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Regalo de mi amigo/a invisible
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Gaby nos propone un regalo con inspiración. Después de asignarnos a cada uno/a de los participantes una imagen al azar que los propios jueveros le enviaron por correo, nos invita a crear e inventar un texto en torno a dicha fotografía.
Más regalos en casa de las letras despiertas de Gaby.
Los descuidos hacen que la brújula me sorprenda distraída. No iba a tirar todo por la borda sin disfrutar de un nuevo interregno porque si algo me parece bien es dejarse llevar por el viento y que el frío ensanche mis pulmones. El poco valor que los demás conceden a la preexistencia de esta idea, concede a mi sueño un fuerte envite, el suficiente para ganar la partida. Sin llegar a ser un pájaro, muevo las manos como un pianista sobre un teclado conocido mientras mi corazón se agita hasta desviar la sangre hacia el exterior de mi cuerpo, a modo de un pequeño soplo que funciona de guía liberador. Entre la poca gente de a pie que resiste la luz de las mañanas heladoras, intento aprender a volar descolgando toda la desconfianza como murciélagos en un túnel. Apoyando los pies en cada peldaño, subo gradualmente sin rendirme ante las adversidades y no pararé hasta que mi oxígeno se licuefaccione, teniendo únicamente un pensamiento en mente: el amor al vuelo. Me recreo sobremanera al descubrir el resplandor circular de ese sol y sombra, lleno de posibilidades para recordar ese momento, "porque un día habitaré otro tiempo y éste, resultará tan lejano que parecerá no haber existido".