"¿Quién no escribe una carta? ¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
martes, 6 de septiembre de 2011
Traje a medida
Tras seis días de terminar las rebajas y una vez que mi adiestramiento comercial se habituó a la disminución del precio que pagué por tu orgullo, de nuevo repito el mareo de encontrarme frente al banco de agua de tu figura con la boca líquida mientras un catavinos prueba una pequeña porción. Y ahora mencionas que careces de trapos rendidos, obligándome a entregar pequeños sacrificios mientras me dejo vencer por algunos de tus vicios: ir de compras. Me conseguiste la falda voluminosa a media pierna, te quitaste el traje de pantalón ancho, te despojaste del jersey de punto grueso de color azul, me procuraste el vestido de lunares, la chaqueta de cuadros, la falda de colegiala. Entre tanto, continuas llorando derramando lágrimas de orujo, sintiendo profundamente como te complace esta situación, jadeando a modo de aspirador para succionar el último vestigio del crucero por el Caribe donde lucirte ante los demás. A larga distancia te observo detrás del visor de mi vieja cámara fotográfica con la que desenterré imágenes de cruzadas en pro de tu pequeño fin, con anterioridad a que mis ojos encomendaran el desmayo de acechar la desolación de tu inexistencia. Y después de aquel contratiempo, aprendí a quererme. En medio de chistes, choques, ocurrencias, adversidades e impactos aparecí repentinamente tomando conciencia de la realidad, más cerca de las radiaciones ultravioletas que envejecen mi tegumento cutáneo. Y al final, para terminar deseando dos dedos de tus labios y el repicar del índice y el corazón sobre las castañuelas de tu risa, ¿será que mi espíritu celeste se acicala en un traje de Brioni?
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¡De qué buena gana ponía yo una guindas en sus lágrimas!
ResponderEliminarEl amor no se viste de Prada. Si es bueno, no necesita ropa.
ResponderEliminar¡Feliz pre-otoño!
(http://anapedraza.blogspot.com/)
la foto de la desnudez siempre sería mejor, no?
ResponderEliminarun abrazo nena!
Sabes, a mi nada más terminar de leer el relato me apretaba el vestido, debe ser que compro la ropa en el mercadillo y los vestidos caros me axfisian, sobre todo si me lo compran a medida como a una maniquí. Me han dado ganas de salir corriendo, uff. Creo que lo he entendido bien.
ResponderEliminarUn abrazo si apretar.
Supongo que al amor bien entendido cualquier prenda le queda bien. De otro modo cualquier precio que se pague es caro.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un saludo.
Hay quien se conforma con mirar el escaparate, lo que no sé es cuánto tiempo aguantan.
ResponderEliminarun abrazo.
Cuando el amor es genuino, no necesita galas.
ResponderEliminarSi no es amor, no sirve de nada, aunque se vista de seda.
buen texto.
Un abrazo.
No sé si un traje, quiza una de esas carteras de Vuitton para llevar los restos o un perfumito de Herrera para disimular malos olores...
ResponderEliminarMuchos regalos y prebendas para pensar que sea verdadero el amor, no sé, no sé.
ResponderEliminarUn beso
Demasiadas elecciones encorsetadas para un alma que quiere amar y volar.
ResponderEliminarMuchos besos.
para el amor siempre es mejor el desnudo, pero para el fin, cualquier prenda es buena
ResponderEliminarsi bien es cierto que pocos vivimos, y que la mayor parte tan solo nos conformamos con existir...
ResponderEliminar¡qué triste debe ser no existir para una persona amada!
qué vacío tan grande pensar que sus ojos ya no desean mirarnos, que sus manos ya no volverán a ser nuestro regocijo...
Y es que, a veces, no cabemos en la piel que habitamos...porque nos desmembramos en ramificaciones calcáreas que enmarañan nuestra voluntad en un sinfin de senderos que se bifurcan hasta lo infinible. Esto sucede, porque a veces nos sentimos protagonistas de una eterna insatisfacción...y sería mejor intentar vestir una ropa que nos acomode, y dejar pasar los escaparates que no nos caben entre las manos ni en nuestra venial existencia, ajenos al trajín de las calles...
Uno se viste por fuera creyendo que tapa algo,
ResponderEliminarCuando ama se desnuda y se destapa entero.
Riquisimos matices de una escritura bien hecha.
Un placer.
Siendo hija de sastre y modista creo que te puedes
ResponderEliminarhacer una idea de cómo me he sentido leyendo esta entrada, tan bien "cortada" y a diseño de mentes privilegiadas :)
dos abrazos, niña ;)
No hay traje que nos quede cuando la otra parte ignora nuestros cambios de ropa.
ResponderEliminarQuizás habría que desprenderse de todo (y sobretodo de la ropa)
Abrazo!
La desnudez a veces suele salir más cara que cualquier prenda con la que intentemos revestir la ignorancia.
ResponderEliminarBesos.
Siempre nos vestimos para agradar a los demás, pero hay que aprender a apreciarse un poco más a uno mismo, si no, pocas cosas valen la pena.
ResponderEliminarUn abrazo
a un espíritu celeste todo traje le queda chico...
ResponderEliminarqué profunda conmoción me produce leerte, amo tu estilo...ya lo dije mil veces, pero bueno...!
besos*
No olvidare almidonar los cuellos de las camisas cuando vuelva a quererme. Y entonces, cuando sentado escriba desde el autodesprecio, me aseguraré de que estén sucios, como de vuelta de algo, y miraré la etiqueta aún colgando para saber cuánto vale la autodesconsideración.
ResponderEliminar;)
Coño pero es que el amor no va con la percha, el amor va al desnudo.
ResponderEliminarJajajajajjajjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa un besote jajajajajjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa eres súper graciosa mil besotes
ResponderEliminarSerá que no había ninguna otra forma de converger en espacio que visitando rebajas??.. me recuerda a alguien.. qué bien, aprendiste a quererte al menos, ..
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