"Carpe noctem, amor". Recogerás las uvas de la mesa hasta acabar con la tradición e inmediatamente me sujetarás con fuerza al mando del repentino capricho antes de que se apague la candela y nos quedemos fríos mientras me echas las cartas y utilizas tu magia. Eres el alma máter de hoy, sin mañana, con el sabor de las uvas en tu boca, la garra a flor de piel y un ramillete de canciones con las que alcanzar la Cruz del sur hasta aturdir mis sentidos entre besos y hendiduras. En esta fórmula de cortesía me estimularás, al tiempo que me precipito en el cráter de ese filón diamantífero que rezuma la humedad de tus cualidades y fragancia. Me traerás hacia ti en la delicada penumbra de esta noche blanca imantada, empapándome con tu salvavidas consciente en la misma eternidad que caigo entre brazos para terminar creciendo entre las venas de buenas intenciones. Y así cosido a las costuras de mi piel, entre flujos y estuación, me pintarás los labios hasta que las confidencias sean necesarias para romper el destino que el nuevo año tiene escrito para nosotros. “Sólo tú eres. Tú, mi desventura y mi ventura, inagotable y pura”.
Feliz 2014 para todas/os