Cerca de tus ojos, el viento impulsa la lluvia de semillas voladoras contra mi pelo y tu nariz, mientras reconozco la dialéctica del amor entre la caricia de tus dedos. Salvados de las preguntas necesarias y desprovista de la pereza asomada a la boharda de tu boca, de reojo despierto a las verdades ordenadas derivadas de la dependencia coligada al imán encendido de tus brazos. Alejada de las reglas que actúan sobre el ímpetu de los afectos, la caducidad de tus encuentros superan los medios normales de un amor casual manteniendo hasta el deceso, la risotada, los gemidos y el regocijo de tu lengua amelcochada. Aún a larga distancia de la antítesis que permite discernir y valorar, mi predilección se convierte en un requisito indispensable para que el razonamiento actúe: te quiero porque sí. Y sin embargo, esa misma deducción es la que me mueve a manifestar lo que pienso mientras te siento: solo pienso en ti algunas veces, ya apenas sueño contigo y cuando miro a otros te comparo con ellos, pero en ese cotejo tus besos se presentan señeros en el retiro.
Ese "te quiero porque sí" saca a la luz, en toda su crudeza, la inútil dialéctica del amor. El amor no entiende de razones y las razones suelen zancadillearlo. Uno ama, y punto.
ResponderEliminarUn beso
Uff... no se que decir... es que me va a salir un comentario de muy adentro hoy, mejor no,
ResponderEliminarEl texto es perfecto ;)
Besos abisales
No se, me da la impresión de que dudas...
ResponderEliminarLo cual, por otra parte, es normal...
Besos y salud
si te quiero porque sí, está todo dicho. No importa cuántas veces te piense o te sueñe, ya te tengo metido bajo mi piel
ResponderEliminarbesote
Yo veo un amor que tiene árboles en medio del cabello.
ResponderEliminarUn beso.
En los besos está la verdad y la justificación, está el origen y el motivo, el fin del amor mismo...
ResponderEliminarLa dialéctica del amor, también pinta sus contradicciones..
ResponderEliminarUn beso, Monique.
Todas las contradicciones de amar, están ahí.
ResponderEliminarEs tan ambiguo todo en este terreno, queremos pero nos aburrimos, queremos pero queremos a otros, queremos pero sufrimos, y sobre todo, queremos porque sí. Y supongo que de esa dialéctica que decís, sólo puede extraerse la impotencia de la razón para comprender e inducir sobre la patria de los amados...
ResponderEliminarUn abrazo.
Un amor que ni necesita explicaciones, ni teme a morir por una alergia primaveral.
ResponderEliminarUn amor que dura el tiempo exacto del deseo.
un abrazo.
algunas situaciones o personas o cosas son así porque sí, no es necesario pensar más
ResponderEliminarun abrazo
Decirle a alguien que piensas en él pocas veces y que apenas sueñas con él, es un desprecio solo superado por el silencio.
ResponderEliminarUn abrazo
El amor es mas fuerte.
ResponderEliminarNi distancia, ni ausencia, puede con el.
El amor es mas fuerte.
Un abrazo.
en casos de amor, habrá que ser contorsionista...
ResponderEliminarhoy en argentina es el día del escritor : felicidades!
besos, miles*
Esa lengua amelcochada,
ResponderEliminarque se derrama por los estantes...
confunde la función con el deseo,
rememora los más bellos instantes.
Esa lengua de fábula,
deambula humedades
hundidas en la garganta
formando remolinos
que nos desnudan el alma.
No hay dialéctica que no divague o, en otro orden de cosas, desperdicie el regocijo de alfabetizar la niebla. Claro que, si los besos están en el Retiro, lo entiendo todo. Caseta 82-83 de la Fnac, concretamente.
ResponderEliminarHermoso, gracias por compartir, que tengas una feliz semana y las musas de la Blogocosa llenen de paz y amistad verdadera tu casa, de simientes de sentimientos genuinos y amaneceres dorados virtuales, los únicos importantes para quienes estamos amargados, oh, no quería decir eso, cariños.
Ósculos adormecedores de pretéritas entelequias mudas remito a tus carrillos de simiente y paz.
Las comparaciones son odiosas me escribiste (o pegaste jaja), pero este texto con sabor tan "asiluetado" invita a descocer un poco ese pensamiento tan intrincado de las emociones, pero visto desde la óptica femenina. Ah la retórica que busca traer de vuelta el roce de los sentidos cuando vuelven las semillas voladoras.
ResponderEliminarUn gran beso y abrazo querida Esilleviana.
Muchas veces se ha hablado sobre si el señodela razón produce monstruos o no. Poco se ha dicho, como tu haces ahora,sobre el sueño del corazón y que produce. Ayer estuve leyendo algo sobre el reverso de la famosa inteligencia emocional, o sea la estupidez emocional. Y tu me traes de forma vigorosa una ecuación que parte delos sentidos y en ocasiones choca con la razón. Vuelvo a leerte. Y me siento a la vez más perdido y más dueño de mi mismo. Sucede con las obras extraordinarias que cobran vida. Magnífico. Saludos.
ResponderEliminar"Te quiero porque sí" es la única razón valedera en el mundo.
ResponderEliminarSaludos
J.
En el sueño nos aparecen quienes menos imaginábamos...será que aún no nos conocemos bien?
ResponderEliminarBesos, Esi
Hola Esilleviana!!
ResponderEliminarLa ambigüedad del amor, en toda su dimensión... El querer no necesita razonamiento, simplemente está...
Beso Grande!!
RoB
Y te quiero porque sí: De poetas y de locos.
ResponderEliminarEs muy bueno haber vuelto por acá.
Un abracito, Esilleviana.
Me he quedado atrapada en "la dependencia coligada al imán encendido de tus brazos"... sencillamente genial :)
ResponderEliminarabrazos