Poco antes de la media noche y excediendo la felicidad, cerró los ojos de la mano de una vaharada de guindas confitadas mezclada con sonidos de mar hasta que penetraron poco a poco en sus huesos. Se resistió a abrir el whatsapp, no lo leyó en el acto. Disimulaba que sus ojos habían identificado el símbolo y el sonido del doble check para más adelante sentir la emoción de hallarlo. Las cuentas de vidrio de su muñeca se agitaban cada vez que miraba el móvil, minutos más tarde repasó algunas de las líneas maravillosas que ojeó: "te volveré a morder, no me queda otro remedio; el día menos pensado te encuentran cosida a dentadas". No contestó, se levantó sin sobresalto puesto que la borrachera de palabras de sus mensajes tenían el sabor de un licor de guindas casero que él elaboraba desde su casa. Encubriendo las palpitaciones, ambos aliaron frases sueltas con el que regalarse valentía y a la vez, venderse confianza en secreto. Acabaron apalabrando adoraciones entre la suspicacia y la vacilación de la llama, que aunque no rimaba alisaría todo el tiempo del que disponían para trovar haciendo prosa.
Me ha recordado, que cosas, el viaje en una Piper Cherokee apalabrada en el mismo aeropuerto de Edmonton para volar hacia los territorios de Noroeste, el caluroso verano del año pasado...
ResponderEliminarTesoros de la memoria.
Es curioso que en textos como este, salga a relucir la última tecnología con toda naturalidad.
ResponderEliminarIgnasi me ha traído un montón de recuerdos de mi vida en Canadá...
La mente es increible...
Mi teléfono no tiene Waht...de ese...jajaja
Besos y salud
A Dios le mando mensajes y me contesta como si fuese un spam.
ResponderEliminarBesos.
Qué maravilla, leerse en el calor, desde el calor. Con o sin ojos en las manos...
ResponderEliminarJajajaja, sí, sí, eso del "wasap" (young people dixit) tiene su aquel. Y sí, se puede jugar a eso que dices (y mola!!)
ResponderEliminarPor lo demás y habiendo (hace ya mucho) descubierto las claves de tu prosa, sólo puedo quitarme el sombrero. Tus textos son realmente bellos. Al principio me costaba mucho pillar la onda, pero ahora esa onda se desliza por la maestría de las formas y la profundidad del sentido.
Un beso
Aunque no tengo eso del guasap (lo pongo en castizo), más de una vez he mirado el móvil más de lo que se merece. Ahora lo que me llama la atención es eso del mercadeo de confianza. Que al paso que vamos terminará cotizando. Y eso que es de esascosas que como decía la copla, ni se compra ni se vende...Muy hermoso.
ResponderEliminarTe cito:
ResponderEliminar"te volveré a morder, no me queda otro remedio; el día menos pensado te encuentran cosida a dentadas"...¡Precioso y pasional!...;)
Y sí...Los hay aficionados, sí...jaja.
B7s
Las palabras más apreciadas son aquellas que salen del corazón y son independientes del medio que uno utilice para hacerlas llegar. Particularmente, prefiero un "tete a tete", flirteo a la antigua...
ResponderEliminarEso de la conexión extrema, todo el tiempo, me da tirria, me da la impresión que no puedo hacer y ser y decir lo que se me ocurra sin sentirme vigilado.
Que se yo, cosas de la tecnología!
Besos!
Pues viva le tecnología cuando sirve para programar tanto disfrute!!!
ResponderEliminarun fuerte abrazo
También sin gasap. Ciudadito con los gasapes, y también con los sms (de eso sí tengo).Debe de haber un master para saber cómo usar las nuevas comunicaciones sin que peligren las indiscreciones, las propias.
ResponderEliminarUn abrazo
a pesar de no vivir sola desde hace unos cuantos años ya, reconozco que ese tipo de mensajes pueden hacerme saltar el corazón y arrancarme una sonrisa. Es de las pocas cosas que disfruto de la tecnología celular
ResponderEliminarbesos, linda
Un mensaje correcto, en el momento correcto, te cambia la noche.
ResponderEliminarA mi me pasa.
Un abrazo.
yo me pierdo y no me encuentro con tanta tecnología..
ResponderEliminarun abrazo
Esos mensajes son muy excitantes, a que sí?
ResponderEliminarBesos, Esi
Si a dentadas se puede coser, que me cosan en vino y aguja de jeringas. ¡Un abrazote pues! F:
ResponderEliminar¡Niña... el mes de julio te sienta de lujo! (y te lo escribo desde agosto jajaja)
ResponderEliminarabrazos