y saber que uno no sabe lo que no sabe, ahí está la verdadera sabiduría”.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Propuesta de variante


No todas las aclaraciones y rectificaciones son semejantes al movimiento de las aletas que guía un misil. Hay motivos por los que varía el ángulo del chorro de escape de un objetivo, como por ejemplo: una corrección sobre el anuncio de nuevos despidos -¿improcedentes?- hacia aquellas personas que prestaron algún servicio o una aprobación en la nueva tramitación que parte de alguna iniciativa popular apoyando a la gran mayoría o bien, el estudio de una modificación parcial de la Ley de Tasas basada en un informe de la Defensora del Pueblo, pero el núcleo firme mana de un arroyo sin fondo. A veces, el proyectil brota con un sensor térmico que dirige al arma de fuego de frente, con un espejo sobre otro, para localizar el objetivo que se escapa de los gritos oriundos y autóctonos. Otras veces, es la mancha uniforme de un árbol seco que al mirarlo, una piensa severamente: "Ese árbol está definitivamente muerto, ya sería hora de que lo cortáramos para convertirlo en leña para el próximo invierno". Pero la bomba nunca llegará a explotar porque solo son acciones rehabilitadoras para calmar a la masa, un poco de humedad en sus labios sedientos, "esto demostrará al personal que hacemos caso de sus ideas, ya que de algún modo, ellos creen que se las pedimos. Esta técnica se ha convertido en una terapia contra el virus revolucionario." 

sábado, 9 de febrero de 2013

Aniversario

rulramirez

Cuando llega esta fecha te imagino improvisando una tea de pino para entrar en la cueva de la bodega del barco en el que navegas, aportando luz. Así celebras tu cumpleaños, desdoblando el mapa y extendiéndolo sobre la mesa para de inmediato, señalar con el dedo los puntos negros por los que has pasado. Felicidades, voz de poeta. Recuerdo que en esta semana cumples años y que, de algún modo, el viento empuja las palabras que forman la tela con la que envuelves el capullo de los recuerdos tejidos como si así lograras evitar el destronamiento del único paraíso que has conseguido crear. No inventaste la cualidad de los símbolos, pero tu mayor talento ha sido utilizar la brevedad de la alegoría en los sueños futuros. Y hoy, en este momento en el que mi corazón intenta juzgarte adecuadamente, vierto sobre ti este pequeño afecto en forma de azúcar o harina antes de que saltes y alguien te quite la tierra de debajo de los pies. No te pregunto si vives, solo te deseo felices días en los que se cumplen años de algo...

miércoles, 6 de febrero de 2013

Este jueves: Un segundo de eternidad


Los cinco primeros segundos los generó el baile de las perchas colgadas en el armario. Con los pies fuera de la cama, la sexta réplica del terremoto llegó sostenida por la convicción de que la eternidad dura 170 segundos. Mientras, miro con asombro como si de las sacudidas de unas maracas se tratara, de qué modo las paredes, el techo, la lámpara y la mesilla se blandían cual navaja en la mano de un atracador. Después de salir del asombro y comprobar que todo permanecía en su sitio, repasé los desperfectos del resto de la casa y de la calle que aparecía entre las ventanas rotas, encendí la radio que dio el queo de inmediato. Y de repente, la perennidad aplastó el número incierto y flotante de personas que fallecieron y otro tantos  de cientos desaparecidos, los edificios que se vinieron abajo, los puentes que se rompieron. En el mismo tiempo, recibo con resignación la cicatería del espacio duro sin principio y fin ante el reflejo de la tristeza en los escasos segundos en el que el suelo tembló.

Más segundos eternos en el blog de Cecy

sábado, 2 de febrero de 2013

Tarascada


Entre el acopio de trigo y la paciencia del presente, esta noche apareció el memento de silencios convertido en  un memorándum adrede como una mosca detrás de la sospecha de los viejos cuadernos manuscritos que guardo de ti y, de algún modo, me obligaron a bostezar "hasta salir a pedir de boca". Al descubrir parte del cajón desastre por el que entraba la luz del día y las gotas de lluvias, sentí de qué modo se extendía la picadura como si al desplegarse llegara a concentrarse en un punto intermedio de mi esófago. Tras comprobar el efecto de la mordedura tanto como la calina interior de mi estómago, opté por aplicar una compresa bien fría para reducir el aumento de temperatura. Aunque aquella especie de apósito tenía una mezcla casera de agua y amoníaco, lo cierto es que pese a todo, ese tipo de aguijonazo desvela  la sabandija que vive en nuestro interior, transformando a la persona racional, comprensiva y tolerante en un ser mosqueado, malpensante y delator que ve visiones, se agria y martiriza si no te tengo cerca. Es el amor que de vez en cuando pasa, dejando un pequeño picotazo.