"Del yo al yo, la distancia es inmensa"
En los pequeños olvidos pasa la vida. Entre la moderada intensidad y poco apasionada de los hechos cotidianos y los inusitados acontecimientos que al colocar la carne convenientemente en el espetón suceden inusualmente, abandoné la bolsa con el bote de tabaco de liar que me pediste en el instante en que introducía la llave en la cerradura. Agitada, calada por la lluvia y soportando las prendas adheridas a la figura, corrí hacia el coche descuidando el envase de picadura en la acera. Empleé 5 minutos en hacer el recorrido y, teniendo en cuanta que llegamos a recuperar ocho recuerdos en 1 segundo, 2.400 recuerdos navegaron en paquetes compartimentados por mi mente antes de penetrar en el vehículo. ¿Qué recuerdos luminiscentes destacan sobre los demás oscureciendo las otras imágenes almacenadas? Puede que la conclusión esté en que abandoné el bote porque en este casco tallado por miles de neuronas conectadas, la luz de esa mención se escapó por las paredes mientras un operario tapia los portillos por donde deberían reflejarse los recuerdos. En esta variedad de caverna de Platón, no se aceptan ciertas aficiones excesivas y perjudiciales que se sienten como un banco de niebla gris y diseminada por la memoria que indiferentes terminan viéndose como rosas ahogadas.
Me encantó éste soliloquio...cuántos destellos entre pensamientos y acciones, cuanto se gana, cuanto se pierde.
ResponderEliminarEstar en el presente conlleva a "sacralizar" cada acto cotidiano, un boleto de tren perdido en el fondo del bolso con pasaje de ida y vuelta.
Besos muchos Esi, y buen fin de semana.
La memoria es selectiva y a veces nos juega malas pasadas ¿Ocho recuerdos en un segundo?... Son muchos... razón de más para no cargar más que con los agradables, despuntando entre las nieblas.
ResponderEliminarBesito. ;)
Y además, ya se sabe que el tabaco perjudica seriamente la salud del que fuma y la de los que están a su alrededor :)
ResponderEliminarBesos y salud
Todo un desliz de pensamientos, los tantos que nos enredan a veces la memoria jugándonos una mala pasada. No es fácil no naufragar entre tanta cosa que debemos atender y hasta desatender, la mente no siempre se ordena, sino que se desordena, y en ello, se nos van esos olvidos...
ResponderEliminarPrecioso escrito amiga, que muestra que más allá de que algo quedó colgadito de un hilo, tus palabras saben enhebrarse muy bien!
Besos!
Gaby*
CUÁNTAS IMÁGENES BIEN PENSADAS!!!! EXCELENTE!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
¿Y quien no administra rarezas? entre ese traqueteo del voy y vengo los recuerdos se descolocan y luego...luego hay que buscar a más de uno. Espero que aún los encontremos.
ResponderEliminarBesos.
El tabaco, mejor olvidarlo y centrarse en esos otros recuerdos que nos pueblan.
ResponderEliminarLa vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.
ResponderEliminarabrazo
¿¿Tantos recuerdos tenemos por segundo?? Con razón nos despistamos de otras cosas. Abrazos
ResponderEliminarBufff se me olvidan tantas cosas
ResponderEliminarEn un viaje del yo al yo se tienen que recorrer millones de recuerdos circulares que en ocasiones no llevan a ninguna parte.
ResponderEliminarBss
Millones de recuerdos que tienen los seres humanos, saludos.
ResponderEliminarQuizás entraste sin querer en la caverna de Platón en el que solo entran las sombras de los recuerdos 'vividos' y no los recuerdos 'impuestos'.
ResponderEliminarYa puestos el recuerdo de un abrazo, escritora.
Muy buena limpia. Yo la bolsa todavía la llevo encima a pesar de que no la abro hace meses.
ResponderEliminarLos pequeños olvidos que, conforme sumamos años, se van agrandando, agrandando...
ResponderEliminarSaludos
Los recuerdos que siempre queremos olvidar se transforman con el tiempo en olvidos que no queremos recordar. Un abrazo.
ResponderEliminarYeeeeeeeeep Esi!!!
ResponderEliminarPues yo lo titularía "andanadas de recuerdos bajo la lluvia a la lumbre de una buena pipa", jajajajajaja...
Un besazo!!!
ResponderEliminarPues sí... en la Caverna de Platón vivimos todos, y dentro de esa caverna, lo cotidiano envuelve nuestras vidas... hasta que ya es demasiado tarde.
· un abrazo
· CR · & · LMA ·
A Funes el memorioso le tomaba un día rememorar un día completo. La memoria es juguetona, y siempre, pero siempre, sabe más de nosotros que nosotros de ella. Y eso suena a trampa...
ResponderEliminarSaludos
J.
Olvidar un bote de tabaco en la acera en una noche de lluvia es algo que puede ocurrirle a cualquiera.
ResponderEliminarMáxime cuando la mente se tiene ocupada por tantos recuerdos.
Pelillos a la mar.
Un abrazo.
Los recuerdos son como relámpagos. Unas veces las luces están lejos y otras casi nos queman.
ResponderEliminarBesitos, Esi, besitos
destacan luminiscentes los recuerdos adheridos a una emoción, a un sentir profundo tallado a golpe de placer, destacan las imágenes que nos creamos de los seres queridos, el relato amable de los tiempos que hemos vivido. La figura omnipresente de los que ya han partido, y aquel beso que un día nos prometimos. Claro que de eso tu ya ni te acuerdas, verdad Esi?
ResponderEliminar2.400 recuerdos navegaron en paquetes compartimentados por mi mente antes de penetrar en el vehículo
ResponderEliminarMe queso con eso, pero me gusta todo.
en primer lugar, ese cuadro, la imagen que has empleado me ha atravesado el pensamiento, es identica a la casa en donde viví cuando era un drogadicto, entre la miseria y la incertidumbre de vivir el mismo día, la pobreza no sólo era externa, mi alma estaba partida en millones de pedazos y no lograba juntarlos todo porque había demasiada basura al rededor, aquel mueble roto con cartones subriendo los huecos era simplemente acojedor, hace menos de diez años que compré un verdadero colchón y muchas veces pienso que mi cuerpo no lo merece, que yo no lo merezco, me he comido todo tu texto con aquellos recuerdos aflorando uno a uno, ocho por segundo, en aquella huida hacia un mundo mejor, lejos de aquel lugar, dormir en cualquier parte donde pudiera encontrar trabajo y un alimento que tragar, olvidar a los amigos, a los supuestos buenos amigos, estos buenos momentos que vivo, son prácticamente los operarios que tapian aquellos agujeros donde se reflejan los viejos recuerdos, llenándolos de niebla densa y gris, que me hace olvidar lo que una vez viví, como si hubiese sido simplemente un cuento, una historieta de la cual me sentí identificado y me sumergí en un largo sueño del que no podía despertar, un simple sueño y nada más, gracias por escribir tan complicadamente, si fueses más clara en tus mensajes y en tus historias, quizás no me hubiese sentido tan identificado jejejejejeje :) besos!!!!
ResponderEliminarDado el número de recuerdos que el cerebro procesa en un segundo, a uno le da tiempo a pasar revista a toda su vida en el tiempo de ir a buscar una lata de tabaco al coche, no te digo ya si a esos recuerdos añadimos los del tiempo de liar y fumar el cigarrillo...
ResponderEliminarEs muy desoladora la imagen que nos pones (espero que no sean la imagen de los pensamientos).
Bss.
Recuerdos que navegan en nuestro ser, unos escondidos y otros bien presentes, pero... ¿somos realmente nosotros quienes los distribuimos? Muy bien escrito. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
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