Con la palma algo cóncava de su mano resguardando la pequeña ilusión mientras dispensaba su alegría ocultando una amplia sonrisa, la niña de cinco años confesó: "me ha dicho cariño". Sin apartarse de la puerta, la despedida de la pequeña entre júbilos y saltos hizo que la consulta se quedara a oscuras, arrastrando la agitación de sus sueños y el encarnado botón que la protege. Su madre abordó de Brasil y tras una insospechada separación familiar, ambas se aferraron al pueblo que las acogió. Inesperadamente choca con la humedad del relente de una noche tranquila que abrasa su organismo. Con la tranquilidad y la placidez de buscar en el campo un lugar donde merendar, recoge el don de la danza y la vida en las dos cirugías que ha soportado, así como cada sesión de quimioterapia que ha soportado entre risotadas y carcajadas. La puntualización del oncólogo fue clara: "hay que evitar el miedo y la confusión". La luminosidad de tu sonrisa nos imbuye de plantas tropicales milagrosas.
Para S.
L. Pereiro
Para S.
Sí, hágame el favor, un
golpe en esta oreja. ¿Quien regala
la irrealidad de ser miope?
Hoy tu entrada es tierna y dura a la vez, esa niña ilusionada con un "cariño" su alegria y su no saber y la dureza de un enfermedad tan cruel. Casi tres años de visitas a oncologia, dan para ver muchos rostros asustados, mejor así evitandole ese miedo y esa confusión.
ResponderEliminarUn abrazo.
la luminosidad de su sonrisa, traduce la luz que llevamos en nuestro interior, hay que seguir en la batalla...para evitar que las sombras nublen todos los destellos de esperanza.
ResponderEliminarNo sé qué comentar. Es bello.
ResponderEliminarOh! Como no suspirar...como no sentirse conmovido. Un abrazo.
ResponderEliminarmi querida! cuánta ternura, cuánto dolor, cuánta belleza!
ResponderEliminarabrazos, y un beso a la niña luz,que estoy segura de su existencia*
La primera medicina contra esa enfermedad, es la alegría.
ResponderEliminarHermoso, Esi.
No sabe ese mal bicho a lo que se enfrenta. Nada menos que una amplia sonrisa, franca y sin miedo. Y a todo un futuro por delante. Costará un poco, pero no hay duda, ese partido está ganado. Y esos cinco años de niña vencerán por goleada a la bestia, que lo mejor que puede hacer es salir huyendo. Mis mejores deseos, un abrazo.
ResponderEliminarEsta semana pasada fué emotiva para los que padecimos cancer, era el día de la cuestación y de recuerdo y de recordar a la sociedad que el 33% de las personas padecerán cancer a lo largo de su vida, hay que presionar a los gobiernos para que a pesar de la crisis, la subvención no decaiga.
ResponderEliminarUn beso
No hay cosa más dura ni tan frontal que la inocencia de un niño...
ResponderEliminarLa sonrisa de una niño...suena a tópico. Y puede que lo sea. ¡¡Pues que viva ese tópico!! Que viva.
ResponderEliminarUn abrazo
Emotivo, realmente.
ResponderEliminarLa sonrisa de un niño lo es todo.
Un abrazo.
Un "cariño" tiene su efecto terapeútico... una sonrisa también...
ResponderEliminarSuerte para S
Besos abisales
Precioso, de verdad. Creo que es el primer comentario serio que te hago. Precioso, cargado de humanidad y emoción, y de esperanza.
ResponderEliminarHola Esilleviana!
ResponderEliminarEs muy duro ver a un niño pasar por ese trance... Ojalá que todo salga bien...
Un beso grande!
RoB
Tus siempre acertadas palabras me han traído el recuerdo de las innumerables visitas al IVO, acompañando a mi compañera y una de mis hijas.
ResponderEliminarAfortunadamente, esos recuerdos no son tristes. Al contrario, a pesar de los temores iniciales , me quedo con la milagrosa habilidad de los médicos, la alegría de las enfermeras y la sonrisa agradecida de los que superan la enfermedad y los miedos.
Pero me entristece, que en esta vorágine de cercenar derechos,
traten de acabar con la sonrisa de esa niña a la que le produce alegría que la llamen cariño.
Un abrazo.
Un texto profundamente humano y conmovedor. Que todo salga muy bien. Un abrazo.
ResponderEliminarY ellos tienen esa forma, esa sonrisa que les brota por donde dicen tantas cosas, y tu la manera de hacer que lo duro y doloroso sea tan entendido como respetado.
ResponderEliminarUn abrazo querida.
La alegría es la primera medicina.
ResponderEliminarQué lindo lo has contado, Esi, te abrazo fuerte.
Se nota la huella relente que dejó...
ResponderEliminarP.D
Que carajo, tenés un timing para esas últimas palabras!
Es una belleza... como la sonrisa de S.
ResponderEliminarabrazos para ti :)