Bajo el pavimento y a lo Beverly Hills marino y andaluz, surgieron todas las ocupaciones que desplegó en los 20 fines de semana cuestionados. Sin embargo, no ha llegado a sacrificar los privilegios que ostenta, privándose voluntariamente de todos los bienes y beneficios que posee, acotando las reservas de todos los hechos y suprimiendo la retirada. A estas alturas ha quedado demostrado que el poder, el dinero, la autoridad se encuentran entre la barahúnda de documentos, de voces, palabras y hechos que desordenan las casas, complicando el agónico estado en el que se halla la opinión y el juicio de cada uno de nosotros al hincar las rodillas en el suelo. Se nos acabó la cuerda y ahora permanecemos petrificados ante el golpe, con los capilares rotos y el pavor del mutismo impuesto. Repudio la infidelidad de los juristas, el cinismo de aquellas personas que "ejercen funciones de gobierno del Poder Judicial con la finalidad de
garantizar la independencia de los jueces en el ejercicio de la función
judicial frente a todos". Si algo enseña la red es a no dejar de designar con el dedo la desfachatez y desvergüenza de los perversos, arrinconando a los que no dicen la verdad mientras continúan proporcionando información falsa por el gusto de distraer y engañar.
Hoy llueve todo el día
y el termómetro
marca fuera dos grados sobre cero.
Seguramente vale
la pena que la humanidad,
recorriendo a través de los siglos,
las abominaciones
y los millones de años luz en el camino
que lleva a la calefacción central
pueda ofrecer a un estornino
posado en la ventana, justo encima
del radiador,
los dieciocho grados del confort.
marca fuera dos grados sobre cero.
Seguramente vale
la pena que la humanidad,
recorriendo a través de los siglos,
las abominaciones
y los millones de años luz en el camino
que lleva a la calefacción central
pueda ofrecer a un estornino
posado en la ventana, justo encima
del radiador,
los dieciocho grados del confort.
I. Tubau
donde el hombre es parte y juez la balanza no tendrá vista ciega, será una siempre arreglada forma de compensar a algunos y mantener en ascuas a otros sin el equilibrio necesario
ResponderEliminarocurre en todos lados
pero se nota más en los que menos tienen
un abrazo y feliz fin de semana!!
hacía tiempo también que no venía
somos errantes letras por el pixel
Tengo poca fe en los jueces, más por la ley misma, que por ellos como personas, claro.
ResponderEliminarAbrazos
ESPAÑA=DESPELOTE
ResponderEliminarBesos y salud
la casa volverá a ser casa? nos servirá albinoni cuando la casa se cae?
ResponderEliminarabrazos, amiga* (y gracias)
Ojalá mi vida transcurra lejos de los juzgados como hasta ahora. Realmente me aterra la Justicia de nuestro sistema.
ResponderEliminarDecía Teilhard de Chardin que el Hombre es un ser crepuscular; un ser a medio camino entre las bestias y otra cosa que todavía no ha llegado según el orden que parece marcar la Evolución.
ResponderEliminarBien, un ser de esas características se debate entre las partes más elevadas de su espíritu (haciendo surgir la nobleza, por ejemplo) y las zonas más instintivas que lo ligan con la ley de la selva, aquella del más fuerte. Hacemos leyes a la vez que nos las saltamos, somos capaces de amar y de asesinar. Somos capaces, como especie, de sacar de la chistera a un Hitler y a un Gandhi.
Por lo tanto, yo no me extraño. Aunque lo aborrezca.
Un beso
Ya hemos comprobado que, después de ir a misa, hay jueces que, a nuestra cuenta, andan Di-var en bar
ResponderEliminargracias Lemaki (para mi sigues siendo lemaki) por volver, razón llevas, pasa que a veces uno ya no está para jugar a te doy te quito como los niños chicos en cuestiones de adultos, y más si en este pixel las palabras son las que edifican el puente, hay quienes con suerte te dejan un guiño, y ya me aburrí de eso, porque les veo en otros lados que hablan hasta por los codos jajaja
ResponderEliminarbesitos y feliz domingo
¿Seremos siempre los receptores de las mentiras? ¿No habrá alguna magia capaz de hacerles crecer la y que, al menos, se avergüencen ipso facto?
ResponderEliminar...
...
...
(mira que soy ingenua, ya se inventarían nuevos métodos)
Besos, Esi
...Lleva un buen rato tras el cristal. He abierto
ResponderEliminarla ventana pero no quiere entrar. No deja de mover
el pico emitiendo sonidos. ¿Qué debo hacer, Liz
Taylor? No sé ornitología, soy de letras y nací
en la ciudad. Cuando se vaya dentro de once minutos
no sabré si cantaba feliz o chillaba desesperado.
Ayúdame, Liz Taylor, tú que sabes de pájaros heridos
en Big Sur.
Me pareció justo completar el poema de Tubau... querida Liz.
Hola Esilleviana!!
ResponderEliminarAquí, allá y en todas partes, la justicia no es lo que debiera ser: ni justa ni ecúanime.
Beso grande!
RoB
justicia, por eso tiene los ojos vendados, para ser ecuánime. El problema son los corruptos que siempre se las ingenian para correrle la venda
ResponderEliminarLa justicia es una cosa café que viaja piojosa por las alcantarillas.
ResponderEliminarLa corrupción en este país esta bien impregnada en todas las esferas del poder.
ResponderEliminarEl otro día escuché una anécdota en la que un periodista americano le preguntaba a otro español:
¿En su país cuantos jueces han sido condenados?
Ninguno - contestó el español (actualizo que ahora ya hay uno justamente por investigar a corruptos)
Pues entonces en su país la justicia no existe - respondió el americano.
Esa es la realidad.
Un abrazo
Tan sospechosa es al verdad emanada de la justicia que la llaman "verdad judicial". La verdad no necesita apellidos
ResponderEliminarUn abrazo
Distraer y engañar... y mucho.
ResponderEliminarHabíamos perdido quizás la capacidad de pensar y cuestionar?
espero que no!
Besos abisales
Los medios de comunicación, tanto en papel como en pantallas pueden hundir, distraer o rescatar a su antojo. Besos.
ResponderEliminarEn el sistema de justicia no se imparte precisamente justicia sino compensaciones. Y la red ofrece un lugar propicio pra emboscadas, actuaciones y desapariciones.
ResponderEliminarBesos!
Se llevaron la justicia y nos dejaron la ley...
ResponderEliminarUna veradera lástima, un verdadero desconsuelo...
ResponderEliminarY el pueblo condenado como San Sísifo a seguir subiendo esa gigantesca roca hasta la cumbre del monte...
Súbela otra vez, San.
No se por que razón esto me parece todavía más intolerable. Si es que tal cosa fuese posible.A ver, de un político ya no me sorprende, parece que va con su adn, de un financiero sin escrúpulos, pues tampoco. Del especulador hasta se espera. Pero si el juez que ha de poner en su sitio a todos estos, veranea con ellos,mal vamos.Desolador. Saludos a ti, a esos otros ni me molesto.
ResponderEliminarUn bello torrente de palabras, para poner en solfa la dignidad de un jefazo amanerado y con olor a incienso, que menosprecia la inteligencia y la paciencia del resto de los mortales.
ResponderEliminar¿Que mundo es este que parece estar regido por indignos?
Un abrazo.
A pesar de todo, los que amamos la verdad somos más y mucho mejores, aunque unos pocos tengan la ilusión de que poseen el poder.
ResponderEliminarHoy te crecido conforme avanzaba el texto.
Un abrazo.
Un error común es pensar que las leyes o sistema legal como se le quiera llamar existen para proporcionar justicia (como concepto superlativo); en realidad tratan de dirimir los conflictos -así de frío-. Partiendo de dicho punto, se aprehende a desconfiar de todo (a fin de cuentas quien formula la ley y quien la trata de poner en práctica son simples humanos, lo que no justifica la depravación de su función trastocada por el vicio de todo tipo de favores), se evidencia la corrupción del sistema pues todo forma parte de una constante cadena, y se denota que la función ejercida se distorsiona en pos de la parcialidad que arremete contra los más "pequeños". La realidad es dura (más dura de lo que quisiéramos); pero la constante denuncia es necesaria para evitar cegarse ante quienes arengan la verdad sosteniendo un billete con la otra mano, y así lograr que ese repudio llegue a ser agente de cambio.
ResponderEliminarUn abrazo querida, un abrazo alejado de mi verborrea.
saben disfrazar todas sus mentiras para que parezcan verdades
ResponderEliminarun abrazo
Usted ha dicho, y a la vez, ha clavado con este cuchillo de palabras, en la llaga ardiente. Un abrazo.
ResponderEliminar"dura lex sed lex" ni de coña.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, me examiné este sabado y no espero sacar menos de un 8,5 así que doy palmas con las orejas.
Un beso
Ni jueces, ni leyes, ni creencias, ni nada...sólo el sol que sale cada mañana.
ResponderEliminarBesos, Esi
¡¡Repudio contigo!! y abomino de aquellos que deberían dar ejemplo según su fe y su alto cargo en todos los ámbitos sociales. El peso de sus conciencias caiga sobre ellos con la misma fuerza que mi desprecio.
ResponderEliminar¡¡¡No debemos permitir que nos sigan tomando por marionetas!!!
abrazos E.