Ésta es la noche de Selene donde la luna, vestida con puntos negros como el lomo de una iguana, busca mudar su aspecto para alcanzar la vida eterna. El último sueño del domingo, con el que desafiar el semblante del lunes y esperarlo donde siempre y a la misma hora del amanecer. No aguantó a que el alma se durmiera, antes se encaprichó con la sencillez de la noche, en el ínterin busca entre las estrellas decidir un plan de fuga con el que escapar de una cárcel diferente y esperar una semana ligera. Durante la madrugada, comenzó por tabicar algunas poternas de la fortificación que daban al foso de arena donde caen las ilusiones saltarinas, continuó reculando con la minúscula lunación hasta llegar a recordar arterias suaves, por donde los hilos de la memoria se vuelven afilados como una fuga de Bach. El ciclo de las horas se suceden y el lunes se tropieza con la piedra, el papel y la tijera. En la bolsa de huida, el pedrusco aporta balasto a la mano con la que asentar y sujetarse a la tierra, el papel ofrece palabras con las que recibir bienvenidas, separaciones, idas y reapariciones y, la tijera censura y reprueba los actos.
"¿Quién no escribe una carta? ¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
domingo, 19 de mayo de 2013
Sueño de domingo
Ésta es la noche de Selene donde la luna, vestida con puntos negros como el lomo de una iguana, busca mudar su aspecto para alcanzar la vida eterna. El último sueño del domingo, con el que desafiar el semblante del lunes y esperarlo donde siempre y a la misma hora del amanecer. No aguantó a que el alma se durmiera, antes se encaprichó con la sencillez de la noche, en el ínterin busca entre las estrellas decidir un plan de fuga con el que escapar de una cárcel diferente y esperar una semana ligera. Durante la madrugada, comenzó por tabicar algunas poternas de la fortificación que daban al foso de arena donde caen las ilusiones saltarinas, continuó reculando con la minúscula lunación hasta llegar a recordar arterias suaves, por donde los hilos de la memoria se vuelven afilados como una fuga de Bach. El ciclo de las horas se suceden y el lunes se tropieza con la piedra, el papel y la tijera. En la bolsa de huida, el pedrusco aporta balasto a la mano con la que asentar y sujetarse a la tierra, el papel ofrece palabras con las que recibir bienvenidas, separaciones, idas y reapariciones y, la tijera censura y reprueba los actos.
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Pero que bonito cuentas algo tan normal y natural como el paso de un día a otro, yo sigo asentada en el domingo, su noche la intento retrasar.
ResponderEliminarUn beso, buena semana,
Somnis...
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=xvnPvFAzeAI
Tria l'estrella que t'agradi més.
LOs finos hilos de la mala memoria, que no se acordó de olvidar...trenzaste un plan a la medida de nuestra fuga ilusoria para encontrarnos fuera de los calendarios, con un punto de unión a la tierra, las palabras que se nos cayeron de las manos y esas tijeras para cortar el fino hilo sollozante de la tristeza que aporta un nuevo lunes de bienvenida a la misma vida.
ResponderEliminarVenga, venga...que ya sabemos que el lunes es día lunero, PERO NO ES PARA TANTO, jajajaja. En cualquier caso, describes el fin del finde y el inicio de la semana con maestría literaria. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn beso
Piedra, papel, tijera... una buena mochila para empezar una semana ligera.
ResponderEliminarUn abrazote
Preciosa descripción del paso de un día a otro, melancólico.
ResponderEliminarPero... a mí, los lunes me gustan: son como una hoja nueva donde plasmar proyectos, una promesa de futuro.
Me gustan tus palabras. :)
Besossss
De Bach prefiero las tocatas. Fugar, se fugarme sola.
ResponderEliminarLo cuentas tan bien que parece que comenzar el día es todo un deleite, o como mucho echarlo a suertes, a ver que sale. Bueno, todavía queda algunas horas para que salga la luna lunera...
ResponderEliminarUn beso
Las tardes de domingo tienen estas cosas. O te dan por deprimirte o te dan por soñar...
ResponderEliminarBesos
EXCELENTE CREACIÓN DE IMÁGENES. UN PLACER VISITAR SU ESPACIO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Volvió el noble trabajo
ResponderEliminaraleluya
qué peste
faltan para el domingo
como siete semanas.
Poemas de la oficina
Mario Benedetti...
(entre tú y Benedetti me habéis recordado que mañana es lunes...)
buena semana, mi querida selene :)
ResponderEliminarabrazos, esi*
Voy a salir a la ventana y me voy a echar una partida al piedra, papel, tijera... a ver que trae la próxima semana...
ResponderEliminarBesos abisales
A ver si es verdad que puedo ver la Luna, las nubes casi que impidieron la vista del astro rey :)
ResponderEliminarBesos y salud
Más vale tener un sueño de domingo, que no un lunes al sol, como por desgracia en este país tienen millones de personas.
ResponderEliminarEsi, te espero con tu "hartura" el jueves en mi casa. No faltes que paso lista ;-)
Besos.
Bueno es saber que el lunes se tropieza, aunque sea con el azar. Nosotros nos tropezamos con él una semana sí y otra también, y tampoco sabemos lo que nos va a tocar. Muy hermoso. Un abrazo.
ResponderEliminarNi la luna, ni tus bellas palabras, ni tus pensamientos mas oníricos, son capaces de cambiar la realidad de los lunes, la realidad de todos los días que nacen con una piñata colgada en sus horas, para que seamos capaces de coger sus regalos.
ResponderEliminarUn abrazo., amiga.
No la tiene fácil en su rodar, la pobre y solitaria luna... Un abrazo.
ResponderEliminarEsilleviana,
ResponderEliminarMira que bonitas cosas dices:
El último sueño del domingo
esperarlo donde siempre y a la misma hora del amanecer
se encaprichó con la sencillez de la noche,
No aguantó a que el alma se durmiera
donde caen las ilusiones
por donde los hilos de la memoria se vuelven afilados
y el lunes se tropieza con la piedra
sujetarse a la tierra
recibir bienvenidas
idas y reapariciones.
ABRAZOS amiga
Yo me estoy echando unas siestas los domingos... porque la semana es larga y no sabe una con lo que puede tropezar. besos.
ResponderEliminarParece esta poética una noche de duermevela, sobre todo si es de preocupaciones, no se la deseo a nadie porque luego al día siguiente, andas arrastrandote.. Pero leído así parece hasta hermoso..jjeje
ResponderEliminarbesos
Poternas que nos cierran las mazmorras donde meter nuestras peores pesadillas, ojalá así fuera.
ResponderEliminarBesos y besos
Por suerte es martes, porque los domingos que le dan paso al lunes son: muy domingos y muy lunes. :):) Aunque la luna tiene ese ángel para todos las noches de cualquier día como se llame.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Curioso acabar de escribir mi texto y leer aquí tu 'piedra, papel y tijera...'.
ResponderEliminarAlgo común nos ronda...
un abrazo
Selene feliz te mira , ella y sus fases como nosotros
ResponderEliminarabrazos
Nunca me han gustado los domingos por la tarde, cuando era chico eran como el pasillo de la muerte de los lunes al cole. Por eso me gusta el reto al lunes: donde siempre, a la misma hora del amanecer. Y que se den el uno al otro.
ResponderEliminarDelicioso, Esi. Un abrazo
Anda, Esi, participa en este jueves. Luego le dices a los de las otras convocatorias que no escribías porque te dolía la cabeza, pero que hoy te tomaste un paracetamol y te salió el relato de lo harta que estás ;-) jajajaja
ResponderEliminarBss
miralaaaaaaa, miralaaaaaaaa...buscando quorum, halaaaaaaaaaa, jajajajaja...
ResponderEliminarA mi se me ha ido el lunes y el martes... llego en miércoles con la sensación de que este domingo me acordaré de lo bien que me cuentas como vamos saliendo del descanso para entrar otra vez en la semana... con ese ritmo lento y suave...
ResponderEliminarBesos
(Se que os tengo abandonados pero mi portátil no funciona y voy de prestamos, espero volver a estar pronto de nuevo)
El sabor de la madrugada del lunes, cuando parece que toda una vida está por despertar. Bello.
ResponderEliminar¡Abrazo Esilleviana!
Si Dios no hubiera descansado el domingo, habría tenido tiempo de terminar el mundo...
ResponderEliminarabrazo