Así había transcurría su vida, descendiendo por una cuerda torcida con hilos gruesos, finos y largos mientras disimulaba como sus manos se escaldaban con un picor doloroso como el agua oxigenada cuando escuece y desinfecta. Hubo momentos en que sintió el mazo del tiempo como un pedernal gris amarillento que al golpearlo no producía chispas, sin embargo logró fingir cada uno de los números de la serie de aquellos bonos que encontró sin picar en su cacumen. De esta manera erró entre el extremadamente, el bastante y el ligeramente feliz, entre ni feliz ni desgraciado, el igual de feliz que desgraciado y el ligeramente, el bastante y el extremadamente desgraciado. Por tanto, no se consideraba ni feliz ni desgraciado, aunque tampoco fuera registrado por el guardia de seguridad de su vida buscando el objeto ilegal de la felicidad. En su octogésimo cumpleaños intentó localizar algunas cavilaciones trascendentes para él pero sin pensar en las posibles consecuencias que pudiera tener en los que le rodeaban. Según eso llegó a la conclusión de que hay dedicarse a ciertos asuntos inapelables: la honradez y generosidad en la forma de pensar y proceder, sin olvidar la belleza y la amabilidad. No omitió firmar su escrito con un ·permitir huecos a la intuición· sin necesidad de pensar en todo momento utilizando el razonamiento lógico, los asuntos mundanos de las revistas del corazón tienen cierto atractivo alejándo los asuntos de tanta espiritualidad. En ese espacio de tiempo en que interrumpió su partido, fabuló de qué modo la sociedad debería ser creada, sin odio, codicia y envidia, creciendo libremente. Todos estos instrumentos de limpieza le habían proporcionado la fuerza necesaria para clavar sus garras en la soga por la que nunca dejó de trepar.
Paleta de colores, así es la vida de los Hombres. En ciertos momentos uno domina sobre el resto y luego al revés. Pero más allá de las contingencias que nos depara la vida, ese hombre, al mirarse a los ojos en el espejo, seguro que reconoce al niño que fue y que nunca debiera morir. Cierto, hay una racionalidad encantadora en la pasión y una fuerte irracionalidad en la razón abandonada a sí misma.
ResponderEliminarEl final no lo entiendo demasiado
Besos
Super :) Feliz Navidad :)
ResponderEliminarCreo que a lo largo de una vida, hay momentos para sentirse feliz, desdichado, ambas cosas... Este hombre, debería sentirse afortunado por poder contar 80 años; pero parece que éste no es motivo suficiente como para ello.
ResponderEliminarBss.
A fuerza de convicción se realiza el camino mas duro y mas gratificante.
ResponderEliminarQuerida amiga, que tengas unas lindas y armoniosas fiestas.
Un gran abrazo!
es una situación vital
ResponderEliminares lo más importante, sea a la edad q sea
La convicciòn ayuda.
ResponderEliminarLàstima que una sociedad justa, solo se puede fabular.
Feliz Navidad, y que Dios te bendiga.
Un abrazo.
No vamos a cambiar el mundo, seguro, pero esta soga por la que trepas maravillosamente, nos da un poco de luz, siempre.
ResponderEliminarSi es una soga para escapar de tantas estupideces que nos atenazan, estupendo. Al final siempre habrá alguna recompensa.
ResponderEliminarMás beso, Esi.
Me vas a permitir, querida Esilleviana, que me quede con este párrafo "Según eso llegó a la conclusión de que hay dedicarse a ciertos asuntos inapelables: la honradez y generosidad en la forma de pensar y proceder, sin olvidar la belleza y la amabilidad".
ResponderEliminarÖjala estas palabras se incribiesen en todos los portales de todas las ciudades todos los días. No sería necesario esperar a la llegada de la Navidad...
Un fuerte abrazo y que pases unas felices fiestas
En el "extremadamente feliz" me ha quedado esta tarde, al abrir un libro viajero. Gracias.
ResponderEliminarSin odio, codicia ni envidia, tendríamos un mundo justamente Feliz.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Dibujas deseosa un mundo mejor del que habitamos, sin odios ni envidias, ojala lo disfrutaramos.
ResponderEliminarUn abrazo FELIZ NAVIDAD.
"... permitir huecos a la intuición" sería una muy buena idea para romper lo preestablecido, lo que yo llamo "mi punto de locura" :)
ResponderEliminarUn año más, felices fiestas para ti y todos los tuyos, querida amiga
en su octogésimo aniversario había acumulado tantos riesgos, victorias y derrotas que ya sabía de sobra el sabor de la felicidad y la tragedia de la tristeza. Y le quedaba cuerda como para recomendar un trato distinguido a la intuición, ese instinto que le salvó de estar vivo y le llevó a volar por encima de si mismo.
ResponderEliminarFelices sueños, conseguidos y fiestas, compartidas.
Querida amiga, mucha verdad acunan tus palabras, aunque muy difícil y aunque te golpeen con mazazos de hiel, y aunque caigas y vuelvas a caerte una y otra vez, hay que intentar no soltar la cuerda y volver a subir hasta que un buen día consigas salir del pozo. Un fuerte abrazo y Una Maravillosa, Dulce y Calida Noche Buena.
ResponderEliminarMal royito hoy con las cuerdas, es un mal día para la gente que no es nada feliz tenerlas cerca. Yo por si las moscas hoy las tiraré bien lejos.
ResponderEliminarEn cuanto a trepar por ella durante toda la vida, te puedo decir, que hay momentos en que crees que lo haces boca abajo, solo la persistencia y los ideales te empujan a seguir sin pensar en nada mas.
Un besazo navideño Esilleviana.
Que pases unas fiestas de fabula.
No está mal usar la cuerda para trepar, siempre que en el camino no se vaya despeñando a los demás...
ResponderEliminarFelices Fiestas
Un fuerte abrazo
Ese sinvivir que supone la felicidad plena y la desdicha suprema, el sí y el no...bueno, supongo que es el limbo.
ResponderEliminarUn beso y Feliz Navidad
Javir...
ResponderEliminarjaja no estoy habilitada para entrar en tu blog.
me permites pasar? jaja
Feliz Navidad también para ti en compañía de los tuyos.
otro beso para ti.
:))
¿Cómo que no, qué ha pasado, qué tengo que hacer para que puedas entrar?
ResponderEliminarjajaja
ResponderEliminarno puedo entrar!!
en la puerta me encuetro el cartel: Perfil no disponible.
:))
de veras...
Creo que ya sé lo que pasa. Entro al blog desde dos cuentas y una de ellas tiene inhabilitado el acceso al perfil. Prueba ahora.
ResponderEliminarBien por el octogenario: alcanzó la sabiduría. Ya sabes: paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre...
ResponderEliminarEntre dos sueños, una idea...
…que la diosa Fortuna sea propicia con vosotros y os procure, en Navidad y en el Nuevo Año, todas cuantas cosas nos resultan bellas y gratas: Salud, Amor, Naturaleza, Casa y Libros.
Con afecto,
Manuel Torres Rojas
En ese pensar todos quisiéramos ser dios para cambiar lo posible y hacerlo real.
ResponderEliminarMientras tanto seguimos subiendo.
Te deseo días felices, Esilleviana, disfrútalos, con tu disimulo, al que añado también el mío.
Creo que voy a quedarme en tu compañía, me gusta, ya me gustaba leerte :) :)
Un abrazo para ti
Ío
..... y un beso para "ella" ;) :)
ResponderEliminarÍo
(yo me contaba algunas cosas, por lo bajito, parecía sólo aire, pero no¡
me alegra mucho, díselo)
La cuerda de la vida puede ser de infinitas formas pero es vida al fin. Está en uno simplificarse las cosas (o a la inversa, que es lo más común).
ResponderEliminarY hay fechas especialmente complicadas!
Felicidades muchas!!
Uy, esa cuerda que nos mantiene cuerdos. Feliz Navidad cerca de los tuyos. Besos.
ResponderEliminarY un poco así es la vida.
ResponderEliminarFelicidades y gracias por compartir el año conmigo y mis letras.
Abrazo.
Feliz Navidad!! Como siempre un placer pasar por tu casa, y recibir tus visitas
ResponderEliminarUn mundo sin sogas, en el que podamos danzar por la cuerda floja de la vida, sin odios ni rencores pero con garras para aferrarnos a lo cotidiano, a la sencillez de los instantes que merezcan la pena.
ResponderEliminarFelices fiestas, preciosa.
Muchos besos.
Eh, escoria: tal día como hoy, 25 de Diciembre, en el año 1963, se murió mi novio Tristan Tzara. Deja de pensar en comilonas y cascabeles durante cinco minutos y acuérdate de él.
ResponderEliminar(Este mensaje será copiado-pegado en todo muro que se precie, sin cambiar una coma. Gracias por compartir, que tengas un feliz fin de semana, abrazos de luz y besitos en el alma).
Trepar por una cuerda a esas edad ya es difícil cuando ha cargado con una enorme responsabilidad y buenos deseos, y no es que pesen en el trayecto, es que a veces se lo han puesto difícil. Pero hay que seguir escalando mientras se tenga vida.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y Feliz Navidad guapa.
no por nada dicen que los hombres viejos son los mas sabios. Que la vida debería ser un poco mas condescendiente con nosotros y darnos un poco de esa sabiduría mucho tiempo antes, algunas cosas tomarían otro rumbo
ResponderEliminarbesos, linda