"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

lunes, 2 de julio de 2012

Festejo

Marea Roja. J. L. Escudero
Como una pequeña estría en el hemisferio austral, el extravío y la confusión que vivieron en aquella barra de bar se asoció a la primera intimidad que ambos disfrutaron. Un acontecimiento artificial prometía una larga noche de celebración en aquel pequeño rincón. El terreno estaba delimitado por la música ambiental de palabras veloces y, con el aire del mes de julio donde la alegría no tenía nombre ni premisas hallaron algo en lo que apegarse y descubrirse mutuamente. Las interjecciones ante la puerta abierta del larguero consiguieron que el ventarrón de la exclamación agitada reclamara la atención de uno sobre otro buscando una suerte garantizada. El bodegón de la pared les protegió de las miradas anónimas y las luces rojas de sus teléfonos móviles empañaban la escena ante los curiosos. Así, colmados de encanto y rebelión frente a los bachichas, celebraron en el anverso del cosmo la disciplina de desafiar a una cuadrilla que realizó una bonita labor mientras sus corazones se agitaban bajo el tejido suave de sus camisetas rojas.

Otra forma de entender esta Celebración

15 comentarios:

  1. Que maravilla, amar al son del triunfo...

    ResponderEliminar
  2. Hallaron algo en lo que apegarse, con la trampa de la suerte garantizada como premisa de la paradoja coincidente. Hay intimidades compartidas que generan verdaderos terremotos moleculares, y bocas prestadas que auguran partes metereológicos ejemplares. Incluso se vislumbran pequeñas marejadas, a la luz de una luna vestida de esperanza y grana.

    ResponderEliminar
  3. En la piel de toro, desde ayer, también hay una marea roja que lo cubre todo, y muy ruidosamente...jajaja
    Besos y salud

    ResponderEliminar
  4. Bueno, es lo mejor de esos triunfos. Las historias que nacen y se bifurcan a partir de ellas...Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Momentazooosss!!!
    Me encanta como lo dices ;)

    Besos abisales

    ResponderEliminar
  6. Escuché una noticia en la radio que aseguraba que lo de ayer dentro de nueve meses tendrá inesperada continuidad multiplicada. Es el eterno juego de verdad y consecuencia. Lo explicas muy hermoso. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Un placer bonito, pasarme por tu espacio.

    Muy bien expresado!

    Besiños!

    ResponderEliminar
  8. ummmmm, eso de la pequeña estría del H. austral...rediez, ten piedad, mujer, verano y hace caloooooor, jajajaja

    Un beso

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. Algún día triunfarán mis ganas y beberé siete días seguidos la sangre de mis lejanas derrotas.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  11. Algún día triunfarán mis ganas y beberé siete días seguidos la sangre de mis lejanas derrotas.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Mucho rojo, sí, pero me gusta.
    Besitos, Esi

    ResponderEliminar
  13. Y aquella roja pasión se vio aplaudida por toda la afición...
    Besos, Esi.

    ResponderEliminar
  14. Encantada, Esilleviana.

    Estoy fascinada ante las múltiples lecturas que tiene el texto que nos dejas...;)
    B7s

    ResponderEliminar
  15. Cualquier ocasión es buena para celebrar el amor.

    Besos

    ResponderEliminar