Al plantarse frente al primer cuadro, la guía del museo siempre comenzaba su exposición con la misma invitación de Heidegger: "estamos ante la fiesta de pensar", procurando proporcionar a los oyentes allí presentes la evasión del pensamiento previsor y aritmético que rige el fluir diario de sus vidas. Primero describía los personajes del cuadro, las acciones que cada figura encarnaba, situándo la pintura en una época histórica concreta así como, fijando las referencias a su conducta social y cultural. Hasta que con una profusión de nadadora se zambullía entre sus escuchantes y sin molestar a los demás visitantes de la sala, comenzaba a preguntar qué creían ellos que habría llevado al pintor a perfilar ese lienzo, captando el intervalo personal e intrínseco del autor e intentando conseguir la otredad a través de toda clase de interrogantes. En aquel nivel de interacción entra la guía y los visitantes, la corriente fluía activada con la motivación de participar en la reacción recíproca de sus oyentes tan solo por el mero placer de aprender sin obtener una recompensa precisa. Y con todos los datos que llegaban de preguntas y respuestas correlativas, cada espectador iba marcando una senda misteriosa en medio de todos los datos realistas.
Una obra nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades.
Antonio López
Más curiosidades en el blog de Teresa Oteo
Si era buena nadadora, no corría demasiado peligro al zambullirse entre sus escuchantes, pero no se, en esas aguas superficiales se puede uno encontrar con cualquier cosa... :))
ResponderEliminarSalud
Mira para qué te ha servido la enseñanza moderna...
ResponderEliminarMe he zambullido en más de una ocasión en grupos que no eran el mío. Y esa estupenda interacción se produce solo a veces. Nunca tengo claro si el guía me guía o me distrae. Hace unos años fui a Cogñac con un amigo. Y entramos a ver unas bodegas. De ese viaje guardamos muchas fotos. Pero sobretodo hay muchísimas de la preciosa guía que te explicaba en la bodega. No me preguntes mucho por la elaboración del vino. Estabamos tan entretenidos con la guía que no nos enteramos de casi nada. Un abrazo
ResponderEliminarAh, se me olvidaba. Sobre lo que dice Antonio López, amen.
ResponderEliminarDecirte que la guía me cae bien...jaja.
ResponderEliminarUna obra de arte lo es en la medida en que convierte al espectador de la misma en sujeto activo, invitándole a recrear los motivos y los símbolos del autor...;)
B7s
Me gustaría laguna vez toparme con esa guía!...hay algunos que se limitan a repetir lo aprendido como loros!
ResponderEliminarUn abrazo
La curiosidad de cada uno es una interpretación libre de una obra de arte, el preguntarse sobre ella y el querer saber.
ResponderEliminarMuy buena la guía, es verdad.
Muy original tu aportación juevera.
gracias por particpar.
Un beso
La curiosidad y el deseo de saber no siempre van de la mano ni tienen forzosamente que significar lo mismo. Pero esta buena guia mostraba que si, que hay ocasiones en que el afán de conocimiento puede fundir ambas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y veo que te vas afianzando en los jueves. Me alegro muchísimo.
Supongo que la obra es, en el fondo, la suma de todas sus interpretaciones.
ResponderEliminarUn saludo.
Esto ebonita forma de curiosear y de paso aprender, enteractuar y pasarse información de unos a otros.
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto una obra se completa con la mirada del espectador y sus aportes, la enriquecen, dando diferentes puntos.
ResponderEliminarComo siempre leerte es un placer.
Un abrazo:)
Me gusta tu cambio de look, en el blog.
La curiosidad es indudablemente motor del conocimiento. Bajo este punto de vista, la exposición de lo evidente, de lo constatable en un somero análisis, es simplemente el primer paso. La guía de tu preciosa historia era conocedora de este hecho y en su deseo de ir más allá, incitaba la curiosidad de sus oyentes por ir más allá, hacia lo oculto, hacia lo interpretable, descubrir nuevas facetas que redondearan la interpretación de la obra pictórica.
ResponderEliminarMe ha encantado tu aportación.
Un abrazo.
Con guias así es un placer enfrentarse a una obra. Ese compartir es realmente enriquecedor, uno ve lo que otro tal vez no descubrió. Bonita forma de curiosear.
ResponderEliminarUn abrazo grandote.
Recordé cuando la otra vez fui al museo y cansadísimo veo un asiento, pero me pareció sospechoso, así que le pregunté a la guía "¿este asiento es asiento o escultura?. ES ASIENTO, me respondió. Creyó que estaba bromeando. Y no. Sólo estaba cansado. Y algo confundido.
ResponderEliminarUn beso.
Me ha gustado esta manera de despertar el interés a través de su propia curiosidad por conocer opiniones y sensaciones ante la obra. Es cierto que una vez puesta una pintura ante los ojos del espectador, cada uno la hace suya, la toma, la siente, la vive desde sus tramas más íntimas. Cada percepción suma, enriquece y lleva a coincidencias o discrepancias.
ResponderEliminarHa de ser gusto dar un paseo así, acompañado por el intercambio y no solo para recibir información sin ningún tipo de emotividad.
Un gusto leerte: Gaby*
Esil, la verdad que no sé cómo hacer para habilitarte el perfil siendo que no hice nada para bloquearte o impedirte el acceso. En la lista de lectura de tu blog deberías poder entrar sin demora o tal vez creando un blog roll sea más fácil y corto el poder acceder a la Ciudad.
ResponderEliminarBesos!!
Y con respecto a tu texto, estoy convencido que cualquier obra artística es solo el principio de algo mucho más denso, profundo y crítico que lo proporciona el propio espectador.
EliminarOtros besos!!
Nunca deja de sorprenderme que todo en esta vida tiene muchas lecturas, cada una depende de innumerables variables.
ResponderEliminarTal vez lo artístico da mayor probabilidad de usar la imaginación, pero esta polisemia no es exclusiva de las obras.
Buena entrada.
Un abrazo.
HD
Los conocimientos se adquieren con el estímulo de la curiosidad. La guía es curiosa, aprende día a día y sin descanso. Por eso es una buena guía.
ResponderEliminarUn abrazo
Las aportaciones de cada uno nos enriquecen...bueno, no siempre, porque mira que hay gente atravesada. No iba a poner esto, debe ser que el momento actual domina hasta los dedos sobre el teclado.
ResponderEliminarBesos, Esi
ummmmm, y la guía...no llevaría por casualidad gafitas, tacones, falda por las rodillas y una impecable americana con hombreras, no?
ResponderEliminarEs que si me lo explican así...jejejeje
Genial!!!
Un beso
Eso es lo que digo yo de la filosofía de los presocráticos...
ResponderEliminarUn beso y un café.
Completamente de acuerdo con Antonio López.
ResponderEliminarQue siempre mantengamos viva la curiosidad.
Besos
"procurando proporcionar a los oyentes allí presentes la evasión del pensamiento previsor y aritmético que rige el fluir diario de sus vidas."
ResponderEliminarMe quedo con es fragmento, pues he visto que tendemos a ser lineales en la forma de vivir... es muy común en química, en el ámbito de la ciencia (que no es otra cosa que un reflejo de la realidad), "linealizar" modelos matemáticos para "facilitar" las cosas... En esa "linealización" se pierde la esencia, creo yo...
De todas maneras, tampoco voy a andar por el mundo derribando paradigmas jaja...
Un pensamiento nada más..
¡Te abrazo!
La guía es genial y el texto me ha encantado.
ResponderEliminarBesos
La diversidad de opiniones, de perspectivas, de interpretaciones nos enriquece...
ResponderEliminarPor cierto, lo que en realidad mató al gato fue la hambre...
En desacuerdo con López, no son las posibilidades de las obras las que llegan a sus límites, sino las posibilidades de quienes las contemplan y sus limitaciones intelectuales.
ResponderEliminarInteresante entrada, yo suelo evitar las guías cuando voy a los museos para ser yo quien descubra lo interesante de las obras y no la visión sesgada del turismo.
En fin, formas de verlo.
Saludos
J.
Que buena forma tiene la guía para introducir a la curiosidad del que aprecia, desde otro ángulo. Muy interesante, saludos
ResponderEliminarMe gusta la actitud de la guía. Incitar a la curiosidad es una bonita táctica, seguro que los visitantes no olvidaran esas obras.
ResponderEliminarMe ha gustado tu enfoque.
Un beso.
Se vive la actitud de la guía en el museo pero quizás con esa técnica evita que el visitante lo vea con sus propios ojos, así la interpretación siempre estará dirigida por la introducción de la técnica
ResponderEliminarUn beso
Como suelen ser caros los guias, en el Prado me "acoplo" a las explicaciones de guias de gente que viene en grupo, siempre se aprende algo.
ResponderEliminarun beso
Una vez da todo, los simbolismos y la historia... los significados que en principio eran propios cambian, se ha dotado de nuevos ingredientes al pensamiento de quien la observa. ¿Y lo contrario? como cada uno ve algo diferente y apertura el mundo de su autor con significados nuevos e inimaginables para quien lo realizó...
ResponderEliminarUna vez alguien me dijo que el arte "no se puede dotar de palabras" yo sigo pensando que cada observador dota de un pensamiento nuevo y significados al arte...
Me gusta Antonio López :)
Besos
De acuerdo con Lopez: siempre se puede seguir "retocando" la obra. A mi me sucede con algunos de mis escritos.
ResponderEliminarLa curiosidad mató al gato, cierto, mas hay que tener curiosidad y/o inquietudes en el día a día, porque de lo contrario uno se convierte en un ser pasivo sin intereses, sin motivación, sin ganas de vivir.
Bss.
Desde luego que nuestra formación, nuestro propio contexto histórico, social nos dota de un prisma diferente a la hora de comprender la obra, pero algo de su valor aurático en los términos de Benjamin, sin dudas nos llega.
ResponderEliminarMuy buen aporte!
Besos
Además de los límites que delimitan la capacidad resolutiva del creador, añadiría la inabarcable extensión del impulso creativo de los grandes genios que consideran real todo lo que son capaces de imaginar.
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