San nos cita en Este Jueves un Relato a escribir sobre nuestras fantasías más secretas y, aquí os dejo la mía.
Desde bien pequeña recuerdo que observaba a los demás con atención, sin dejar de fijar la mirada intensamente hasta que mi madre me reprendía. Así continué creciendo y hasta bien pasada mi adolescencia mantuve grabada una fantasía secreta: ser una espía doble. En mi mente examinaba atentamente todo lo que ocurría al alrededor, intentando lograr encontrar señales que guardasen alguna relación entre sí. Si halla algún individuo con gabardina, cicatrices en alguna mano y borceguís atados con cordones de colores en el preciso instante que estornudaba, ese día me asomaba a las puertas de todas las tiendas del barrio para comprobar que la integridad de los comerciantes se mantenía intacta. Uno de mis vecinos, con gafas de cristales gruesos, fue el que me explicó cómo desarrollar eficazmente mis funciones de agente doble: solo tendría que analizar detalladamente la labor del mayordomo del Papa pasando información reservada al Opus Dei.
Desde bien pequeña recuerdo que observaba a los demás con atención, sin dejar de fijar la mirada intensamente hasta que mi madre me reprendía. Así continué creciendo y hasta bien pasada mi adolescencia mantuve grabada una fantasía secreta: ser una espía doble. En mi mente examinaba atentamente todo lo que ocurría al alrededor, intentando lograr encontrar señales que guardasen alguna relación entre sí. Si halla algún individuo con gabardina, cicatrices en alguna mano y borceguís atados con cordones de colores en el preciso instante que estornudaba, ese día me asomaba a las puertas de todas las tiendas del barrio para comprobar que la integridad de los comerciantes se mantenía intacta. Uno de mis vecinos, con gafas de cristales gruesos, fue el que me explicó cómo desarrollar eficazmente mis funciones de agente doble: solo tendría que analizar detalladamente la labor del mayordomo del Papa pasando información reservada al Opus Dei.
Tu sí que me has hecho reir...
ResponderEliminaryo mordería la manzana sin pensarlo dos veces...es de ley.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusta el texto y me gusta el final inesperado. Buen trabajo
ResponderEliminarMe gustó muchisimo la relación de los estornudos con la existencia de los espías, excelente!!
ResponderEliminarFantasía es de niños, los espías son como las brujas, que los hay, los hay!!
Besos!!
jajaja De pequeño yo también quería ser espía doble, que casualidad...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
ajaja, me encantó la anécdota.
ResponderEliminarSabes? es una de las poquísimas veces que leo tus posteos y te encuentro allí. No me refiero para nada a la fantasía privada, me refiero a vos hablando (escribiendo) en una forma relajada y tan natural. A Esilleviana (ponele) sin la coraza que usa para relatar sus historias de blog y la verdad, me encantó
besos
Pues fíjate que el de espía es un trabajo poco lucido, porque a ver con quién presumes! la propia naturaleza del trabajo te lo impide. Pero también me hubiera gustado (si es que no lo soy).
ResponderEliminarBuen post. Y el final, una mascletá.
Un abrazo
No lo dudes, Esilleviana, hay "ruidos" sinfónicos. Música total. He recordado este post de hace dos años
ResponderEliminarhttp://al-sol.blogspot.com.es/2010/06/buen-dia-te-hago-un-test-vale-y-me-lo.html
Todo espía tiene su código. Pero ser espía doble... Para eso es necesario tener dotes especiales. No sirve cualquiera. Algunos no lo valoran, pero esa labor de ver partidos de la eurocopa y a renglón seguido meterse en sus líos europeos no es suficientemente valorada. Este super espía también irá al tour de Francia para sacar alguna información en misión muy peligrosa y nada diplomática.Encima le criticarán.Dirán que es un vago. Pero vosotros, los del gremio de los espías dobles de verdad, sabeis del sacrificio que supone y los riesgos que se corren. No todo es como en Bond,martini por aquí,rubia por allá...Medespido con la contraseña que acordamos: Un abrazo
ResponderEliminarUna delicada observación de tu parte. Cómo aprender sin mayores gastos...
ResponderEliminarjeje, muy bueno, a mi también me gustaba soñar de niño con espías y agentes secreros, pero ni en sueños se me pasó por la cabeza meterme en casullas de once papas, jeje.
ResponderEliminarMuy bueno y original.
Un abrazo
Sí, a mi lo espía a lo Matahari siempre me ha gustado, pero de ahí a pasar información al opus...jajaja
ResponderEliminarQué bueno y divertido!
Besos
Te dieron una buena idea, seguro que averiguarías muchas cosas.
ResponderEliminarUn saludo
No me extraña... ahí hay trabajo. jaja Muy buena tu fantasía, lo mejor que puedes llegar a hacerla realidad, aunque por otra parte me da que no ¿no?
ResponderEliminarBesos
Esta fantasía es de trabajo laborioso y como dice Matice, trabajo no iba a faltarte con la pista que te dió el hombre de las gafas de gruesos cristales.
ResponderEliminarGracias por llegar a esta convocatoria.
Un brazo.
Muy buena recomendación, así se comportaría como toda una detective. Que linda fantasía, espionaje al acecho.
ResponderEliminarMe encanto.:)
Siempre me sorprendes,
Un abrazo.
Un doble cero, suena bien. Y si me apuras mejor suena una doble cero con las pintas de Angelina, aunque en la realidad puedan acaban con los pies de cemento y haciendo compañía a los peces. Y es que los malos son muy malos.
ResponderEliminarSobre el mundo que citas al final, oscuro, bastante, mucho. Y a lo mejor no muy distinto, en cuanto a luz, tejemanejes y puñaladas se refiere, que los despachos donde se cuecen las tácticas adoctrinadoras de los partidos políticos (ep, que en algunos países, espero que pocos, también entienden de cemento y peces)
Un beso
Hummm, tenías unas fantasías poco frecuentes de pequeña. Uno quiere ser piloto, bombero, enfermera... pero espía, espía... es raro. Claro, que las fantasías es lo que tienen, o lo que no tienen mejor dicho: cotas.
ResponderEliminarbss.
Cuánta variedad de fantasías! Vaya si las habrá! Ser espía... y con la recomendación que te han dado, de las cosas que podrías indagar y enterarte!
ResponderEliminarPues, de niño, seguro que más de una idea original se nos pasa por la cabeza -de grandes también, no creas. Un gusto leerte.
Besos al vuelo:
Gaby*
Jajaja! si que ibas a tener trabajo pasando información al Opus Dei! Deben tener espías por todo el mundo, al menos tendrías la posibilidad de viajar mucho ... .
ResponderEliminarComentarista del Sr. Yoni verdad? me parecía que conocía tu nombre de algún lado (yo también soy espía, no digas nada)
=D
salu2
jejeje tanto por tu texto como por el comentario de Any -mi vecina- no dejo de sonreir imaginándote espía del Opus! jejeje...la verdad es que no te envidiaría nada!
ResponderEliminarBienvenida a nuestros jueves!
Un abrazo.
jaja una fantasía que viene de la infancia... :D esta sí que es originalísima!!!! me encantó el relato... y otra cosa.. un placer venir por acá, espero volver. un abrazo!
ResponderEliminarUn método muy bueno el del espía, observación, ensoñación, y un esquema de relato, de novela, de cuento, de otra manera, imposible escribir, una se queda de espía el papa, y de esclavo del opus.
ResponderEliminarMucha inventiva y de la buena, estarás como en tu casa cada jueves, bienvenida.
Besitos muchos.
Secreta, pero de no serlo, hoy tendría mucho porvenir.
ResponderEliminarNo faltan las situaciones, los motivos, ni los mayordomos.
Relato limpio, de idea perfectamente reflejada e ironía final para gozo del personal.
Besos
La figura del espía, tan en boga durante los años de la Guerra Fría, ha quedado ahora un tanto devaluada y ha perdido el halo de romanticismo y enigma que lo envolvía... hasta que tú llegaste con este microrrelato que limpia de polvo, caspa y telarañas una profesión que antaño asociábamos con algo parecido a la magia. :)
ResponderEliminarMagnífica fantasía la de ser espia, y desde luego, al servicio del Papa y pasándo información confidencial al Opus, son necesarias una habilidad y cualificación extremas. El poder y el dinero, o el dinero y el poder, que tanto montan, se dan en abundancia en ambas organizaciones así que seguro que las corruptelas y el robo de información estárán a la orden del día. Seguro que se espiarán religiosamente (nunca mejor dicho).
ResponderEliminarUn abrazo.
La niña apuntaba maneras desde pequeña, tenía clara su vocación de espía y al parecer supo explotarla. En este caso, una fantasía que se convierte en realidad. Un beso.
ResponderEliminarMuy bueno, una niña curiosa que quiso ser espía, nada menos que del Papa...con aspiraciones, la criatura.
ResponderEliminarMe ha divertido leerte.
Un beso.
Así que tu futuro pasaba por Matahari. Es genial como lo has descrito. Sonreía mientras lo leía pero el final ha sido espectacular .)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana
Muy buena esta fantasía, diferente a todas las que leí hasta ahora, y atrapante.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
Un abrazo.
¿Y a quienes más van a espiar si no a ellos mismos?
ResponderEliminarEsa es toda una historia de vida.
Saludos
J.
Bueno, lo de la doble vida le pasa a más de uno. Y seguro que uno en lugar de un mayordomo fiel,no es tan discreto ni reservado como parece y por eso se dedica a soplar información confidencial
ResponderEliminar¡Qúe belleza de relato! Me ha enganchado a leerlo todo. No siempre lo hago...
Veo en tu relato esa sangre de escritora, observación, búsqueda de consecuencias de esa observación, juegos de imaginación. Y si, coincido que el Vaticano tiene que ser tremendopara ese juego.
ResponderEliminarBesos.
me ha encantado leer esa fantasía tuya que comparto en lo que respecta a la observación, en parte defecto profesional y en parte porque me ayuda cuando escribo. Bienvenida. Besos
ResponderEliminarEsa fantasía de la niñez es toda una profesión hoy. Excelente forma de relatar, por lo visto a varios nos atrapó, muy diferente
ResponderEliminarLlego tarde, lo sé pero nena, ando con falta de tiempo para todo, así que las cosas se me amontonan. Hasta me queda algunos jueves por leer, pero... hago lo que puedo. Esta fantasía es una buena realidad, porque menuda historia se cuece en el Vaticano, para ponerse las botas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bien relatado, con ese toque de ironía, que nos pone en la realidad, luego de recorrer tu fantasía.
ResponderEliminarun fuerte abrazo