"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

jueves, 31 de marzo de 2011

Desiderátum

                                     Malwina Matusiewicz. Casa de las Sirenas.




Con hambre y escasa valentía se atrevió a indicar a su preceptor, el laudo que añadía a la cuenta por la propina del servicio. Después de obtener una copia de la huella que él dejó al pisar el suelo de su cocina, columbró por la forma del platel de la entrada que su amistad se eternizaría, abreviando el espacio y el tiempo. Dado que nunca cenaron juntos, desarrolló una extraña sensación de necesidad de alimentos, sobre todo por las mañanas al  levantarse. En aquella extraña crisopeya se desenvolvió una apetencia exagerada, capaz de tragarle con ansia y apresuradamente, empuñando con la mano cerrada su capricho y objetivo. Ella fue solo un ligero apetito para él. Esas ganas de comer eran como una extención que se produce sin dolor y sufrimiento, mezclada con brea, pez, sebo y aceite usada para calafatear su mente. Y con esa apetencia, ella escuchó el canto del cisne que le profirió en su última comunicación, tal como un bioindicador señalando lo que debía proteger: su intimidad. De repente, dejó de interesarle. Con naturalidad, encajó la pena curtida del desabrigo de sus palabras transcritas en líneas de color verde, ahora que la ilusión halagüeña, transmutada a desiderátum retornaban. El quebranto lo regía: las manos que no volvería a sentir, la estridencia de sus arranques. Dando por perdidos los significados exactos, le resultó difícil expresar lo que pensaba, faltando palabras para declarar lo que le pretendía.

11 comentarios:

  1. La pena y la tristeza, son peligrosas. Uno se acostumbra a ellas, decìa Flaubert.

    Buena prosa.

    Un abrazo.

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  2. Complicada a veces, me cuesta encontrar tu esencia. Atisbo cierto lamento en las miradas que un día no se encontraron donde estaban acostumbradas a quedar media hora antes, ultimamente a la mañana, para tener mas luz...
    para no tener que esconderse de nadie. Y él
    expulsado del paríso, se sumió en una terrible parálisis.
    Tuvo que hacer acopio de fe para no robarle a ella el poco aire que le quedaba y darle un cierto espacio que le volviera a resultar inofensivo, intuitivo, exacto...respetuoso con los deseos de su dama a quien pasaría a venerar en la eternidad de la ausencia de su caricia certera y lenta...

    Qué lindo escribe, es usted un sol de los grandes....

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  3. y no cayeron lagrimas, y un poco de desidia encharco el cementado

    un petó

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  4. hummm canto de cisne a modo de despedida...

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  5. No sé qué es peor, el desamor o sentirse objeto.
    Dejar de amar o saber que nunca se ha sido el amor de nadie...

    Da igual, son tristes esas palabras, amiga. Hablan de desilusión y de vacío...

    abrazos de primavera :)

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  6. Querer y no poder, poder y no querer, dos que forman una pareja y lo ven de forma distinta, siendo entonces una no-pareja.

    La tristeza de lo que pudo ser es necesario superarla, aunque sea con un razonamiento tan pueril como:

    "agua que no has de beber, déjala correr"

    Te voy a contar un secreto con respecto a tus artículos. Al principio, yo los leía hasta 4 veces, porque con el dominio que tienes del lenguaje me perdía un poco. Cada lectura sacaba una conclusión distinta. Me di cuenta al poco, que lo mejor era leerte de una vez, y que lo que salga es la esencia, aunque no tenga que coincidir con la que tú hayas querido dejar, pero sé buscas eso, dejar esencia. Creo que me he explicado bien.

    ¡Buen fin de semana!

    (http://anapedraza.blogspot.com/)

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  7. "Ella fue solo un ligero apetito para él"

    Suele pasar, así como lo cuentas y al revés tambien. El desengaño o el sufrimiento viene cuando uno sólo quiere un aperitivo y el otro comer 1º, 2º y postre. Mala cosa para el que sufre, porque además de sentir el desamor, siente que fue solo un pasatiempo para el otro.

    Bss.

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  8. Las constantes ganas de comer hacen que las personas se atiborren de lo que más les gusta, para que luego, después de cierto tiempo, se harten de lo que una vez fue, su comida preferida. Un abrazo.

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  9. o sea, sobra el hambre pero faltan las palabras?

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  10. Interesante relato, difícil. Es cautivante. Diferente.

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  11. Extrañamente metafórica... a pesar de que sueles serlo.
    Salu2.

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