Como una afiladísima cuchilla de afeitar me cortaba con cada una de sus palabras mientras se preparaba una rebanada con mousse de salmón ahumado. Con un pañuelo limpió sus labios pero de repente se sintió mal y vomitó dirigiendo la arcada a mis pies. Su cara angustiosa era como una disciplina con la que azotarse. Continuó expulsando palabras vidriosas, comprometidas y duras como el cuarzo hialino y manchado de humo. Mis ojos remachados al cinturón de su náusea que contribuyó al ayuno y a la renuncia del alcohol, provocó un caldibaldo flatulento mientras se alzaban palabras promisorias. Los confines de aquella voz esculpía entre el desierto y la sabana el cenit de la jungla donde predominaba las lexías interpretativas, según Barthes, las que suenan con contundencia: contra la violencia de género ("formas de violencia que se ejercen por parte del hombre sobre la mujer
en función de su rol de género: violencia sexual, tráfico de mujeres,
explotación sexual, mutilación genital, etc. independientemente del tipo
de relaciones interpersonales que mantengan agresor y víctima, que
pueden ser de tipo sentimental, laboral, familiar, o inexistentes"). Y las palabras que le ofrecía como una tongada a la desesperación de su convenir, ocupaban un lugar secundario en la rememoración. Solo necesitaba mirar otro cuadro que se entrelazara libremente para combinar diferentes derroteros.
Es muy duro, pero lo mejor es aceptarlo como una realidad e iniciar el proceso que modifique esta realidad. Un abrazo.
ResponderEliminarcoincido con el cuervote, hay que procesarlo, aceptar,y vamos de a poco viendo cómo hacer que esto ya no sea real.!
ResponderEliminarnecesitamos que sólo esté escrito, pero no que pase.
un abrazo
Hay algo enquistado más fuerte que las campañas, los minutos de silencio, el dolor, la muerte... ¿cómo arrancarlo?
ResponderEliminarBesos
Bienvenido! un buen día; *
ResponderEliminarAcabo de comentar este asunto en el blog de Madison...
ResponderEliminarEste es un problema ancestral que el sistema se ve incapaz de solucionar, estamos en la edad de piedra a este respecto. Solucionarlo no recauda impuestos, no llena las arcas del estado, al contrario, tiene un coste y una solución difícil envuelta en una maraña de leyes contradictorias. No saben que hacer con ello. No saben que hacer con individuos enfermos que maltratan y actúan en esa línea ambigua de una ley que les pone en la calle y les permite matar, eso se llama NEGLIGENCIA legal. No saben que hacer con esclavistas, proxenetas, traficantes de mujeres y niños que campan a sus anchas, que son millonarios y burlan la ley porque no hay una ley moderna que los enclaustre, los domestique y castigue hasta el último día de su vida, retirándolos de la vida social para siempre.
Abrazos
Está en nuestra mano denuncir cualquier atisbo de agresión de nuestro alrededor; está en nuestra mano educar a nuestros niños y nuestras niñas en el respeto a la libertad del otro; está en nuestra mano ser ejemplos de paz y tolerancia; está en nuestra mano no dejar de escandalizarnos ante el tirano; está... Solo así conseguiremos acabar con los malos tratos.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Todo es un problema de educación. Influenciada ésta por los años del nacionalcatolicismo.
ResponderEliminarAyer vi la noticia que daban diciendo que los jovenes están retomando la idea de que los malostratos son aceptables socialmente. Se empieza por tener celos y se acaba mantando.
Un abrazo.
buen finde
Desgraciadamente nunca se podrá controlar los impulsos salvajes de los maltratadores, la raíz esta bien honda, escondida y agarrada para poder detenerlos a tiempo. Un abrazo.
ResponderEliminarPor cada minuto de violencia se engendra la desesperanza y el odio...
ResponderEliminarUn abrazo grande!
En algunos casos estaría bueno que se prohibiera hablar, o por lo menos que no sea gratis. Ahí, las supuestas libertades que todos tenemos y de las cuales abusamos sin remordimientos se verían acotadas a lo que a mi entender serían los verdaderos límites del tema.
ResponderEliminarEso y que las palabras siempre exageran.
Besos!!
Que pena que aun exista esa clase de personas. Besos.
ResponderEliminarY llegará un día en que lo verdaderamente importante será la palabra y sus significados. Y aprenderemos a dialogar.
ResponderEliminarSólo una educación en igualdad puede iniciar un respeto mutuo que evite que los roles machistas continúen enquistándose en la sociedad.
ResponderEliminarMuy buen texto, un abrazo
''la desesperación de su convenir'' .
ResponderEliminarQué fuerte, tanto como sus ojos en el vaivén de otro cuadro.
El gusto siempre es mío.
Besitos.
Nosotras no hemos evolucionado y seguimos educando potenciando las diferencias que más nos diferencian.
ResponderEliminarun abrazo grande :)
Cuando la violencia se desata es difícil atajarla.
ResponderEliminarUna vez que se libera el primer insulto, la partida está disidida.
Besos
Me entristece ver a las jóvenes contonearse al ritmo de estos temas que están de moda y que degradan a la mujer de forma tan vergonzante. Parece que asuman el haber sido creadas para uso y disfrute de sus parejas, con el castigo que pudiese conllevar el no satisfacer la voluntad y los deseos de la otra persona, o simplemente por el echo de no mantenerse en el nivel que se les impone.
ResponderEliminarUn abrazo y que pases un domingo estupendo.
Terrible estadistica, cada año igual, lo mismo, pero no hay principios, la educación se diluye, los inmigrantes no viven estos hechos de libertad ni los asumen, también estoy con Perez Reverte, no es correcto hablar de violencia de "genero" sino sexual, machista, etc.
ResponderEliminarUn beso
el mundo no es precisamente un paraiso..pero está en nuestras manos cambiar nosotros, cada pequeño cambio puede afectar positivimente a otros para acabar por hacer de esta vida algo más agradable donde no siempre venza la angustiosa injusticia que nos rompe por dentro. Y luchar, con nuestra última gota de sangre por lo que creemos, por lo que queremos...
ResponderEliminarsalud...)
Yo no creo en la justicia en estos casos.
ResponderEliminarLas denuncias se las saltan a la torera.
La educación lo será todo? Ojalá...
Besos.
Escalofriantes las estadísticas que ponen sobre la mesa tanta barbarie. Me tocó la fibra sensible (y el estómago tambien)
ResponderEliminarBss.
Ah! me comentabas que no suba tu haiku a La Bitácora, Piensalo. A mi me parece muy bueno. Cada uno escribe a su forma y estilo; y el tuyo, tiene se espacio asignado en La Bitácora. Luego me dices la respuesta definitiva