Tras la coagulación, presionando la herida con gasas, el escritor reforzó el corazón con una llama azul preservando cierta flexibilidad hasta conseguir una banda que lo envolvía, cubriendo con pliegos de condiciones la pila de dos senos a la vez que doraba las manchas. Encadenado con una cinta aislante al arte de escribir lo bello, abandonaba sus manos en algunos de los ángulos entrantes de restos de cosas que quedaban por recovecos apartados de la vista, desobedeciendo sus confesiones, cerrando sus verdades y ladeándose hacia ciertas sospechas terminando soliviantado. Y de esta suerte, entre flemas y serenidad condescendió a voluntades ajenas publicando desde creaciones completamente provechosas hasta manifestaciones de una revelación artística asombrosa, solo que al igual que los ocho minutos que la luz del sol tarda en llegar a la Tierra, ese lucimiento no estaba presente en su vida. Pero adquirió la habilidad de un dramaturgo árabe durante la al-nahda representando textos poéticos como danzas dramatizadas con música al inhalar el calor de las imágenes reales que idealizaba, mientras mudaba a un experto glosador de textos.
Un texto magnífico y profundo, amiga.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un abrazo enorme.
y sin medir la humedad de los recovecos, letras peligrosas, a glosar se ha dicho
ResponderEliminarY es que los escritores sudamos la gota gorda a la hora de crear ¿verdad? yo por lo menos, tu pareces más suelta (que envidia)
ResponderEliminarUn beso
a veces la pluma se nos queda enganchada en el ala y sólo alguna operación fisioterapeuta es capaz de implantarla en el papel en el blanco
ResponderEliminarahora, mismamente, yo estoy en ello
saludos desde el maestrazgomagico.blogspot.com
RAUL
El escritor es eso que has definido: "(...) desobedeciendo sus confesiones, cerrando sus verdades y ladeándose hacia ciertas sospechas terminando soliviantado.". "(...) voluntades ajenas". "(...) ese lucimiento no estaba presente en su vida.". Más claro no puedes haberlo dicho. Hoy hay escritores y ¡muchos queriendo serlo pero presentándose como escritores! Me explico. El escritor es un creador, alguien que trae de otras dimensiones -por decirlo de alguna manera- cosas que nadie más pudiera ver a menos que él naciera; que ve cosas que siempre estuvieron allí pero que sólo él fue capaz de mirarlas ¡crea! Mas los otros, que le hacen el juego a los impresores -porque ni editores tenemos ya- pagando sus "libritos" atiborran esos libritos ¡con sus cosas! Lo que les pasó, adonde viajaron, qué tienen, qué han hecho, qué es lo que quieren ¡bah!
ResponderEliminarQué lindo que todo el mundo escriba, fantástico, pero de ello a ¡espantarse porque no están en la lista de candidatos al Nóbel! Por favor. De ello a que se paseen con arrogancia y muestren "sus libritos" -perdona si parece inadecuado el comentario, no me molesta si no lo incluyes- como genialidades, hay mucho trecho. El escritor es un intermediario entre sus autores -porque lo pueblan muchos- y la persona sociocultural (lugar de nacimiento, estudios, estado civil, pasaporte, etcétera); entonces: Persona-escritor-autores, cada quien interactuando para dar vida a una obra literaria, pero cuando sólo actúa la persona-escritor, ahí hay una deficiencia.
Me quedo con tu definición de escritor y su fenomenología.
Un gran, gran, gran abrazo.
Un acto arduo y febril el de la escritura, como un parto, un dolor primigenio que se expresa en las glosas más amargas, en la tinta más ácida y en las sensaciones que se apelmazan en el papel, con gasas, extirpadas o dulces como esa miel que permanece en los labios tras ser libada.
ResponderEliminarUn escritor...
Besos.
El arte, es la reacciòn humana ante la certeza de la propia muerte.
ResponderEliminarEs una necesidad de trascender.
Finalmente, se mudò a glosador de textos.
Un abrazo.
me parece sencillamente maravilloso, disfruté de la lectura y ,si no te importa, lo voy a compartir con mis amistades...ya verás qué contentos se pondrán.
ResponderEliminarMuchas gracias...vas a más.
y es que justamente escribir es tener conciencia de la inconciencia que da estar en peligro... no?
ResponderEliminarun abrazo
ah, me gusta eso que decís sobre los minutos de la luz del sol. es que el lo que se ve por fuera no necesariamente hace eco dentro...
También como experto glosador de textos va a necesitar la cinta aislante.
ResponderEliminarSe vende en ferreterías, pero creo que él la compraba en farmacias.
Un glosador de texto, un escritor hostil.
ResponderEliminarUna persona sensible que necesita una caparazón, por eso aparece como mudándose.
Los textos estan para volar.
Y eso me pasa cuando te leo.
Un abrazo y feliz dia!
Si. Esa eres tú.
ResponderEliminarSalu2.
Como hilitos de sangre que yo te extrajera, desenmarañándolos, ¡eso es sangre en cantidad, no hay forma de parar, queda quieta ya! ¡Ahora querrás que te examine los linfocitos y los linfococos! ¡Qué trabajito me das!
ResponderEliminarUn beso.
Y encima, eso: la verificación de la palabreja de marras para poder comentar, vuelta la burra al trigo, ¡Qué angustia...!
ResponderEliminarno soy escritor en listas de nadie, escribo, pero eso no nos hace escritores, beso grande
ResponderEliminarExtraordinario
ResponderEliminarme ha encantado leerlo...
Paz&Amor
Isaac
Que interesante, que profundo...
ResponderEliminarBellísimo!
Evidentemente no soy escritor, ni pretendo serlo, me gusta leer y eso para mi es mucho, lástima de aquel que sucumbe a la tentación de escribir lo que los demas quieran leer.
ResponderEliminar"...Y de esta suerte, entre flemas y serenidad condescendió a voluntades ajenas..."
Tu escrito es exelente.
No es un texto fácil el que hoy nos dejas, imagino que con toda la intención; aunque no por ello menos rico e intenso. Creo que nos hablas del "trance" que sufre el creador, el artista, y del acto en sí que requiere hacer que dicho trance se convierta en una obra para el disfrute del otro. Naturalmente, en dicho acto hay opciones, todo dependerá de la personalidad y estilo del artista, siempre respetable. Lo que no sería respetable es escribir con la clara intención de vender, de sucumbir a las modas y a las recetas ya hechas ahogando el espíritu artístico, que es lo que da sentido a la obra. Lo que no significa que debamos olvidarnos que escribimos para los demás, por lo tanto hemos de ser entendidos y buscar la excelencia, porque no nos olvidemos que pintar, componer, escribir… son oficios de artesanos. Quiero decir que un carpintero puede hacer de una silla una obra de arte, única en su clase, sin olvidar nunca que es una silla y, por lo tanto, sirve para sentarse. Al igual que un escritor no debe olvidar nunca que su obra es literatura y, por lo tanto, sirve para comunicarse.
ResponderEliminarEs un tema que daría para un buen debate, y que me encantaría compartir contigo.
Muy interesante.
Un afectuoso saludo y hasta pronto.
con cinta aislante debería yo también unir los retazos que voy dejando por entre las páginas de los libros, y de algunas agendas
ResponderEliminarsi pierdo mis letras, me perderé definitivamente
Parece que conoces muy bien cual es el alma de un buen escritor. ¿Porque será?
ResponderEliminarUn abrazo
Digo yo, que a veces es necesario que el escritor lleve buenos atuendos para no dejar trascender sus debilidades. Vos los llevas, y te ves muy buena y fuerte.
ResponderEliminarMe llevan, me arrastran tus letras por confines del abecedario, por los rincones de las sentencias y los cajones donde se esconden los adjetivos y los sustantivos.
ResponderEliminarNo me dejan escapar tus frases.
Bravo por ti!
Me permito dejarte un beso, por más que te resistas...
Acabo de ponerme al día un poco con tus relatos, con Massive Attack de fondo. Voy a dejar el cerebro en hielo un rato porque está que arde.
ResponderEliminarEstás realmente loca. Me gustan mucho.
Un beso.
Es increíble, Esi, el mismo día (porque me fijé en eso) subimos textos que hablan de escritores... menos mal que son MUY diferentes jeje.
ResponderEliminarAunque me parece mejor el final de esta historia.
Siempre son bellas tus palabras, mi querida amiga.
Beso enorme.
En una grabación antigua escuché a Borges el otro día decir que cuando el era joven era por propia inseguridad retórico y recargado, pero que luego con vejez y seguridad se fue haciendo más transparente... ¿ qué piensas?
ResponderEliminarA tu respuesta sí la conocí via blog y ha resultado ser un encanto.. besos
bendigo la luz que eres....
ResponderEliminarpaz&amor
Isaac
Y se cierra sobre sí mismo, como un ombligo.
ResponderEliminarMuy interesante texto. Complejo y críptico como el arte mismo.
Saludos
J.
Hermosísimo.
ResponderEliminarAlgo de ese escritor se me adhirió a la piel. Sufrí un poco y también fue un placer.
Abrazo.
Es maravilloso ver cómo una simple palabra: al-nahda, la musicalidad de su sonido puede crear tanta belleza. Te felicito O
ResponderEliminardos abrazos