Al destacar de la aspillera y encontrarme ante una extensa tabla de planchar frente a mis ojos, puse los dedos arropados por guantes, donde aspiraban a disfrutar de la revelación del paisaje, con el único propósito de desertar de la consistencia formada por partículas indivisibles. Frente a aquella amplitud, como valor máximo que pueden alcanzar cualquier magnitud oscilante, encontré mi semblante lívido y exangüe tal que un tute arrastrado. Apacigüé los vientos de mi tienda de campaña poniendo sobre aviso sin levantar sospecha, nadie se escamaría acerca de ese último trance. Y así, como si llevara un pez en la mano cual una "pecilina" se tratara, aprovecho que el menguante estropea algunos barriles de tus palabras destilándolas con cierto calor y obteniendo un licor en el que me empapo. Embriagada por tu espalda y en una segunda lengua, rotulo la inscripción de los besos imaginados entre cuatro paredes puesto que nada hace sombra a los límites de tu poder. Con un letraset, tus piernas transparentes quedan adheridas por la presión a mi piel y el mapamundi de tus pompas persiste fijado en mis uñas que atrapo con fuerza y deseo. Clavando en este papel de abertura entre el muro, continua tu boca tropical en mi nuca como un lazo que une mi columna vertebral a tu cabeza hasta que mi vientre blanco se contorsiona en presencia de tu capricho. La imagen de aquel lugar indefinido, provocó cierta confusión en las pequeñas nociones.
cuerpo recuerda esos deseos
que por ti brillaban en los ojos
y temblaban en los labios
C. Kavafis
y fue tu cuerpo en aquel tiempo mi jaula/ mi sarcófago/ la ola
inmensa a la que me brindaba / afiladas las fauces/la carne
deshaciéndose en la boca
tu cuerpo / noctámbulo y violento /de aventura exquisita/con hileras
de nácar / filones de marfil /de salvaje montura
M. Troiano
Borrachera de piel, uñas y huesos.
ResponderEliminarLa equidistancia nunca será perfecta,pero...¿qué más da? lo importante es el aroma del licor que nos envuelve.
Besitos, Esi
A veces nos agarramos a los recuerdos para llegar a volver a sentir lo que desde hace mucho o con otra persona distinta ya no llegamos a sentir. Un abrazo.
ResponderEliminarnada como un espacio geometrico para poder construir
ResponderEliminarLa culpa fue de la tabla de planchar. Mañana caerán asteroides a la tierra y nuestra casa saldrá indemne. Te lo apuesto.
ResponderEliminarBesos.
hoy me han atrapado tus palabras, y me imagino que detrás de ellas estás tú, hoy no querías aprender, hoy querías atrapar.
ResponderEliminarotra vez! la sensación de leerte en los inicios! esa atmósfera exraña que creás y me deslumbra!
ResponderEliminarperspectivas de un mismo tema...
mil besos*
La mente, nunca quieta, llevándonos de un pensamiento a otro.
ResponderEliminarNunca pensé que una tabla de planchar inspirara tanto, yo cuando plancho solo pienso en acabar cuanto antes.
ResponderEliminarMe alegra verte de nuevo, y comprobar que sigues siento tú, tan distinta y cercana.
Un abrazo y hasta la próxima.
Nada mejor que para pasar las tareas domestica que pensar en el dulce néctar de la vida que se entrelaza y nos eleva...
ResponderEliminarUn abrazo!
Planchar el deseo hasta dejarlo sin ninguna arruga, exangüe.
ResponderEliminarBesos, Esi.
Somos inquietos y siempre volamos a donde nos lleva la imaginación. besos.
ResponderEliminarAmor, amor, por todas partes te encuentro glosado, a pesar de fechas artificiales impuestas por la economía.
ResponderEliminarUn beso
Hay que ver cuanta frase envuelta en laberíntico celofán puede inspirar una tabla de planchar. Aunque prefiero la boca tropical en la nuca. Sonoro bello y complejo como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
No sé si será o no, pero me parece más hot que la misma plancha.
ResponderEliminarAunque,
Esa espalda que dices, como que no. Vamos, para nada, jajajaja...
Un beso
Me gusta jugar con el nombre del texto y las diferentes interpretaciones, pues muestran que las perspectivas -en lo que a humano se refiere- nunca son equidistantes.
ResponderEliminarUn beso.
HD
Una tabla, un recuerdo, infinitas y ardientes sensaciones que despiertan con ese placentero recuerdo, un maremagnum de emociones escritas a fuego sobre un cuerpo.
ResponderEliminarExcelente y bello Esilleviana.
cierta confusión? esto fue un temporal de emociones revividas frente a la tabla de planchar, entre cuaro paredes equidistantes...Los deseos que se evaporan al pasar por encima del aroma que dejaron clavado en nuestra nuca indefensa, que los revisita de vez en cuando para corroborar y dar fe de nuestra existencia. Esa amigable perspicacia que adorna y elucubra pasados protegidos a ultranza en el baúl de las palabras. Y la cáscara de tu cuerpo, agrietándose en el tiempo.
ResponderEliminarMiraré cuando la luna entre en el cuarto menguante por si acaso ... ;-)
ResponderEliminarBss.
Me quieren emborrachar tus palabras, creo que voy a dejarme, sin remedio.
ResponderEliminarVaya, pues no sé, es que aquí, en estas tus palabras, versos, los llamo yo, como que quiero entrever algo.
Bueno, no lo digo, puede no ser.
Besos
Ío
Cuerpo secreto
ResponderEliminarLevanto una mano
A la altura del ombligo y con la otra
Sostengo el hilo ciego que me lleva
Hacía mí mismo.
Jorge Eduardo Eielson. Roma, 1955
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Sensualidad atrapante
abrazos guapísima
pd
gracias por preguntar por mi, donde Noche. Ya estoy más o menos "yo" otra vez :)
"...Y ya no habrán reproches en tus ojos benditos;/ ni volveré a ofenderte. Y en la sepultura/ los dos nos moriremos, como dos hermanitos." (Vallejo)
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