Con las manos en la cintura, cierro un ojo y luego otro mientras miro cautelosamente como te acercas arañando el suelo como un lobo. Desde tu guarida y acostumbrado a no devorar íntegramente a tus presas, separo mis piernas y flexiono las rodillas buscando un movimiento sincronizado de los cáncamos dentro de las armellas hasta sacudir mis nalgas, rebotando el zarandeo llegando a diseminar el bamboleo de la pelvis. La Mapouka suelta los tornillos de mi interior a la vez que mis caderas giran sugestivamente frente a tu cara que esconde tu trote lobero, al tiempo que haces prospecciones futuras a partir de los indicios que encuentras. Y antes de jugar, siento como tus muslos internos se acuclillan, desviviendo el interés por saltar sobre ti mismo cuanto más dejas caer tus insondables deseos, incluso desenmascaro los pedazos rotos de algunos de tus antojos. La única escena palmaria, la retirada de tu sombrero para que pueda reconocer tu mejor aspecto.
"¿Quién no escribe una carta? ¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
jueves, 4 de julio de 2013
Danza africana
Con las manos en la cintura, cierro un ojo y luego otro mientras miro cautelosamente como te acercas arañando el suelo como un lobo. Desde tu guarida y acostumbrado a no devorar íntegramente a tus presas, separo mis piernas y flexiono las rodillas buscando un movimiento sincronizado de los cáncamos dentro de las armellas hasta sacudir mis nalgas, rebotando el zarandeo llegando a diseminar el bamboleo de la pelvis. La Mapouka suelta los tornillos de mi interior a la vez que mis caderas giran sugestivamente frente a tu cara que esconde tu trote lobero, al tiempo que haces prospecciones futuras a partir de los indicios que encuentras. Y antes de jugar, siento como tus muslos internos se acuclillan, desviviendo el interés por saltar sobre ti mismo cuanto más dejas caer tus insondables deseos, incluso desenmascaro los pedazos rotos de algunos de tus antojos. La única escena palmaria, la retirada de tu sombrero para que pueda reconocer tu mejor aspecto.
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visto así...una danza propia de la selva
ResponderEliminarcuyo escenario son dos cuerpos
Brillás, desde todos los ángulos y perspectivas...
ResponderEliminarEn este tórrido verano, canta bien a la primavera.
ResponderEliminarSuena muy bien... :)
ResponderEliminarBesos y salud
jeje! te habrás quedado como nueva después de esto.
ResponderEliminarAbrazote
Las danzas siempre tienen algo de visceral y salvaje.
ResponderEliminarbss
Un día viaja a Argentina, métete a una tienda de discos, pregunta por Los Violadores, diles que no vas a comprar el cd, pero que si te pueden dar a escuchar Beat Africano. Después a lo del café. En Buenos Aires llueve mojado, Sabina lo sabe, Fito igual, yo en Santiago me corto los brazos. Estamos a mano, mujer.
ResponderEliminarBeso.
no lo sé, pero me parece que acabas de detallar la sincronización de dos cuerpos teniendo sexo, sin amor, sólo eso, sexo del más cruel y carnal de todos, sin motivos aparentes, sin máscaras aterciopeladas, ni miradas enamoradizas ni cursis, sólo carne y disfrute, mientras todo gira en torno a las pequeñas cosas que como animales nos identificamos, en esa lucha por querer tomarlo todo, con ese aspecto salvaje de comerse, no sólo a besos, a mordidas y lamidas, con ese bamboleo intenso de querer disfrutarlo todo sin importar el antes o el después, simple y natural, como lo es todo en la vida, como una danza, no cualquiera, porque ninguna se parece al sexo tan sólo la africana por ser el lugar en donde el humano dio sus primeros pasos, ya que todos al final somos de áfrica, él único lugar donde guardan los huesos de nuestros primeros padres.... encantado de leerte como siempre.... besos!!!
ResponderEliminar"bailar" ante la menor excusa es siempre la mejor decisión
ResponderEliminar¿Quién habló de desesperación?
ResponderEliminarExcelente descripción E.!
Saludos
J.
Pues a mi me ha sonado a desenfreno verbenero y sobre la arena, no del Sahara pero sí de la playa (y con algo de ron + luz de luna, jajajajaja...)
ResponderEliminarDisfruta con los tuyos y que la canícula sea leve.
Un beso
Ufff! esta masa de aire caliente que nos está llegando, creo que me hace entender algo distinto a ese baile africano, a ver espera que vuelvo a leer.
ResponderEliminarBesos Esi, genial sin duda.
Las danzas orientales son más sensuales, o eso dicen, o eso imagino, tendré que ver menos National Geografic digo.
ResponderEliminar¿he vuelto? a saber
Un beso
Buena sincronía, dicen que bailar es como hacer el amor, o al revés, no sé.. ambas cosas creo que sugieren lo mismo, el acople de los cuerpos.
ResponderEliminarEsa danza es un buen preámbulo. Y lo de africana tiene un plus.
ResponderEliminarMás besos