Al llegar a casa se sentó en el sofá más próximo a la pequeña maceta de fragaria que compró en un mercadillo de Munich. Estaba cansada, al retreparse pensó que la valoración del médico no coincidía con el daño y el malestar que sentía desde hacía cuatro días. El mieloma le producía mucho dolor, tanto en la espalda como en las costillas y las décimas de fiebre ensayaban el preludio de la tarde destemplada. Pero ante un crepe de queso de la noche anterior, en otro tiempo irresistible, hoy intragable, esbozó una gran sonrisa a modo de rueda sobre la que girar y girar mientras sus recuerdos viraban las viejas fotografías en distintos tonos, según la densidad de cada una de ellas. Y como la exudación de goma de los árboles enfermos que al contacto con ciertas reminiscencias se endurece hasta adquirir determinadas formas, fue elaborando distintas máscaras vivas de las personas que encabezaban la tonada de sus melodías. Aquellas máscaras le infundían el ánimo necesario para sostener la perspectiva aérea de otro día.
para C.
LOS ESTADOS ÁNIMOS A VECES SON NUESTRAS MASCARAS VIVIENTES. FULLL POST.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Gracias a la máscara que a veces nos colocamos, podemos seguir adelante... Abrazos
ResponderEliminarNuestra savia profunda, hecha de recuerdos y pequeños placeres, es capaz de moldear nuestra sonrisa externa y hacernos encarar con entereza los baches del camino por muy duramente que nos sacudan.
ResponderEliminarTremendo texto.
Y curiosas fotos.
Un abrazo.
Habrá que buscar recursos donde sea, querida Esi, para afrontar la vida, con sus obstáculos diarios y la lucha permanente.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Y seguir luchando apoyados en la gente que nos dedica su afecto.
ResponderEliminarBesos y abrazos para ti y para C.
artesanía/ expresión/ cáncer.
ResponderEliminarNo se si esa tarea me serviría, esas máscaras están muertas...
ResponderEliminarSólo es mi percepción...algo me impactó.
Abrazo!
Bonitas y ecológicas esas mascaras, aunque algo pringosas... :)
ResponderEliminarBesos y salud
la creatividad como sea, nos saca adelante de las situaciones difíciles y nos permite no solamente crear el recurso material, sino también aquél que sirve para poner la mente en positivo e interactuar con quienes tengan la misma actitud.¡que te vaya bien Esilleviana!
ResponderEliminarSolo nosotros somos tantos, muchos estados de ánimo, todos los actores de nuestro propio teatro, nuestra vida.
ResponderEliminarBesos
Muy vivas
ResponderEliminarA veces algo tan pequeño como un crepe nos arranca la sonrisa y la voluntad, y no debería ser a veces. Son las pequeñas cosas las que mueven el mundo. Usted lo sabe. Un abrazo.
ResponderEliminarHala! Me encanta ésto de las máscaras hechas con un material tan vivo, desde luego.
ResponderEliminarBesos
Un relato precioso y tristísimo. como la vida misma
ResponderEliminarBesos
El ser humano es capaz de sacar fuerzas de donde nadie imagina. En este caso fueron esas nmáscaras, naturaleza viva.
ResponderEliminarBella forma de contar una historia tan triste y tan a la orden de los días.
Un abrazo.
me gusta, me has dejado sin palabras, decir obviedades como que sois mas resistente al sufrimiento que nosotros , sólo es un comentario colateral
ResponderEliminarDas una noticia que siendo dura, no estremece por la manera de entretejer el resto de componentes del relato que hacen tener esperanzas,
ResponderEliminarBesos muchos ♥33
impresionante y mil veces siniestro, una vez me topé con una cara en un árbol, por dios que esa noche no pude dormir, por más que me repetía que era algún tipo de arte, impuesto por algún curioso en el bosque, sigo con aquel susto que quizás marcó prácticamente mi adolescencia, desde ese entonces, siempre escucho voces que vienen de los árboles, no todos, pero sí algunos, siento su presencia y hasta me he atrevido a darles un abrazo de varios minutos para calmarlos, y cuando dejo de escucharlos me voy, despidiéndome de ellos como si fuera algún día a regresar, cosa que muy pocas veces sucede, aunque es algo traumático, quizás un tanto esquizofrénico, nunca lo he dicho a ningún psiquiatra, sólo a los que me observan abrazando a los árboles y preguntan, jajajajaja, aunque luego sus caras cambien, leo en sus ojos que me quieren insinuar que necesito ayuda psicológica, pero no me importa, a veces es bueno comportarse como un loco, la gente te respeta de algún modo, algo extraño, pero en el fondo es respeto..... me encantó tu entrada, como siempre
ResponderEliminarTremendo!
ResponderEliminarY fortalecer el ayer para continuar mañana.
Abrazote
Si no fuera por las máscara que nos ponemos... al mal tiempo buena cara, pero a veces no es suficiente.
ResponderEliminarUn beso
Increíbles las imágenes, imposible sustraerse a su influjo y dejar de crear mientras se las mira...
ResponderEliminarExcelente.
Saludos
J.
Al final todo se reduce a un juego de máscaras... para amar, para vivir y para morir.
ResponderEliminarBss
Yo no podría ir por la vida sin la máscara que me pongo cada mañana...
ResponderEliminarAl leerte me acordé de una familiar que hace poco le detectaron cáncer de pulmón. Mañana le harán un examen para comprobar si tiene metástasis, y esta es la hora que sólo a mí (que estoy a miles de kilómetros de distancia) me ha contado lo que le pasa.
Excelente post!!!
Besos