Buscando cómo duplicar la realidad de los viejos guiños amoldada a las cerraduras de las palabras, te recorro y te asciendo entre saldos moderados. A modo de altavoces, imagino los visajes de los enunciados donde la verdadera movilidad de los vocablos repasa en voz de grito vocinglero tus anillos leñosos que cuentan sin parar. Así me encuentro con fechas a las que resulta imposible silenciar y de repente comienzan a delatar sus maniobras. En esta desproporción, la noche concede a ojos y oídos, el alma yacimiento que vive confesa al delicioso repertorio que el amante vive al descubierto, en las afueras de la misma profundidad donde se advierten las pulsaciones que guardan las yemas de los dedos. La catequización instintiva de tus recuerdos me iniciaron a beber en diferentes fuentes y a considerar que cualquier diseño de atracción o propensión hacia otra persona acarrea ciertos residuos en el bote.
"¿Quién no escribe una carta? ¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
jueves, 1 de mayo de 2014
Ganga de la mena
Buscando cómo duplicar la realidad de los viejos guiños amoldada a las cerraduras de las palabras, te recorro y te asciendo entre saldos moderados. A modo de altavoces, imagino los visajes de los enunciados donde la verdadera movilidad de los vocablos repasa en voz de grito vocinglero tus anillos leñosos que cuentan sin parar. Así me encuentro con fechas a las que resulta imposible silenciar y de repente comienzan a delatar sus maniobras. En esta desproporción, la noche concede a ojos y oídos, el alma yacimiento que vive confesa al delicioso repertorio que el amante vive al descubierto, en las afueras de la misma profundidad donde se advierten las pulsaciones que guardan las yemas de los dedos. La catequización instintiva de tus recuerdos me iniciaron a beber en diferentes fuentes y a considerar que cualquier diseño de atracción o propensión hacia otra persona acarrea ciertos residuos en el bote.
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El sol és damunt les fulles
ResponderEliminarEls ocells fan un brogit especial
I jo et veig, kilòmetres enllà
Fins i tot amb els ulls closos
Abraçada!
Decía Tagore: "Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas". Pero ojo, es lo que me ha sugerido algún fragmento de tu pintura escrita (y ya sabes que soy más que malo leyendo entre líneas...NUNCA ACIERTO, jajajajaja...)
ResponderEliminarPero un besazo que te llevas!!!!
A mi lo que mas me ha interesado -además de tus letras, claro- es la foto que sugiere que a lo mejor hay un depredador que devora desperdicios de plástico, seria genial, y si no lo hay, habría que inventarlo...
ResponderEliminarBesos y salud
Que esas flechas no hieran de muerte al alma. Que si la rozan sigan su camino y dejen al alma en paz.
ResponderEliminarAbrazos
La realidad se enfrentó a las cerraduras de las palabras y terminó por morder el teclado ¿o se licuó bajo las yemas de los dedos? Me he perdido.
ResponderEliminarHoy mi cerebro funciona al ralentí, está de neuronas caídas. :(
Besos, Esil.
Y esas fuentes distintas, dejaron buen sabor de boca?
ResponderEliminarnada como multitud de enlaces
ResponderEliminarY un buen lionk nunca viene mal
ResponderEliminarBesitos, ya te extrañaba, querida Esi
"ciertos residuos en el bote" jejeje..qué gran verdad!
ResponderEliminar=)
ResponderEliminarCualquier exploración, que tan bien describes, destinada a separa la ganga de la mena... siempre será muy muy provechosa. Es un arte que debiéramos practicar mucho.
· un abrazo
· CR · & · LMA ·
escribes muy bonito
ResponderEliminarAdemás de tu texto, que siempre leo dos o tres veces (por puro placer), la fotografía tan apropiada me hizo pensar que siempre asoma lo divino en lo humano, ilumina y re-crea... pulsa en las yemas de los dedos*.
ResponderEliminarDe que se servirían los teclados sin la pulsación de nuestro corazón?
Besos Esi.
Ando todo el día, comentando sobre la crisis y tengo que reconocer que llego a tu entada y hay crisis en mis entendederas.
ResponderEliminarPerdóname: en otra ocasión estaré mas lúcido.
Un abrazo.
SI, ES MEJOR NO TENER MÁS DUDAS. EXCELENTE!!!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
en mi mente falla a veces el traductor simultáneo y tengo que recurrir al de google y me salen disparatadas disfunciones
ResponderEliminarTermino utilizado en la extracción del hierro, ole mi niña, ¡qué grande! La verdad es que el texto empieza con verdadero y esperanzador fundamento... "Buscando cómo duplicar la realidad de los viejos guiños..." y luego se convierte en un duro material de la más primitiva, artesanal y hasta lírica minería.
ResponderEliminarBesos
Los residuos del pasado siempre empañaran las ventanas hacia el futuro. Un abrazo.
ResponderEliminarLas gangas no siempre son lo que parecen. besos.
ResponderEliminar¿Por qué quedarse siempre con el pasado? ¿Por qué?
ResponderEliminarSaludos
J.
Me gusta cómo transgredes el estado de ese personaje a contruir ese paraíso momentáneo, desde lo que va a decir, la virtualidad y los sentimientos de sus palabras hasta el poder habitar el pasado de ese mismo estado. Un gusto leerte. Saludos.
ResponderEliminarExtraído el significado mineral de las palabras, las letras son ganga que ni el agua del recuerdo arrastra más allá de la orilla de la memoria.
ResponderEliminarbss
A veces esos residuos del pasado dan un empujón para afrontar el futuro. Me ha encantado cómo transmites. Un abrazo y buen fin de semana amiga.
ResponderEliminarEl quinqué de carburo apenas alumbra... pero hay que seguir.
ResponderEliminarCavar... apuntalar... cavar...
De pronto, un sonido metálico que suena como una interrogación...
Mmm... ahí está lo que con tanto ahínco se había buscado...
Ya sólo resta esperar... hasta ver la luz.
¡Dios mío! me encuentro bajo el terrible influjo del síndrome de la hoja en blanco, eso y una pereza de órdago, echo de menos el escribir, pero no soy capaz de comenzar.
ResponderEliminarUn beso
El amor de los años tardíos se arama con el lastre de los amores pasados.
ResponderEliminarLos amores del pasado.... me encanta el texto
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