Agustín Lara
De todas las cicatrices que marcaban el torso y los brazos, el estigma que dejó en su cara la herida de un affaire con alguna de las abundantes mujeres que pasaron por su vida, le acomplejó durante el resto de los años. Nunca quedó claro si la herida había sido causada por un proxeneta o por una dama enfurecida. Ese distintivo comportó la encarnación del tiempo de experiencias pretéritas, ocurrido con anterioridad al presente y a la vez, se considera el umbral de la divisa novelera en cuanto a su persona. Mientras tanto su música sonaba en todos los espacios y recintos públicos y noctívagos. Después de varios divorcios, una noche de Reyes compuso sobre la tapa de una caja de zapatos Mujer: "Mujer, mujer divina, tienes el veneno que fascina en tu mirar. Mujer alabastrina, tienes vibración de sonatina pasional, tienes el perfume de un naranjo en flor, el altivo porte de una majestad. sabes de los filtros que hay en el amor, tienes el hechizo de la liviandad. La divina magia de un atardecer, y la maravilla de la inspiración.Tienes en el ritmo de tu ser, todo el palpitar de una canción. eres la razón de mi existir, mujer". Al mismo tiempo que escribía esta canción con la mano derecha, su mano izquierda concebía el movimiento de los dedos deslizandose sobre las teclas de un piano y sus pies fijaban el ritmo de la partitura. En sus canciones debía concentrar en tres minutos toda su poesía, las caricias y el atractivo misterio que causaba en las féminas, comprometiendose a volver a transformar el bolero, ciñendo el cerco y el destinatario de sus Noches de Ronda, la mujer común. Su vida transcurrió bebiendo de copas llenas de champaña con el dedo meñique en alto, haciendo de su médula la afectación y el melindre en su falta de naturalidad al tocar el amor y la pasión.
Que personaje, este Lara.
ResponderEliminarPero en boleros, y aunque su voz sea chiquita, me quedo con Manzanero.
Un abrazo.
Si es que la mala vida deja huella, por dentro y por fuera.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Tengo que contarte algo pero en tres minutos ya no me da tiempo..."
ResponderEliminarY es que e tres minutos, como dice la canción de Niña Pastori, es difícil contar una vida. Otra cosa es cantarla.
Saludos
Ese meñique alzado me hace sonreir.
ResponderEliminarAmor y odio hacia las mujeres, puede ser.
ResponderEliminarUn personaje curioso e inquietante.
Besos.
No se puede tener todo :) Habiel en la composición pero no en el amor.
ResponderEliminarEso del dedo meñique levantado, lo veo de un hortera total! jajajaja
Bss.
Era tan "superpuesto" que da hasta risa... pero como músico fue genial y tu bolero incuestionable
ResponderEliminardos abrazos grandes
pd
Larisa se retiró por motivos personales que nada tienen que ver con el "insigne poeta" :(
Hay personas que solo pueden exteriorizarse a través del arte, y la mayoría de las veces, el hecho, les lleva hacia la autodestrucción. Gracias por tus palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarY me queda claro que en tres minutos no resumía nada, sino que condensaba el mundo en belleza y sensualidad. Un mago, una divinidad que podía crispar al tiempo y sus límites tan crueles. Me enloqueciste, este texto es maravilloso (qué novedad).
ResponderEliminarMe encantó la imagen ese compositor escribiendo, mientras que imagina la melodía y armonía con la otra mano, y con el pie, el ritmo. A veces es así, todo viene de golpe y en 3 minutos puede condensarse un universo.
ResponderEliminarNo los admiro, pero hay algo en esos sujetos sufrientes que me atrae.
Un beso.
HD
Baila, baila, bailarina....de las letras.
ResponderEliminarUn abrazo
Es que la inspiración llega en cualquier momento.
ResponderEliminarHermosa historia. Como siempre.
Abrazo!
Supongo que todas las cicatrices son muy personales. Tienen una razón de ser que justifica la vida posterior. Ese transcurrir.
ResponderEliminarUn saludo.
Y... 14.
ResponderEliminarPerdón.
No pregunte por qué.
me diste ganas de bailar...
ResponderEliminarhermoso texto
mil besos*
Me parece un bonito bolero. El personaje es una artista hasta la médula, puede conseguir la salsa perfecta del amor en una canción pero su peor canción las escribe cada día en una barra de bar.
ResponderEliminarSu propia vida es un bolero.
Un abrazo.
Agustín Lara, bienvenido...los boleros, esas canciones de pasión, yo mismo vivo anclado a uno titulado "Algo contigo", no quisiera yo morir sin tener algo contigo...reza la canción y es mi catecismo cada vez que me encuentro con la mujer de mis sueños.
ResponderEliminarO quizás mejor dicho, la mujer de mis desvelos...
Las tristes notes del bolero acompañan siempre esa melancólica armonía afectada. En las sombras suenan las notas acompasadas, tristeza, alcohol, ritmo y una poesía que no deja indiferente a nadie, siempre recostada en la nostalgia.
ResponderEliminarEterno Agustín Lara...
Besos.
notas.. quise escribir.
ResponderEliminarDe proxeneta o dama, este personaje seguramente se creía la encarnación del flaco de oro, ese mujeriego que condensaba el sentimiento con una mano, mientras wue con la otra, bueno... las canciones surtían efecto!
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