"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

martes, 30 de diciembre de 2014

Escorpiones


Con cierta predisposición al amasijo hasta ovillarme, tiendo con sumo cuidado el tendel para igualar las hileras sobre las que asiento mis tobillos, con osadía, afrontando el reto. Con el pundonor en una montaña rusa y las uñas pintadas de mis pies, acaricio tus piernas con el desenvolvimiento de una medusa en aguas cálidas. Haciendo pie, tus ojos mantienen la mirada espasmódica en la base donde mis raíces fijan la órbita terrestre de las golondrinas de Bécquer. En esta danza de escorpiones, el aguijón proporciona un dulce veneno que somete y aplasta a nuestros pies desnudos en la unción de unos pasos cercanos, logrando entrelazarse en la última noche del año.
Que vuestros pies caldeen el suelo tierra adentro, aplacando el sendero hasta alcanzar el refugio montañero.

Feliz 2015

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Feliz Noche


Como si tratara de remendar el carillón de este trasnochado campanario, hoy encuentro motivos para convocar palabras, sin ante díem, solo con la intención de hacer llegar cierto aroma de aprecio y respeto a todas las personas que timonean por estos océanos. Desde la altura de la espadaña, os traslado el flete de estas palabras que se deslizan con cuidado y mucho cariño a la tirilla del cuello de la camisa o a los nudos de las gargantas que los blogger gaviotas leen cuando planean. Dado que en esta torre de escaleras se alcanza a todos los refugios que une la amistad y el afecto, os deseo la mayor sensación de belleza perpetua que se capte a través de los sentidos, ya que el "polvo solo dura un tiempo". Que la inmensa mayoría de días tengan la disposición más adecuada de tonos y matices para iluminar el recorrido del camino cotidiano. Feliz Navidad para todas/os.

-mi deseo... ¡ay, ser un dragón! 
símbolo del poder del cielo- del tamaño
del gusano de seda o inmenso; invisible a veces.

Marianne Moore

viernes, 8 de agosto de 2014

"Respiro tu llegada"

Método Feldenkrais

Hagamos las paces, bastará con tu firma electrónica a modo de huella dactilar para revalidar con firmeza que la intención quedó atrapada y detenida en este misterio. No te pido un cambio de plumaje con la muda, tan solo que te acerques a la pared y te apoyes hasta reclinar el respaldo de tu asiento sobre mi deseo, pero sin cerrar la ventana obligando un efecto determinado. Después de tanto bregar, en ese azacanarse con solicitud congojosa, ¿de qué sirve un freemium de tus ofertas y ofrecimientos si me adeudas cosas que no imagino ni mucho menos, sospecho? Tú infieres conclusiones pero, en el fondo, ¿conoces todos los adornos del atavío de un caballo de feria que tu cuerpo clama como un vendedor de mercancías, cada vez que asoman tus caprichos? Desbarata toda la elocuencia trivio de los romanos, del que eres albacea y, ajusta su paso a la serena amistad, sin doblez al desnudo, hasta llegar al páramo de la avidez que nos reúne en este punto. No podemos vivir con la idea que nos tapamos y disimulamos en distintas embocaduras para lograr otras vibraciones hasta cambiar el sonido original, aunque sé que lo tuyo termina por desliar "la música perdida en  mí".

Eres el otro lado del botín.
¿Comprendes?
R. Cadenas

lunes, 28 de julio de 2014

"Masaje al corazón"


"Girl with a cat", de Balthus
"Me pagas con palabras". Su compromiso se escurrió por mi boca como un azucarillo con aguardiente, ésa era tu condición. Desplegada en la mesa de masajes, el espíritu etéreo de la vieja canción del verano se asentó en el lugar más disparatado de la dialéctica como un buque en una playa de Blangladesh, sobre las limaduras que desprende el desguazado de la embarcación. La sábana que cubría la camilla mediaba como una aspiradora capaz de atraer todos los aromas que mi  memoria es capaz de conservar. Sus manos guardaban la vacuna contra la desavenencia de la espalda, el cuello y los hombros, con movimientos largos y suaves logrando abrir y dispersar la caja de sensaciones que guarda la piel al contacto. Con sus tenacillas oleaginosas, se apoderaba de mis pesadillas y delirios, que se resisten a la suerte sin una finalidad determinada solo por el mero placer de sentir las huellas hasta transformar el efecto táctil de las vibrisas que esconden tus dedos por imágenes apalabradas. Abro los ojos y antes de levantarme de la mesa dejo de anotar palabras a modo de calambur. ¡No sé si tú tendrás algo que ver con ésto!

sábado, 19 de julio de 2014

Crema helada


Comiendo un helado a la sombra del sol seco, clavo la cuchara en la esponjosa densidad del dulce postre que habías colocado sobre la bandeja azul de la mesa. Lo como despacio, sentada en el suelo, con la claridad y seguridad de que lo habías dejado para mi, porque ¿qué puede hacer esta golosina fugaz y momentánea tan somera ante la dureza climatológica? permanecer creyendo. Me refocilo entre la frescura y la suavidad densa del rico contenido cremoso. Como un turista que se arrincona en una esquina para observar el ritmo de la misteriosa ciudad que visita, me quedo pensando que si alguien deja aguamiel en un ribete de la terraza es un campo de cruces para los caprichos sin razón. Y yo lo devoré sin remordimiento, sin conciencia de que habrías reservado para ti el caramelo arcano tan dulce y frío.


Te fuiste
y no alcancé
a terminar de amarte.

Ana María Vilchez

martes, 15 de julio de 2014

Despierta


Acudí a la primera fiesta del verano rodeada de peonías, lavandas, hostas y gauras, vergel que auguraba una grata velada. Lejos de estar en una isla desierta, la terraza atestada necesitaba a la gente para resplandecer ante las viviendas colindantes. Me acerqué a la mesa de las croquetas donde todas las sillas plegables y los sillones viejos estaban ocupados, optando por beber de pie apoyada en el photocoll Summertime. Y ahí fue como inesperadamente me encontré con una mano en mi trasero. Me giré para bramar desencajada sobre su cara cuando en ese momento otro chico se le abrazó gimoteando, llorando sin fuerza.  Pobre, es buena persona, pensé. Tal vez nuestros brazos necesitan ciertos espacios para poder dinamitar el dolor de los demás, proporcionando un conductor eléctrico como los hilos de cobre, por los que caminar sin zapatos. Poco a poco sentía arder las nalgas a la manera en que alguien apaga un cigarrillo en un cenicero. Reparé en mi rostro incandescente al acercarme a la puerta de cristales a la que progresivamente me iban empujando los demás, cuando esa misma mano me sujetó por la cintura para atraerme hacia un cuerpo compacto para salir en las fotos. Todo aquello me empezaba a molestar, sin darme cuenta me veía atrapada entre la multitud, por alguien que me sobaba y manejaba a su capricho. Como un revuelo de hojas secas, sus dedos hélices no dejaban de provocar una sensación de nerviosismo y cierta atracción en mi sima. Eché una mirada de reojo apoyada en las rayas oblicuas de mi vestido, intentando encubrir el trozo atrayente que mostraba aquel bocado. En medio de aquella locura, imitando una larga caminata nocturna, mis sandalias de cuña seguían a pie juntillas las piernas que me encaminaban a los sensaciones más triviales. Alguien me dijo al oído: bien, así es la cosa... espabila y termina el relato de una vez!!

Le planté la mano en el culo a él. Ahora lamento haberlo perdido así de golpe porque en su billetera sólo había 7.400 pesos de los viejos y más hubiera podido sacarle en un encuentro a solas. 
Luisa Valenzuela

jueves, 10 de julio de 2014

Este jueves Un relato: Reinas de grito

El Demiurgo de Hurlingham, en los relatos de los Jueves, propone editar y expresar sobre las Reinas del grito, víctimas de las películas de terror.

 Allí, en una confidencia, se congela la imagen de la chica rubia corriendo entre los árboles de un bosque en la noche más oscura y lluviosa. El guionista oculto creó un texto detallado donde las luces amarillas de la joven servirían como donante del amor callado e ignoto. El terror que desprende la chica jadea entre las malas hierbas que crecen en el boscaje para mantener viva la esperanza que precisa la pasión marcada en la carne fresca. El argumento de la película guarda lo peor de los días pasados: la protagonista nunca volverá a su casa, una vez cumplida su función, morirá. Sin preguntas ni dudas, sus órganos serán utilizados para calentar los brazos y piernas de sus beneficiarios humeantes. El siniestro hachero, con un hacha de abordaje, recorre tras las huellas recientes de la salpicadura del sudor juvenil, los pasos cautivos de la actriz. El pacto con el destino que ella acepta consiente que las sombras de la luna engullan lentamente su cuerpo hasta sentir la boca glacial de la intérprete.
La argumento adolecía de toda creatividad y originalidad que precisaba para atraer al espectador, después de trillar las calcadas secuencias de la cinta que tenía delante de sus ojos.

Pedimento amasado


Como si de un belvedere se tratase con un amplio panorama frente a los ojos, el santuario desarropaba las cortinas que encierran los deseos que encienden una vida. El lugar era curioso: extraordinarios ventanales que conservaban grandes mesas rodeadas de abundantes estanterías, repletas de jarrones, fruteros, platos, coches, casitas, figuras humanas... En la puerta de entrada, tallado en una pieza de cerámica, figuraba la inscripción: "Para trabajar el barro hay que tener el corazón en las manos". El cometido de este lugar era único: las personas acudían a este emplazamiento con la intención de pedir sus deseos empleando la arcilla como medio de hacer realidad su interés y pretensión. Toda ofrenda ampara un desquite para compensar la pérdida, de ahí que el lugar estuviera rebosante de símbolos y figuras mirando los sueños sin cumplir, los proyectos sin imaginación y las ambiciones frágiles. El altar ofrecía todas las privaciones de los visitantes, ensalzan las dádivas con respeto a la madre Tierra, al utilizar la tierra y el agua como materiales básicos para concretar voluntades. Mientras, los turistas asistían a un fragmento de la ilusión de los demás pidiendo a través de las piezas.
La pregunta es: ¿Qué deseo profundo e íntimo moldearíais con barro?

viernes, 4 de julio de 2014

Este jueves un relato: Momento especial


El anfitrión de los jueveros de esta semana, Pepe, nos invita a desgranar y recrear momentos especiales.

Sobre una tabla grande y gruesa de surf puse el mar a mis pies. Encontré uno de los momentos más especiales para aprender a soportar la melodía de las viejas canciones de amor mientras perdían el ritmo, estorbaban los acordes y desentonaban las armonías hasta sufrir la disonancia de los instrumentos. Dejé atrás las primeras prácticas en la espuma de las olas rotas sobre la plancha, aprendiendo a remar sin apoyar hombros y pecho, con la cabeza bien alta. Aún no sabía hacer paredes bordeando las olas, pero me sentía como una caja de semillas de Svalbard, capaz de guardar todas las semillas que personalizan la variedad de cultivos que un individuo puede desarrollar en sus relaciones y sentimientos. De cara a las olas, miraba cada una de las etiquetas engarzadas a las semillas, analizando lo que precisan para mantener su esencia: "Oscura es la noche del mundo sin ti amada mía, y apenas diviso el origen, apenas comprendo el idioma, con dificultades descifro las hojas de los eucaliptos". De soslayo, no descuidaba la ola destructora vigilando su espalda, expectante porque nadie sabe lo que es el mar. Pasado los primeros soplidos, había que marcar la orientación de la tabla, fijando cierta velocidad a la vez que aseguraba el cuerpo como un arco capaz de impulsarse como saetas veloces. Alzada en la plancha, el silencio y los escalones evidentes se elevan por las crestas de las olas allanando el canturreo de los sueños.

domingo, 29 de junio de 2014

Sutileza infantil



La madre del futuro parvulario entró en la escuela de infantil con la matrícula del curso inmediato en la mano. En varías ocasiones llamó por teléfono al centro, demandando información precisa sobre los plazos de inscripción. Su vestimenta discreta y armoniosa alumbró la estancia de la secretaría. El administrativo le atendió con diligencia mientras ella demandaba deliberadamente, ciertas cuestiones sobre el funcionamiento de la escuela. Durante el tiempo que se informaba, su cabeza giraba a ambos lados, examinando el personal que recorría los pasillos. Al salir se encaminó hacia los servicios. Antes de entrar en el baño se desvió tras la primera puerta que encontró a la derecha, penetrando en una clase de niños de 3 años vigilados por una auxiliar. La cuidadora no escuchó a la intrusa, logrando acercase a ella por la espalda hasta golpearla con una barra de hierro que guardaba en su bolso. Los pequeños continuaron jugando y entretenidos con sus juguetes sin advertir la llegada de la extraña mujer. Únicamente un crío que se dirigía hacia su seño respondió ante lo que estaba sucediendo. Se detuvo y con mucho sigilo alteró sus pasos hasta encaminarse al cuarto de baño. La boca abierta y silenciosa del niño delataba pánico y, sus ojos vidriosos mostraban el horror que sentía en ese instante. Instintivamente se alojó en una esquina de la gran bañera que presidía el lavabo. De repente se escucharon los gritos de los compañeros al ver a su tutora en el suelo y la singular respuesta del pequeño fue acurrucarse sintiendo el frío del acero esmaltado en su cara. La mujer remató su vileza escabulléndose, hasta esfumarse rápidamente por una de las puertas de emergencia del centro. La policía concluyó que la secuestradora no completó su plan puesto que no contaba con la astucia del pequeño para liberarse de semejante peligro.

martes, 24 de junio de 2014

Convocatoria Juevera: Escenas de la playa


San nos invita a disfrutar de los sonidos de la playa, a olvidarnos de nosotros mismos y centrarnos en las conversaciones ajenas, en la vida de los demás... ahí va mi cotilleo.

Después de la purificación ante las hogueras de la noche de San Juan, el día prometía dar más fuerza al sol desde la orilla de la playa llena de ceniza de los Juanillos. Allí mismo, en el canto de los sueños lejanos, adormecida por el sol y la falta de fuerza que el crepúsculo había embebido durante la alborada, descansaba en una hamaca que había alquilado para tomar el sol. Entre esas cabezadas involuntarias, las voces en torno visitaban sus sueños silenciosamente. Y así escuchó: "-¿Qué hacemos con el amor? - Nada. Él hace todo lo que quiere con nosotras". Esas palabras interrumpieron la somnolencia, caminando por sus circuitos, aunque mantuvo los ojos cerrados. Continuó escuchando la voz delicada de dos mujeres, sin llegar a curiosear su aspecto, solo centrándose en lo que cada una compartía con su dialogadora. Inmediatamente llegaron risas, así como un callejón oscuro lleno de brisa dorada que completa un óleo animado y muy luminoso. Mientras poco a poco, los sacos del parapeto que las preservaban de los prejuicios fueron rasgándose hasta verter parte del convencionalismo, el tabú y la suspicacia que las sirenas de la noche evaporan en las aguas del puerto. Abrí un ojo al tiempo que sus labios se agitaban bajo las nubes azules.

miércoles, 11 de junio de 2014

Trapicheo


Se alargan los días donde los verbos cantan mientras el aire mantiene la quietud y, la única moneda de cambio se asienta en palabras que suben y bajan como bienes y servicios que avivan el comercio disponible. Desde los días abiertos en que buscaba utopías hasta hoy que solo considero vocablos amables que irradian calor como piedras luminosas, doy con frutos simbólicos que rebotan como sábalos extinguidos en un trueque intencionado. Pretendo palabras robustas con forma de humo con las que obtener versos a los que me engancho para colgarme de ellos dejando a un lado, "tanto tienes, tanto vales". En este trueque voy renovando ideas al tiempo que me nutro de ofertas de la mina de carbón que la oleada de pies de letras nobles perdura en el jardín de voces. Como dinero negro que circula sin techo, las palabras tienen un valor en sí mismas como un "dar y tomar", ofreciendo lo que cada literato posee y tomando lo que necesito para completar la caja de galletas. 

domingo, 1 de junio de 2014

Aprecio

Las sorpresas calan como el brillo de un traje de lentejuelas y, así de resplandeciente me encontré cuando Juan Carlos me animó a escribir conjuntamente algún texto para coserlo al blog. Será así la auténtica amistad, aquella que se ofrece a cualquier persona con total desinterés, buscando solucionar algunos de los pequeños problemas de la otra persona, sin indagar en posibles respuestas a vacilaciones o perezas, pero siempre permaneciendo cerca de esa persona. Convidando con palabras, una mano o un hombro con el que unir esfuerzo, ilusión y afecto. Así de decidida me distinguí cuando Juan Carlos instó a hacer algo conjunto. Por tanto, me queda hacer lo que todo amigo establece: dar las gracias por tu disposición y cariño.




Cantó y celebró el triunfo por todo el terreno pero fue Victoria quien acudió al palco. Él quiso aclarar el malentendido, sin embargo fue ella quien lo hizo, explicando como ocurrieron los hechos que dieron lugar a la victoria triunfante que él pretendía celebrar. Las palabras de Victoria armaron un gran revuelo en el auditorio. De repente, su público juntó entre sí todas las piezas del discurso frente a la boca agrietada y los brazos cometas que él había blandido hasta armar toda la escena, a modo de rastro luminoso de un cometa que gira alrededor del Sol. Aquellos que en ese momento fueron conscientes de cómo habían sido superados por un tramposo vieron centellear esa V, que pasó de representar victoria a simbolizar una venganza ejecutada por Victoria.


lunes, 26 de mayo de 2014

Jardín de infancia

Jardín de las delicias, Jerónimo Bosco

Ella era nativa del renuevo de las vides que los gusanos buscan con desenfreno y bacanal. Resultado de la crianza a base de pétalos que se mantienen unidos al ápice de su lengua materna, del símbolo del calor sofocante en verano. Desde bien pequeña sondeaba todo lo que le rodeaba: su ambiente, las circunstancias que condicionaban sus episodios, sus necesidades, mientras se agarraba fuertemente a la claridad que los adultos le ofrecían. Las dudas y el pánico se apresuraron en su biografía, la tarde que su hermano mayor huyó de su vida, abandonándola y dejándola sin valerse por sí misma. El mañana se quedó sin la oportunidad de contar sus intimidades ante la piedad del juez, con el pasmo en presencia de su insensibilidad. No logró alcanzar la línea de meta que le esperaba con su propia descendencia.

jueves, 1 de mayo de 2014

Ganga de la mena


Buscando cómo duplicar la realidad de los viejos guiños amoldada a las cerraduras de las palabras, te recorro y te asciendo entre saldos moderados. A modo de altavoces, imagino los visajes de los enunciados donde la verdadera movilidad de los vocablos repasa en voz de grito vocinglero tus anillos leñosos que cuentan sin parar. Así me encuentro con fechas a las que resulta imposible silenciar y de repente comienzan a delatar sus maniobras. En esta desproporción, la noche concede a ojos y oídos, el alma yacimiento que vive confesa al delicioso repertorio que el amante vive al descubierto, en las afueras de la misma profundidad donde se advierten las pulsaciones que guardan las yemas de los dedos. La catequización instintiva de tus recuerdos me iniciaron a beber en diferentes fuentes y a considerar que cualquier diseño de atracción o propensión hacia otra persona acarrea ciertos residuos en el bote.

domingo, 13 de abril de 2014

Cambio por...


Alquiló el almacén por un tiempo prudente. No contradijo a la satisfacción de disfrutar de lo que más deseaba: aflojarse y distenderse. El ofrecimiento implicaba descuidar en el frigorífico el rigor de las desdichas, así como aceptar la ablución sin la misa y fuera del baño ritual del Mikvé. En un pañuelo de papel autorizó la acogida de la alborada para unirse al rumor del agua, a la luz desbordante que sobrepasa la velocidad máxima permitida. Y mientras, en la cuna de red para pescado de cumade, su cuerpo se dejaba arrullar por la claridad de ideas hasta esconder las ojeras desveladoras que provienen del escozor que el tacto áspero del constante de los días abandona. No se enfrentó a la ilusión del trance, de madrugada ya no sujetaría la negada ilusión, solo necesitaba ceder un alias, un receptor y unas palabras para mantener la ficción del ensueño en otras utopías.

sábado, 5 de abril de 2014

Laberinto

Ahora que los pájaros se endomingan en el aligustre y los insectos deslizan con descuido sus patas entre el barullo de la cubierta fresca sobre la epidermis renovada, la remesa de palabras chirrían entre malapropismo que alguna vez complacieron los instintos básicos. En el momento que la deformación abraza hasta irritar los ojos y "desmoronar" la nota de despedida que bebe lágrimas de carey, mi trayectoria se altera en una fracción incomprensible mientras las cosas alargan su rumbo como las nubes rolan en primavera. Aún así, continúo presionando mi ventosa contra la pared, asumiendo que la brisa que guarda la parte más cóncava de la estampa, con toda clase de gotas frías, convive con la inquietud que termina desfigurando todo mi ser. Este mal empleo a propósito se corona con el deseo de admitir copias de viejas fotografías, soportar el ruido de un mosquitono e incluso, obviar el transcendentalismo del tiempo que dura una claridad del sol llegando a guardar el mundo natural.

sábado, 22 de marzo de 2014

Burbujas


En el recorrido entre la sombra y la luz del vertedero marítimo de los recuerdos, cada una de las burbujas que completan el vagón silencioso del trayecto son puertas donde quedan incomunicadas las viejas emociones. A través del agua y el aire de las pequeñas pompas, se modela el lugar idóneo donde esconder la argamasa de la ira, el miedo y el amor que guardo. La más inquieta de todas las burbujas es una ampolla minúscula donde se propaga el afán y el deseo, con el único propósito que escoltar tus referencias e insinuaciones sin disfraz. Bajo su propia firmeza, frente a la música que hacen tus citas, toma las decisiones más oportunas totalmente independientes a las mías. Está atenta a todos tus movimientos como el halcón que no deja escapar la presa. Mientras, insuflo aire en las burbujas del disgusto, de la sorpresa o la alegría para ver como se decolora tu nombre pero el glóbulo casca con atrevimiento las demás bolsitas jabonosas hasta paralizar el líquido que atrapa el aire conmovedor. Así consigue que la agitación exclusiva de la pequeña burbuja, presionada por tu recuerdo, expanda su superficie como bombas de tiempo dispuestas a mantener el brillo de tu voz y la densidad de tu perfil.

sábado, 8 de marzo de 2014

Rancio abolengo


¿Qué llevarán las huellas de tus pies que me acercan a ti ondulando con rastro fácil, antes de que el aire borre la marca? Sucede que mis ojos se volvieron invulnerables a la menudencia de los granos de arena que retiras en cada pisada, hasta llegar a someter mi vista al color de la arenisca desagregada. Sin cesar, mis párpados corren entre pequeños temblores mientras reviso las tentativas gastadas que aún permanecen dentro del tarso, en el soplo que tus labios besan el suelo tras los pasos. Y como si diera vida, la parte horizontal del escalón sobre el que me asiento enfunda la hermosa propiedad de arrimar bultos distantes que se aproximan uno a otro por las rodadas en el carril.


sábado, 1 de marzo de 2014

Rareza


"Del yo al yo, la distancia es inmensa"

En los pequeños olvidos pasa la vida. Entre la moderada intensidad y poco apasionada de los hechos cotidianos y los inusitados acontecimientos que al colocar la carne convenientemente en el espetón suceden inusualmente, abandoné la bolsa con el bote de tabaco de liar que me pediste en el instante en que introducía la llave en la cerradura. Agitada, calada por la lluvia y soportando las prendas adheridas a la figura, corrí hacia el coche descuidando el envase de picadura en la acera. Empleé 5 minutos en hacer el recorrido y, teniendo en cuanta que llegamos a recuperar ocho recuerdos en 1 segundo, 2.400 recuerdos navegaron en paquetes compartimentados por mi mente antes de penetrar en el vehículo. ¿Qué recuerdos luminiscentes destacan sobre los demás oscureciendo las otras imágenes almacenadas? Puede que la conclusión esté en que abandoné el bote porque en este casco tallado por miles de neuronas conectadas, la luz de esa mención se escapó por las paredes mientras un operario tapia los portillos por donde deberían reflejarse los recuerdos. En esta variedad de caverna de Platón, no se aceptan ciertas aficiones excesivas y perjudiciales que se sienten como un banco de niebla gris y diseminada por la memoria que indiferentes terminan viéndose como rosas ahogadas.

lunes, 17 de febrero de 2014

Efecto de los besos


Los besos que sisé de tus cuidados ruedan constantemente de los sueños a la frente, hasta que en ocasiones se cuelan como una moneda falsa hasta el cuarto cerrado y húmedo que calla mi boca. Durante un par de días, esos besos acorralan todos los sabores en el paladar y, el regusto peregrina de un lado a otro de la pared interior de las mejillas buscando resolver por qué se espera a los besos prohibidos. Tragando continuamente, el gusto dulce se escabulle entre los demás sentidos hasta envolver el olfato, e incluso el mismo oído. Con alas prestadas, los besos viajan por toda la sensibilidad que vigila los retratos antiguos como anestesia que acoraza el mañana. Y adormecida parte de la conciencia, los besos se tiran como chinas que impactan de lleno en la memoria con la única misión de no agotar la estela que encapota la boca y la mente.

"Bebe del labio
el beso que te ofrece
como agua fresca"

domingo, 9 de febrero de 2014

Zona de paso

Katerina Sokova
Al abrir la puerta lateral de la lavandería, te vi cruzar hacia las secadoras. Dirigí mis pasos hasta converger con tus huellas y tras la fórmula de gestos cordiales, te pregunté: ¿este año celebrarás tu cumpleaños? Al responder, sentí de qué modo me salpicabas una gota de saliva cristalina en el ojo. Los minutos que aplazaron tu respuesta, difuminaron el contorno de la chispa insignificante mientras advertía como surgía una recatada molestia ocular. Como si de una criptomnesia se tratara, la originalidad de la pregunta buzoneaba en la  memoria oculta al desbocar la retentiva olvidada que guardo de esa fecha. Tu despedida me arroja: "Pensaré en ti, quizá". Frente a la puerta de una lavadora, miro el ojo y no reparo nada especial, aunque sospecho que mi vista empeora lentamente, a la vez que las pupilas se cierran en presencia de la luz que extiende las velas de aquella tarta de cumpleaños. Aquí, ya lejos, sin anticiparme al murmullo de tu sonrisa y de espaldas a la luna, alcanzo con la mirada el tiempo que aprecio desde el presente.

viernes, 31 de enero de 2014

Palabras flechas


Por el camino, la palabra/flecha cruzó la linea divisoria que separa la razón de la ligereza sin llegar a ser el blanco al que se dirige el ansia intensa de toda prerrogativa. Después del sobresalto y la inquietud de sentir de cerca la veloz saeta, el arreglo calma la relación con el mundo. Más bien queda la tranquilidad de no tener la responsabilidad de apoderarse de la gastada caza de brujas, evitando daños y perjuicios que la casual batida pueda ocasionar a cualquier montero. Lo valioso del lanzamiento es la acrobacia del pequeño arpón, dándose ínfulas ante el empuje hacia adelante arrastrando la fuerza que desarrolla tras la corriente dejando atrás los descuidos y la flaqueza del arquero. El final del trayecto es una emoción silenciosa como un convenio encubierto que inventa e imagina figuras representadas mientras presiente lo que sucede en la persecución escenificada.



Si le gustaron mis versos
qué más da que sean míos / de otros / de nadie.
En realidad los poemas que leyó son de usted:
Usted, su autor, que los inventa al leerlos..

José Emilio Pacheco

Iba a llamarse ‹‹Anonimato››.
Publicaría no firmas sino poemas;
se haría con poemas, no con poetas.
Y yo quisiera como el maestro español
que la poesía fuese anónima ya que es colectiva

viernes, 24 de enero de 2014

La garganta seca


De repente los barcos pesqueros se asomaron al puerto antes de gritar al porvenir mientras una niña corre por el muelle tras ver los ojos de la embarcación acercándose lentamente. La tos pueril desbarata el lienzo de la lluvia gris frente al hormigón de la costa. Despellejando cada estampa portuaria, la niña anda con el chicle en la boca entonando su canción favorita mientras grita y ríe golpeando los pies en el cemento antes de que las amenazas, insultos y agresiones gasten saliva hasta secar la garganta de los flamantes proyectos futuros. Algún día sentirá como se rompen sus alas justo en el momento de subir al buque y dejará de creer en el deseo de partir como un naufrago contemplando la marea negra hasta terminar perdiendo la contraseña que accede al cambio de estrategia.

sábado, 18 de enero de 2014

Parabienes papás


       




Ana María,

anuncio de alegría

ojos de luna.


Para la pareja más amable que conozco desde que comencé por estas redes. 
Enhorabuena papás.

martes, 14 de enero de 2014

Rapiña


Todo el día rodeada de palabras descubiertas, "regalo de una cafetera" o campechanas, "cuando el amor llega así de esta manera". Otras se van sellando como las cañerías del gas después de una explosión vecinal "batas blancas y lazos negros". Algunas no me atreveré a articular distintamente porque la familiaridad ya no será la confianza en el uso ni la sencillez, llegando a convertirse en menciones con autoridad "poner la mano en el fuego por ti". En ningún momento he vetado el acceso a algunas palabras porque como Ángel González ilustraba, la fatiga no está en los ojos que miran, está en todo lo que ven. Tampoco he dormido en palabras de timonel, he cambiado tantas veces de repertorio que ya no sé donde detener el idioma. Pero entre las palabras sobrecogedoras, desvestirme es un poste donde los miedos labran figuras irreales y fantasmales. Aún así, por esta ronda las palabras cachivaches se abren de par en par para crear el propio mundo entre relojes y holgura.

martes, 7 de enero de 2014

Este jueves un relato: Un regalo con inspiración

Regalo de mi amigo/a invisible
Gaby nos propone un regalo con inspiración. Después de asignarnos a cada uno/a de los participantes una imagen al azar que los propios jueveros le enviaron por correo, nos invita a crear e inventar un texto en torno a dicha fotografía.
Más regalos en casa de las letras despiertas de Gaby.




Los descuidos hacen que la brújula me sorprenda distraída. No iba a tirar todo por la borda sin disfrutar de un nuevo interregno porque si algo me parece bien es dejarse llevar por el viento y que el frío ensanche mis pulmones. El poco valor que los demás conceden a la preexistencia de esta idea, concede a mi sueño un fuerte envite, el suficiente para ganar la partida. Sin llegar a ser un pájaro, muevo las manos como un pianista sobre un teclado conocido mientras mi corazón se agita hasta desviar la sangre hacia el exterior de mi cuerpo, a modo de un pequeño soplo que funciona de guía liberador. Entre la poca gente de a pie que resiste la luz de las mañanas heladoras, intento aprender a volar descolgando toda la desconfianza como murciélagos en un túnel. Apoyando los pies en cada peldaño, subo gradualmente sin rendirme ante las adversidades y no pararé hasta que mi oxígeno se licuefaccione, teniendo únicamente un pensamiento en mente: el amor al vuelo. Me recreo sobremanera al descubrir el resplandor circular de ese sol y sombra, lleno de posibilidades para recordar ese momento, "porque un día habitaré otro tiempo y éste, resultará tan lejano que parecerá no haber existido".

viernes, 3 de enero de 2014

Sostén blando


Como en un proceso de desosificación, cada uno de los 206 huesos fueron mudando el endurecimiento medrado por el cartílago flexible del inicio del desarrollo para que la tesitura del instante alcanzara a ablandarlo. En ese tratamiento de conformación, los huesos esponjosos se desarrollarón en una red con forma de malla donde la multitud de trozos diminutos de despojo se unirían entre sí hasta acomodarse a distintas situaciones y propuestas de otros. En este reciclaje, el hueso hioides del cuello no se quebrantaría tras un estrangulamiento y las costillas verdaderas dejarían de proteger a los poetas frente a sus versos. El reemplazamiento continuaría por moldear una nueva región caudal en la que aumentar la cantidad de agua que alimenta el corazón y estirar el carácter, como un bautismo de urgencia para salvarse de los errores de la bestia. Mediante esta derrota progresiva a la severidad, el punto primitivo de la transigencia del fémur se evidencia con el cambio de voz que las piernas-arpas ofrecería en cada una de las 47 cuerdas musicales con las que se movería. Este nuevo cuerpo encorvado traería a favor huesos frescos, sin fusionarse, que incluirían: vértebras flojas, abanicos esqueléticos y mariposas óseas más no cuelgan de hilos sino de enlaces de apego sin condiciones y voluntad absoluta. Con las nuevas piezas constantemente permanecería elástica y tierna.

Son personas blandas, dijiste años más tarde.
Tú permaneciste blanda:
     el cuerpo,
     la piel,
     la nuca,
     el cabello,
     la cabeza,
     el rostro,
     las palmas,
     la sangre,
     los vasos sanguíneos,
     las aurículas del corazón,
     los ventrículos del corazón,
     el corazón,
     los ojos,
     las pestañas,
     los párpados,
     las orejas,
     las lágrimas


Anat Levin