El Demiurgo de Hurlingham, en los relatos de los Jueves, propone editar y expresar sobre las Reinas del grito, víctimas de las películas de terror.
Allí, en una confidencia, se congela la imagen de la chica rubia corriendo entre los árboles de un bosque en la noche más oscura y lluviosa. El guionista oculto creó un texto detallado donde las luces amarillas de la joven servirían como donante del amor callado e ignoto. El terror que desprende la chica jadea entre las malas hierbas que crecen en el boscaje para mantener viva la esperanza que precisa la pasión marcada en la carne fresca. El argumento de la película guarda lo peor de los días pasados: la protagonista nunca volverá a su casa, una vez cumplida su función, morirá. Sin preguntas ni dudas, sus órganos serán utilizados para calentar los brazos y piernas de sus beneficiarios humeantes. El siniestro hachero, con un hacha de abordaje, recorre tras las huellas recientes de la salpicadura del sudor juvenil, los pasos cautivos de la actriz. El pacto con el destino que ella acepta consiente que las sombras de la luna engullan lentamente su cuerpo hasta sentir la boca glacial de la intérprete.
La argumento adolecía de toda creatividad y originalidad que precisaba para atraer al espectador, después de trillar las calcadas secuencias de la cinta que tenía delante de sus ojos.
Allí, en una confidencia, se congela la imagen de la chica rubia corriendo entre los árboles de un bosque en la noche más oscura y lluviosa. El guionista oculto creó un texto detallado donde las luces amarillas de la joven servirían como donante del amor callado e ignoto. El terror que desprende la chica jadea entre las malas hierbas que crecen en el boscaje para mantener viva la esperanza que precisa la pasión marcada en la carne fresca. El argumento de la película guarda lo peor de los días pasados: la protagonista nunca volverá a su casa, una vez cumplida su función, morirá. Sin preguntas ni dudas, sus órganos serán utilizados para calentar los brazos y piernas de sus beneficiarios humeantes. El siniestro hachero, con un hacha de abordaje, recorre tras las huellas recientes de la salpicadura del sudor juvenil, los pasos cautivos de la actriz. El pacto con el destino que ella acepta consiente que las sombras de la luna engullan lentamente su cuerpo hasta sentir la boca glacial de la intérprete.
La argumento adolecía de toda creatividad y originalidad que precisaba para atraer al espectador, después de trillar las calcadas secuencias de la cinta que tenía delante de sus ojos.
Ayyyy!!! mami que miedito da esta escena y el final. Ahora no estaria mal un grito.
ResponderEliminarBeso Esi.
Interesante planteo, que incluye muy bien mi acuarela.
ResponderEliminarQueda la ambigüedad sobre si la actriz sufre el mismo destino adverso de su personaje.
Mejoraría con un componente de canibalismo con mucha sangre y casquería alrededor... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Wow, gran relato de terror, hasta se me hizo poético, muy bien escrito.
ResponderEliminarPrevisible el guión, sin mayores expectativas la película, pero ella deberá enfrentar después los peligros reales que implica meterse de lleno a ese mundo tan competitivo del cine hollywoodense
ResponderEliminar=)
Miedo miedo, y la incógnita si es ficción o realidad.
ResponderEliminarUn abrazo
me da miedo
ResponderEliminarSonaba de fondo una canción inmemorial de Pink Floyd, "Cuidate del hacha, Eugene". Un abrazo.
ResponderEliminar¡Cuanto tiempo sin pasar por aquí, Esilleviana! y he de añadir lo mucho que echaba de menos tus historias y esa manera de escribir tan personal que cautiva de una manera sorprendente.
ResponderEliminarEn esta, por momentos causa verdadero temor y consigue que un escalofrío recorra la columna vertebral, sobre todo cuando citas la manera en que serán repartidos los órganos de la protagonista.
Muy bueno como siempre.
Un abrazo enorme y reitero mi satisfacción.
Un montaje tétrico :( pero como siempre relatado con maestría :)
ResponderEliminarLa imagen original de la sombra de la luna engullando a la pobre actriz me ha gustado. ;)
Abrazote, Esil.
Tal como lo leo, veo un relato en tres dimensiones: la de la protagonista, dando todo; la del guionista, utilizándola y descartándola y la del espectador, que no llega a interesarse por esa historia.
ResponderEliminarY me gusta mucho esa idea de fusionar en un relato lo que algo representa para diferentes personas.
Me gustó, amiga. Besos.
En cuanto leí el reto del texto pensé en ella, en Janet Leight, y en su ducha, y en su poca escapatoria ante la muerte.
ResponderEliminarLos gritos me la devuelven a la trama que propones, dándole la oportunidad de alguna cosa más.
Cada uno despedaza la trama en su propio beneficio o perjuicio.
ResponderEliminarPor momentos, la truculencia lo hace muy atractivo en lo que es este género.
Si tengo que elegir muero hecha pedazos, pero por amor...;)
besos
espeluznantes imágenes.
ResponderEliminarun abrazo
hace poco, una maldita peli de las de miedo me cogió desprevenido y me inspiró una especie de grito, digo una especie por que lo que me aconteció fue un taco enorme acompañando a un salto de la silla...pero hace mucho que las pelis de terror dejaron de amedrentarme. hubo algún tiempo en que...sí, que sí, cerraba los ojos.
ResponderEliminarmedio beso.
Esta vez no hay final feliz...
ResponderEliminar... así que pon fin a la pesadilla, y despierta.