Después de virar en tono marrón la última imagen y sin dejar de cazar peces desde el aire, el destello distante de la estabilidad alumbra con fuerza el recorrido hasta su casa. En aquella coexistencia, ambos aprendieron a equilibrar el más acá dejando de creer en el más allá. Disfrutaron del tiempo de las ondas saladas del mar en el que navegaban antes de que el cuco rosicler despertara para poner sus huevos en otro nido sin descargar la nuca de las lilas. No cumplieron el armisticio y la conversación concluyó a falta de alegatos y pretextos que lograran conmover la socapa hasta ablandar el asfalto que pisaban sus vidas. En aquel impasse, cada uno continuó su camino constante, a espensa de andar concentrados en las esquirlas que saltaban detrás de las puertas, cerrándose a su paso. Ella dejó de tejer círculos en el aire, a la vez que levantaba sin problema, el reflejo del modesto universo en miniatura.
Volver a la realidad...
ResponderEliminarbufff ¿y si hoy no quiero? ;)
Besos abisales
Eso de tejer círculos en el aire me gustó... y lo del universo en miniatura, también.
ResponderEliminar¡Bueno es volver a leerte Esilleviana!
¡Abrazo!
Así comienza siempre la noche austral...
ResponderEliminarBesos.
El no creer en el mas allá, yo creo que es solo cuestión de tiempo, de experiencia, de haber vivido, el mas acá lo estamos viendo y tocando, somos afectados constantemente por el, no hay mas remedio que creer en el...
ResponderEliminarBesos y salud
El color con que vemos las cosas tiende a darnos una impresión errónea de esa realidad, depende de la luz, de la energía de nuestra mirada y del ánimo que tengamos...
ResponderEliminarEl universo de cada quien, es el único universo posible.
Besos!!
Equilibrar el más acá dejando de creer en el más allá es de un pragmatismo tedioso. El anarquismo del más acá y la esperanza en el más allá es más ilusionante.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno...la realidad no se resiste a la fantasía y a la imaginación...se pueden lograr buenos resultados, diversas tonalidades en este gris más acá...
ResponderEliminarUn abrazo. Amiga!
Tengo un amigo muy socarrón que cuando le preguntas lo típico ¿que tal? siempre contesta impasible "ya sabes, en impasse". Me ha gustado mucho eso de pretender o fracasar en ese intento de ablandar el asfalto que pìsan nuestras vidas. Es absolutamente sugerente. Un abrazo.
ResponderEliminary cuál será el color de su universo miniatura? seguirá marrón?
ResponderEliminarabrazos, amiga?
perdón! amiga NO lleva signo de interrogación...debía ser:
ResponderEliminarabrazos, amiga*
:)
el universo no tiene equilibrio aunque tenga el color marrón
ResponderEliminarun abrazi
"En aquella coexistencia, ambos aprendieron a equilibrar el más acá dejando de creer en el más allá". Creo que es la mejor manera para hacer crecer el propio universo sin dejarse llevar por las falsas espectativas que luego hacen saltar tantas esquirlas.
ResponderEliminarUn abrazo reina
Dentro de la realidad debe haber un condimento de fantasía, de diversos colores que refleja la luz, un tono gris en todos los sentidos es lo mismo que la nada...
ResponderEliminarUn abrazo querida :)
El equilibrio universal es una utopìa.
ResponderEliminarLa entropìa manda.
Buen texto.
Un abrazo.
¿Equilibrios en el más acá? No lo sé, yo creo que cuando se amputan aspectos que nos son naturales en cuanto a humanos que somos, la cosa de desequilibra por completo.
ResponderEliminarY luego no sé si te refieres al desencuentro y si los círculos en el aire son una especie de prisión en la que vivían estos dos al estar juntos. Pero bueno, si es eso, pues hizo bien el levantar ese universo minúsculo del final.
Ei, que me acabo de armar un lío del 20, disculpa, jajajaja
Un beso
Pues yo, cuando viro al tono marrón, suelo tenerlo tan oscuro como el futuro de los funcionarios...
ResponderEliminarTe superas esi, cada día me gustas más, me gustas tú...porque uno es lo que piensa. Y al parecer, tú das forma a tus pensamientos en forma de exóticas palabras y delicados aforismos que nos dejan flotando entre el más allá y el más acá.
ResponderEliminarEn candentes mares de asfalto ennoblecido por la sensibilidad de quien alumbra pequeños universos repletos de perspicacias melifluas y bosques de bonsais milenarios. Es así, que a mi me gusta recostarme a la sombra de tus palabras, es así esi.
El equilibrio del presente es la base para caminar hacia ese futuro, si es que existe.
ResponderEliminarSaludos.
No me gusta el color marrón, contradice la belleza del arco iris.
ResponderEliminarMe gustan tus escritos que suelen jugar con nuestros sentimientos, llevándolos a un laberinto de bellas palabras, para que cada cual encuentre la salida de su interpretación.
Y eso, amiga mía, es arte.
Un abrazo.
El contorno condiciona... y aunque la imaginación puede volar ágil y libre, la materia corpórea debe acomodarse al espacio asignado.
ResponderEliminarDe todas formas, un buen codazo en salva sea la parte puede extender el perímetro hasta conseguir convertirlo en saludablemente habitable.
Qué preciosidad, una gran prosa. Para no ser uno de mis colores preferidos, tú le has dado luz con este escrito. Gracias. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Tengo que preguntar una cosa, ¿el impase con dos eses es como la ferpección?
ResponderEliminarFíjate, me parece un poco siniestro que la a falta de alegatos y pretextos, se hundan las palabras en el agua salada, seguramente, de una noche de tormenta. Aveces se calman, ¿no te parece? Y aveces todo flota: muerto.
Amiga Esilleviana, un abrazo enorme como para variar. :)
F.
Más acá o más allá, lo cierto es que el equilibrio no se encuentra ni por nada. Es que no existe. Eso.
ResponderEliminarBesitos, Esi
Confieso ante todos que te he copiado... el recuadro referente a la Escuela Pública.
ResponderEliminarYo también quiero defender esa opción, que nos hace a todos mas iguales y mas libres.
Un abrazo.
Así al oído. Tremendamente cerca se escuchó el post. Imposible no sentir el eco de lo que escribiste. Excelente prosa y la manera tan apacible de llevar el hilo.
ResponderEliminarBueno... el color marrón todavía puede ser aclarado; aún queda una mínima esperanza: ella dejó de tejer círculos en el aire.
ResponderEliminarabrazos :)