"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

sábado, 24 de noviembre de 2012

Flores blancas

El mantel blanco de lino a modo de lienzo floreado, estaba aderezado de un amor a la belleza donde las abiertas flores blancas buscaban un abundante desarrollo espiritual. Con los codos apoyados en el borde de la mesa, sus manos se entretenían con una cuchara de postre al sentir la pequeña cabeza cóncava sobre la palma de la otra mano. En un instante, el extremo del mango de la cuchara se clavó con su dedo índice en el centro de aquellas flores blancas mientras la otra mano hacía girar la cuchara sobre un eje imaginario. Así descubrió como todo giraba a su alrededor: los ojos de los comensales que disfrutaban de una relajada sobremesa, las botellas de licores que compartían así como las bolitas de pan que lanzaron por el aire de la misma suerte que la introversión y la sensación de aislamiento con el que se anudan los cuellos almidonados de las camisas. Entre medio de aquella fuerza arremolinada encontró el modo de hacer desaparecer y crear la esencia necesaria con la que transformar la energía para producir vida y tiempo. O simplemente, al igual que el clavo de Chéjov, solo se aplicaba instintivamente cierta impermeabilización sin ni siquiera pretenderlo.

25 comentarios:

  1. Vaya! me perdí, lo releeré en otro momento. ¡Joder! Esilleviana

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  2. te intuyo aséptica en paisajes de almidón armado, y te receto una tisana de voyasacarlospiesdeltiestoporfin...
    es muy saludable y conveniente cuando se te acumule cordura y rutina trasnochada en la recámara. Hay un turrón de crema catalana que rima con la tisana, hay un rumor de brisas y sonrisas que echo de menos en tus palabras.

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  3. Podríamos haber estado en la mesa de al lado, apoyados en la esilleviana de la vida blanca, con flores, almas blancas a merced de la aventura.

    Un agrado y un placer y una sensación de libertad.

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  4. Me encantan los manteles de lino, sobre todo cuando pertenecen a un ajuar y ya tienen un cierto tono amarillento producido por los años de espera en un cajón.
    De lo demás, no he entendido ni papa...jajaja
    Besos y salud

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  5. El orden... la quietud... la pasividad... la inacción...

    Cuántos ingredientes necesita el equilibrio...

    Pero a veces basta un pequeño roce para hacer saltar las normas, y agitar los cuerpos y mentes... y pasar del frío al calor... y conseguir ese rutinario milagro con el que el caos absoluto se convierte en vida.

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  6. Cena para dos con todos los ingredientes. Espero que el postre fuera genial:)

    Abrazos

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  7. Eres la leche! me has hecho ir a buscar que es el clavo de Chejov, con lo que gracias a ti he aprendido algo nuevo, y he descubierto que el coriano sin saberlo lo aplica continuamente cuando está viendo una película.
    Yo que se...pasa un taxi, por poner un ejemplo tonto, y él dice, ya verás como ese taxi es la clave de todo y yo me lo quedo mirando con cara de - tú estás loco - Pues no falla, siempre tiene razón.
    Copio y pego: "si un clavo aparece en un cuento el protagonista tiene que acabar colgándose de él; o bien, si una pistola aparece al comienzo del cuento, tiene que dispararse antes del final"
    Muchos besos

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  8. Pues, efectivamente, todo lo que aparece en una historia, tarde o temprano ofrece soluciones. Y eso me recuerda aquel libro que me pareció una tomadura de pelo, de mi paisano Cela "oficio de tinieblas"...prefiero tu cucharilla-clavo al monóculo del "oficio".

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  9. Me gusta esa sensación de alegría y celebración que inspira el relato, aunque esa impermeabilización final deje un poso de cierta desesperanza e irrealidad.

    Un abrazo

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  10. La última frase me hace pedirte ¡socorro¡. Hasta entonces creía haber entendido.

    Besos

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  11. Es verdad, es una cuestión de instinto. Y encontrar el eje no es facil. Cuando crees que esta en la cuchara que piensas que dominas, el espacio y el tiempo te dominan y no gira ella, sino que giramos todos y llega el desconcierto orquestado.
    Y Por mucho que Chejov pretendiese aventurar claves,hay designios y mareas que se nos escapan. Un abrazo.

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  12. Encontrar el eje no es nada fàcil, como encontrar el equilibrio o el punto mágico del encuentro.A veces sólo es cuestión de instinto,pero otras se trata de dejar de ser impermeables para que cale hasta dentro todo..

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  13. Cuando algo gira los relojes se contagian y los ojos se vuelven locos de prisa.


    Bss

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  14. y todo comenzó con una velada grata y desenvuelta , con pastelillos de crema y nata
    y licores afrutados.

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  15. Flores de Loto. Una cuchara en una mano viva, la cuchara acerca la sopa a la lengua del que vive. ¿Y cuál es la diferencia entre la lengua y la cuchara? Sencillo, a la lengua le basta un instante para percibir todo el rango de sabores y temperatura de la sopa. La cuchara podría estás siglos enteros con la sopa en su interior: no se enteraría de nada.

    Un beso

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  16. la visualidad de tus relatos es cinematográfica.

    y sí, como el clavo de chéjov, (o su revólver...)

    beso, esi*

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  17. Con tu equilibrada prosa intentas y lo consigues, desequilibrar la narración ,jugando con el lector de la misma manera que juegas con la cucharilla.
    A mi también me has hecho volver a Google para saber del clavo de Chejov.
    Y te diré que me ha servido para colgar en el mi sempiterna admiración por tu prosa.
    Un abrazo.

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  18. Hay momentos en esas ocasiones, que sin ser conscientes nos aislamos...tal vez porque ,nuestra mente, lo necesite

    Besos

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  19. Es increíble que de algo aparentemente tan "pequeño" pueda surgir un tornado en el interior de alguien. Somos increíbles. Sos, una increíble delirante. Un abrazo.

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  20. Salir del escenario impuesto, entrar en uno nuevo creado para uno mismo donde protegerse de lo banal, de lo que no interesa. No es pretensión, para algunos es supervivencia...

    Besos

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  21. Algo que, necesariamente, el resto de los comensales no entenderían de modo alguno. Sólo él. Nadie más.

    Saludos

    J.

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  22. por un momento me hiciste sentir observado, con lamanía que tengo por jugar con las cucharas y tenedores mientras estoy sumergido en una cena estúpida de gala, donde todo el mundo se jacta de ser algo que no es, como payasos pintados en medio de un circo donde el que paga por verlos soy yo y me divierto de lo tontos que son, imaginando que si se visten bien y se perfuman el trasero con un litro de esencia, se convertirían en gente de alta sociedad, mientras tanto, sigo observando el mundo que me rodea desde el reflejo de mi cuchara de postre donde todo se ve deformado o de cabeza....

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  23. Percibo una tensión que puede acabar mal.
    O quizás es ese mano de la cuchara, un arma real en contra de las convenciones sociales y de las apariencias.
    Me gustó, Esi, mucho.
    Besos y besos

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  24. a veces jugamos con la cucharilla, a veces con la servilleta de papel haciendo mil dobleces, y cada doblez significa un bostezo y un "no quiero estar aquí", las formas y lo establecido matan la espontaniedad.

    Un abrazo.

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  25. Yo dejo que la ficción entre y se pasee por mi realidad, a sus anchas. A veces me veo hablándole a un personaje, a veces un catoblepa por fin puede levantar la cabeza y me mira. Esto me ha traído problemas, no muchos, pero así es mejor.

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