Comiendo un helado a la sombra del sol seco, clavo la cuchara en la esponjosa densidad del dulce postre que habías colocado sobre la bandeja azul de la mesa. Lo como despacio, sentada en el suelo, con la claridad y seguridad de que lo habías dejado para mi, porque ¿qué puede hacer esta golosina fugaz y momentánea tan somera ante la dureza climatológica? permanecer creyendo. Me refocilo entre la frescura y la suavidad densa del rico contenido cremoso. Como un turista que se arrincona en una esquina para observar el ritmo de la misteriosa ciudad que visita, me quedo pensando que si alguien deja aguamiel en un ribete de la terraza es un campo de cruces para los caprichos sin razón. Y yo lo devoré sin remordimiento, sin conciencia de que habrías reservado para ti el caramelo arcano tan dulce y frío.
Te fuiste
y no alcancé
a terminar de amarte.
y no alcancé
a terminar de amarte.
Ana María Vilchez
Para mi que alguien se quedó sin su helado...jajaja
ResponderEliminarQue te quiten lo bailado :)
No me extraña que cedieras a la tentación, tiene una pinta estupenda
Besos y salud
los sucedanios nos dejan pensando en lo bueno que sería conseguir lo que más deseamos en este mundo
ResponderEliminar¡Golosa!... y tanto... :(
ResponderEliminarCon lo bonito que es compartir un heladito, aunque dure menos. Siempre se puede repetir ;)
Beso fresquito :))
Y... Qué diste a cambio?
ResponderEliminarAy, los pequeños placeres donde nos refugiamos.
ResponderEliminarQuien no se pone melancólica ante un helado del tal calibre y más si a tu alrededor al tierra se derrite y el aire parece una sopa de guisantes.
En cuanto al poema, lo mejor es amar de golpe y con intensidad, pues nunca sabemos cuanto va a durar.
Un beso,
EL DULCE AMOR Y EL FRÍO DESAMOR.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Entre placeres ardientes y helados...
ResponderEliminar... va pasando el verano.
(Por cierto, ahora tengo sed, jaja)
¿Cómo no se va a ir si te comiste tooooodo su helado? !Cómo eres golosilla!
ResponderEliminarPrecioso paladeo Esi.
Un abrazo.
Saborear lo dulce, el goce, el placer. Saborearlo mientras esté o dure.
ResponderEliminarBesos
el helado que se escurre metiendose entre las letras
ResponderEliminarAparentemente delicioso efímero postre. Un placer descubrirte. Saludos.
ResponderEliminarPero como no sucumbir a semejante tentación, la boca se te haría agua y no pudiste ni preguntar. Ha sido un placer degustar tus letras frescas y dulces, las has dejado ahí a la vista como el helado y me he servido.
ResponderEliminarBesos.
Siempre reconforta lo dulce y cremoso...
ResponderEliminarY mientras dura...vida y dulzura!
Besos querida Esi.
La fugacidad de los hombres en general y el helado de frutilla al agua, nada como pasar el verano a solas...
ResponderEliminarSuerte
J.
Sólo queda disfrutar ese dulce pasajero... Un abrazo.
ResponderEliminarPor desgracia este verano no comeré helados, los excesos hay que pagarlos. Un beso
ResponderEliminarPues yo, cuando veo a mi nena degustando un helado...me pongo tan remalito que empieza ella a jugar con la cucharilla mientras me hace caritas repicaronas y encima me guiña el ojo. Y YA ENTONCES ME PONGO TAQUICÁRDICO PERO DEL TODO, jajajajajajaja...
ResponderEliminarUn besazo