"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

jueves, 10 de febrero de 2011

Seda negra

La gimnasta lanzó la pelota al aire, hizo dos piruetas y la recogió en la última voltereta. Su profesor le enseñó a escribir la danza creando distintas estructuras en las que se sucedían los movimientos que le acompañaban desde hacía muchos años. Pero el tiempo de la fruta estaba cerca, pasaron las flores y ahora se acercaba la maduración propia de una mujer que dedicó toda su adolescencia y crecimiento a observar, a ensayar y ejecutar toda clase de oscilaciones, giros, rotaciones y dobleces destinadas a la pasión por la que se entregaba en cuerpo y alma. Y con la pelota en la mano, mientras se dirigía al vestuario recordó los tres verbos que su profesor le recordaba: hilar, devanar, aspar. "Estas acciones suman el proceso completo de transformación de la lana recién cortada hasta la madeja con que luego se puede tejer. Primero se hila, luego se devana y finalmente se aspa, lo que añade ciertos compartimentos: cada uno que se ocupe de lo suyo que de lo otro se ocuparán los demás". Más que insolidaridad de aquella expresión, lo que apuntaba su instructor era definir con claridad los respectivos papeles de la pupila y el rufián en el negocio que entre ellos llevaban: haga cada cuál su oficio. Él lo tenía claro, no continuaría con sus entrenamientos, conocía a la perfección cuando una persona está terminada,  a pesar de que ella se resistía a captar el sentido de sus palabras. Y entonces, al abrir su taquilla encontró un pañuelo de seda negro. En un estado lamentable enfrentró su alma vacía, sin esperanzas, sin saltos, sin sonidos, sin vibraciones del altavoz en un concierto de rock, su danza ya no significaba nada, la escritura de la música estaba falta de notas y las coreografías no batían los ritmos que ambos llegaron algún día a componer. Recibió las sensaciones que tanto negaba y solo deseó que en cierta ocasión poseyeran los tableros del redondel.

10 comentarios:

  1. Pues me he portado como un actor casi acabado, sé que al bajar del escenario me partiré por ti las manos, a golpes contra el decorado, a golpes contra el calendario. Como un novato enamorado. Como dice la canción.

    Hilar, devanar, aspar. Seguir.

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  2. Un magnífico relato que sabe a experiencia... he conocido un par de jóvenes que se sintieron así cuando acabó 'su tiempo' de gimnastas.

    abrazos dos, beso uno

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  3. Imagino que todo tiene un final, la cosa está en como afrontarlo y en como tirar para otro lado.

    Besitos

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  4. Lo cierto es que me ha desconcertado un tanto lo del pañuelo negro. Supongo que es la forma de decir "Tu rendimiento ya no va más allá, estas acabada". Pero en realidad el pañuelo puede tener otra significación y, aunque posiblemente no sea este el caso, el que dejó el pañuelo puede estar diciendo "Yo soy el amo y te castigo". (Un pañuelo negro significa sadomasoquismo y es un lenguaje comúnmente utilizado por los leather).
    Salu2.

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  5. Dime entonces que significado le has querido dar. Se lo que significan los pañuelos de distintos colores y en distintos bolsillos, pero no en la taquilla.
    Salu2.

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  6. Lo que cuentas en este precioso relato es un final, pero no es el final, se acaban los ciclos, pero se debe de aprender a empezar ciclos nuevos.
    Es el fundamento de la vida.

    Saludos

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  7. El ser humano, mejor dicho algunos, bastante pocos, es uno de los pocos seres que pueden resucitar de sus propia cenizas, pero no siempre como uno quisiera. Un abrazo.

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  8. Claro, es que definitivamente no hay mejor principio que un final. Saludos.

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  9. Has transmitido toda la fuerza de la frustración que se siente cuando se termina. Lana y seda. Todo final es un principio, pero de algo que todavía no hemos hilado y, mucho menos, devanado.

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  10. Madre mía...hay escritos que son bellos en las formas. Los tuyos están henchidos de significado existencial, de experiencia, de vida. Y llega el temido cambio...hilar, devanar, haspar...en compartimentos herméticos
    e impermeables, separados, tratados en su individualidad. El problema es cuando hay poros...y se mezclan los procesos...y encima hay quien mueve la mezcla con insistencia.
    Pero los cambios siempre significan vértigo.

    Muy interesante, mucho.

    salud y alegría

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