"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

viernes, 25 de febrero de 2011

Intercambios

Por norma desconfiaba de las buenas palabras pero desde el mes de octubre en que atendió las proposiciones de sus ideas sin sentir la necesidad de abrir el buzón de sugerencias, reinició una credulidad y seguridad que advertía cada vez que intercambiaban sonidos articulados, aún sin representar en todas las situaciones bocetos con mensajes reconocibles. Sin tener claro en qué momento apareció aquella trabazón simultánea en sus equipos informáticos, se hallaron conectados a una red central. Invirtió parte de su tiempo en aquellas conexiones de cables, consumiendo su alma en un nuevo interés que le daba vida y aliento. Como los volantes de una falda sin gracia y con un sentimiento de inquietud y un posible daño y perjuicio, guardó y cuidó parte de su privacidad, rodeada de cierto alejamiento afectivo además de una frialdad indiferente. Con el paso de las semanas, cada uno de los rasgos que caracterizaban la escritura que recibía le reconocían profundamente, mejorando el arte de cartearse con letras cada vez más claras y bien formadas, garabateando notas de agradecimiento del tipo de Vicent Connare, creador de la tipografía de Comic Sans, su fuente favorita.  De ese modo logró gozar de la confianza y el trato personal con él, reparando en el mecanismo utilizado para cambiar de vía modificando la velocidad, hasta llegar a considerarlo parte suya, sin consentir entregarselo a otra a cambio de que se lo devolviera para poder disfrutar por un tiempo. Comenzó a negarse a repartir y distribuir el pastel en beneficio de las dos. La falta de sus palabras, de sus interrogaciones, exclamaciones, onomatopeyas y demás signos, así como de su alegría, chispa y de sus amarguras y tristezas en la pantalla, contenidas en los correos que le permitían intercambiar mensajes mediante la red, se convirtió en algo difícil de soportar, haciendo lo imposible por continuar lo que había empezado.¿Quien tendría la suficiente autoridad para deliberar acerca de su culpabilidad, sentenciando lo precedente?

17 comentarios:

  1. Brutal. Pero real! Ahora vivimos entre cables, nuestra sangre palpita en pantallas. Buenísimo!

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  2. Ah, esas palabras antes abundantes, que de repente no aparecen. El pensar que alguien es nuestro y, de repente, no tenemos ni cuatro letras escritas.

    Una angustia que se muestra muy bien en tu escrito.

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  3. Las decisiones y acciones que emprendemos...
    Sólo ellas podrían darnos el juicio.

    ( Mi fuente favorita, también es esa)

    Un abrazo.

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  4. No puedo imaginarme tener que soportar una existencia sin palabras, sin poder asir lo que siento y articularlo en letras.

    Un abrazo!

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  5. La culpabilidad es relativa en la realidad, mire si iba a ser diferente en la virtualidad.
    Es más factible hablar de necesidades humanas, soledades oscuras, pulsiones urgentes e instintos básicos. Y serían los mismos que frente a frente.
    Y las palabras redondean lo que se siente.

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  6. Me empieza a preocupar sentirme tan identificado con las cosas que escribes...seguro que tú y yo no nos conocemos?
    desde octubre...dices
    correos con letra comic sans...
    alejamiento afectivo...En otro caso estamos viviendo experiencias paralelas y semejantes...

    salud y las chispas q le sobran a mi mirada...

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  7. Asimov sería feliz mirándonos por un agujerito... nos hemos convertido en lo más parecido a un robot, fruto de su imaginación.

    Gran relato, niña :) gracias por compartirlo

    Mi fuente favorita es la Time NR en cursiva :)

    beso(s)

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  8. Esto me suena a algo, no soy muy perspicaz, pero creo que sé a que te refieres, creo, no lo se, a lo mejor no,no, creo no, definitivamente no...¿o si? Besitos.

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  9. Construir confianzas en las distancias...con palabras de arena, que el viento borra.
    Es complicado elaborar una metódica ceremonia de seducción, a través de la red...
    LLegan las emociones, llegan los sentimientos...
    pero no llegan los gestos, ni los tactos imaginados.
    No vieron derramarse ni una sola lágrima...
    Y les juro que las hubo, y fueron las más bellas
    que nunca antes había derramado...

    palabra

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  10. A veces, esas palabras en red nos salvan de los silencios cotidianos. Luego, perdidos en ellas, anhelantes de ellas, cuando nos la retiran, cuando las perdemos, el silencio que vuelve a nosotros tiene doble poder.

    Tampoco yo podría ser juez...

    Un abrazo y gracias por tu visita y lo acertado de tu comentario.

    Saludos

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  11. Excelente relato , me ha gustado mucho, es muy actual, muy preciso, cuantos y cuantas horas pasamos frente a la pantalla , buscando la comunicación que se ha perdido en el reflejo de carne

    reflexivo mensaje nos dejas
    besitos y feliz fin de semana!!!

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  12. Se siente la angustia en el personaje. Esta muy bien escrita la historia, además es moderna.
    Muy lindo tu blog!

    P.D:Con respecto a la consigna del ejercicio te comento que es del libro "Taller de Escritura" de Alma Maritano. Asi que si querés trabajar con la consigna, podes hacerlo tranquilamente! Besos!

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  13. Esilleviana, con este relato real te has desnudado ante los presentes, algunos posiblemente lo entiendan, otros no, porque no saben lo que yo. Un fuerte abrazo.

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  14. Mientras que llega la persona a la que diriges estas palabras, me permites confirmar tu gran acierto: escribes de maravilla, sobre todo porque se te entiende hasta la última letra, todo lo que difunden tus palabras es sabiduría cubierta de experiencia, adornada con buenas intenciones... lo siento, pero tendrás que cambiar de estrategia.
    y todo esto ¿por qué?

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  15. Es la comunicación del siglo XXI, buena prueba son éstos blogs y los cientos de redes sociales que pueblan nuestro universo comunicativo actual.
    Pero se pierde en contacto humano.
    Buen relato

    Un abrazo

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  16. ¿Se verá alguien retratado en tus palabras?
    Salu2.

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