Desde el patio con macetas, como un gato en una carretilla roja, salto por la ventana hasta colocarme en la cocina embalsamada en una nube de polvo amarillo. Los primeros pasos enfilan las huellas hacia el primer anaquel de la alacena donde la mermelada de melocotón se pavonea de ser la fruta prohibida confitada en seda. Hago fuerza por aventar el tarro con la intención de que se estrelle con luceros al anochecer. Con cuidado, meto la pata delantera izquierda en el frasco hasta embadurnar toda la extremidad de la sustancia roja pastosa que a todas luces, brilla dulcemente. Poco a poco, la pata derecha se une a la diversión resbalando hasta la parte inferior del recipiente mientras olvido donde esconderme para no deslucir el destello de la digestión. De vuelta a la ventana, la fruta azucarada se oscurece y gimotea en mi barriga produciendo un tintinar característico que silencia la chaparrada del corazón duro y compacto que se aproxima resonando.
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Así te miro
andar por el jardín
de verano: las cosas
que no pueden moverse
aprenden a mirar.
Al menos
ResponderEliminartienes siete vidas,
para intentar aflojar
esa tesitura acorazada
de tu corazón...
Al menos esta vez
ganaste la partida
conociendo el sabor
del misterio que esconden
las cosas prohibidas.
Me encanta la de fresa.
ResponderEliminarBonito texto.
Un abrazo.
Me ha impactado estos versos de Louise E. Glück
ResponderEliminar" las cosas
que no pueden moverse
aprenden a mirar.
Dan que pensar.
Ese gato es muy travieso. Espero que escape del dueño y la indigestión.
Besos
Ese gato... con botas que habita en tu recuerdo denota la travesura de una infancia feliz pero de un cierto inconformismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
da ganas de abrazarlo
ResponderEliminar¡Que cantidad de botas usadas!
ResponderEliminar¿De dónde habrán salido?
Dudo mucho que las coleccionaran a través del tiempo con la idea de convertirlas en macetas...
¡Ese gato goloso! ¿O era gatita? :)
Besos y salud
Tu texto tambien trajo recuerdos de mañanas con sabor a pan tostado untado con mantequilla y mermeláda de fresa, mmmm! esos dias de verano, en el porche, viendo amenecer mientras todos aún dormian...!Que bonito!
ResponderEliminarEsto merece un gracias.
Besos.
Gatitas traviesas que somos a veces.
ResponderEliminarQue el corazón duro no nos coja, porfi, no entendería nada.
Besos dulces, querida Esi.
Esos recuerdos de la infancia (¿juventud?) donde se podía saltar por la ventana y embadurnarse de... lo que fuera; con delicia, con un leve temor a ser descubierta en pleno delito de golosina, de disfrutar del lado dulce y pecaminoso de la vida... añoranzas...
ResponderEliminarBeso
Un atracón a mermelada es una genial idea contra cualquier cosa.
ResponderEliminarAbrazote
Salir corriendo con esas botas hasta la envidia del otoño, esa estación tan imprudente...
ResponderEliminarBeso.
Mmmm, tu relato sabe a dulce picardía!
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Me alegro de que con tus recuerdos hagas confitura y te relamas de gusto, ellos te miran mientras vives y nos los cuentas. Besicos.
ResponderEliminarDulce aventura... me estoy lamiendo la patita derecha.
ResponderEliminarBss
Viajan por el tiempo encerradas en su cápsula de cristal...
ResponderEliminarquizás añorando su árbol natal...
El sonido del aire invadiendo su atmósfera protegida anuncia la llegada al destino...
Y todas sueñan con convertirse en untuosa prenda que disolverá una lengua ávida de deseo...
A todos nos gusta pecar de vez en cuando. besos.
ResponderEliminarEso del tarro y los luceros me ha despistado por completo. Aunque la foto de las botas me sugiere la glotonería infantil. Y si no es eso, DISCULPA!!! buahhhhhhh...
ResponderEliminarPero un beso sí.
Diversión de patas, y eso me encanta, sea dulce o barro... o pista de baile... Un abrazo.
ResponderEliminar
ResponderEliminarYo sigo metiendo mis zarpas en el tarro. No importa las consecuencias posteriores.
Me gusta la foto. En unas antiguas botas de montaña tengo hortensias secas.
· un abrazo
· LaMiradaAusente · & · CristalRasgado ·
jajaja te imagino embadurnada de primavera... no sé, será el aroma pegajoso del melocotón unida a la imagen :D
ResponderEliminarBesos abisales
La vida vegetal se abre paso, despacio pero sin apuro, no importa en qué envase se presente...
ResponderEliminarAhora, ¿tu barriga está recibiendo alimento o simplemente es un gusto que te estás dando?
Besos y saludos!
Que travieso...
ResponderEliminarEsi, he visto plantas y flores cultivadas en los lugares más peregrinos, pero en unas botas de agua... jamás de los jamases... rediez ¿de donde sacaste la foto? Original, como ella sola, desde luego.
ResponderEliminarDada la hora que es (9:08 a.m.) y tu lectura con mermelada incluida, me están entrando unas ganas de desayunar a lo hobbit... (dos veces en la mañana) jajajajja
Bss, guapa!
que lindo, en verdad me ha gustado y hasta he pecado de saborearlo que llevabas en tus patas, como un sueño infantil, me he dejado seducir por tus palabras, que van tintineando como si fuera alguna vieja melodía de aquellas que te hacen recordar algún paraje de tu niñez, sin saber cómo ni cuándo, simplemente te arrastran sin soltarte a ese mundo de curiosidades que al regresar te pintan una inocente sonrisa..... mil besos para la escritora.... adorable!!!
ResponderEliminarAventurero,jugoso y glotonil. Lo furtivo de la hazaña seduce. A parte de todo eso ¡hágame usted el favor de devolverme mis catiuscas!...Un abrazo
ResponderEliminarTe he dejado un regalillo en mi blog :)
ResponderEliminarBss.
la mermelada de melocotón se pavonea... es memorable. En alguna de esas botas debe de haber plantado un buen Cannabis, ya lo creo.
ResponderEliminarAbrazos
Las botas están embotadas de plantas y el gato está embotado de dulces y todos hacen la digestión saltando por la ventana...
ResponderEliminarabrazo
lo importante son las plantas :-)
ResponderEliminarMe recuerda a las patios cordobeses.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Me fascina ese final..
ResponderEliminarme ha encantado el relato, y el título le va que "ni pintao". Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
ResponderEliminar¿Cuál, de todas las frutas existentes, no ha sido prohibida alguna vez?
ResponderEliminar¿Cuál?
Saludos
J.
Pd: La foto de las botas-macetas es, simplemente, espectacular.