A mil metros de altitud, recorro kilómetros de amojonamiento por distintas vías pecuarias de reciente creación y, en uno de los abrevaderos encontré una señal con palabras que resultaban muy conocidas. Con sorpresa, miré a lo lejos, estaba convencida de que ya no perdías el tiempo escribiendo pala-brasca de amor. Tu canto monódico persiste en el aire, respiro el fragmento tenso de tu ópera al llegar al antiguo puerto real y antes de que comience a llover, corroboro que en ciertos momentos carentes de compañía aún me piensas. Y entre las piedras de lo cordeles, sin dejar de preguntar, continúas escribiendo para mi, con el deseo de que los demás te lean por las veredas de carne. Para ellos manchas de tinta la pantalla pero es en mí en quien piensas y aunque cierres tu boca y tu corazón, sientes que estoy mirando y oyendo caer tus gotas en la tierra.
"¿Quién no escribe una carta? ¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
lunes, 4 de marzo de 2013
Vía pecuaria
A mil metros de altitud, recorro kilómetros de amojonamiento por distintas vías pecuarias de reciente creación y, en uno de los abrevaderos encontré una señal con palabras que resultaban muy conocidas. Con sorpresa, miré a lo lejos, estaba convencida de que ya no perdías el tiempo escribiendo pala-brasca de amor. Tu canto monódico persiste en el aire, respiro el fragmento tenso de tu ópera al llegar al antiguo puerto real y antes de que comience a llover, corroboro que en ciertos momentos carentes de compañía aún me piensas. Y entre las piedras de lo cordeles, sin dejar de preguntar, continúas escribiendo para mi, con el deseo de que los demás te lean por las veredas de carne. Para ellos manchas de tinta la pantalla pero es en mí en quien piensas y aunque cierres tu boca y tu corazón, sientes que estoy mirando y oyendo caer tus gotas en la tierra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay quien espanta su mal en cantos monódicos en clave de palimpsesto, hay palabras que se reunen como piedras en los bordes de los caminos y sueñan en convertirse en las migas que te guíen a ese sueño donde siempre deseé encontrarme contigo, o con ella...la felicidad, claro está.
ResponderEliminarY las palabras, las palabras, que de alguna forma, sobran, retumban muy adentro, como un corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermoso poema de amor en forma de prosa... la tierra y la palabra dejan siempre huella... un saludo
ResponderEliminarShssss!
ResponderEliminarSaludo
¿Gotas de que?
ResponderEliminar¿De tinta?
Espero que el amojonamiento fuera de piedra o material similar e inodoro, de otra manera el olor seria terrible, imposible de soportar, además hubieran necesitado un ejército para fabricar tanto mojón...jajaja
Besos y salud
los caminos llevan palabras de miles de historias
ResponderEliminarde miles de años
hay que escucharlos con atencion
No concibo una via pecuaria de reciente creación. Siempre me imagino a los pastores de siempre (los que yya no hay) recorriendo los prados patrios. Buscando el verdor y el abrigo.
ResponderEliminarUn perro y un instrumento (flauta, armónica o voz profunda).
Llorándote.
Los caminos recorridos en compañía conservan huellas imborrables en forma de piedras, pedruscos u olores que son nuestros abrevaderos del alma, mojones de nuestra vida.
ResponderEliminarTengo. :)
Un beso y una sonrisa. :)
Quien no haya deseado alguna vez en su vida que aquella persona que se fue, no siga pensando en nosotros, que arroje la primera piedra. ¿A dónde? Donde le plazca, porque no existe esa persona.
ResponderEliminarSaludos
J.
Doctora, si te paras frente a mí y me lo lees en el año del dragón te juro abro los ojos hasta su reviente, Esilleviana.
ResponderEliminarBeso.
Es como un poema de Gamoneda en algunos momentos del camino, tiene en el vocabulario trazos del poeta. Hay mucha belleza en las palabras.
ResponderEliminarAbrazos
Entre los ribazos, florecieron bellas palabras en forma de amapolas y también entre las piedras se retorcieron las cardenchas de los suspiros de ausencias.
ResponderEliminarVolver a recorrer algunos caminos, solo sirve para mancharse con tierra los sentimientos.
Un abrazo.
Hasta los granos de arena hablan cuando creemos que nos aman o nos dejan de amar...
ResponderEliminarEscribes de maravilla niña!!!
Besos
Caminar con las manos en los bolsillos, es en algún momento el cuadernillo en que palpita con la tinta del recuerdo.
ResponderEliminarEscribes con la dulzura de una metáfora.
En muchas ocasiones lo he pensado. En ciertos momentos que percibimos como de auténtica soledad, en alguna parte y quien menos se espera, igual nos está pensando sin nosotros saberlo. Y no es tiempo perdido ni una pérdida de tiempo. Muy bello. Un abrazo
ResponderEliminarEn la soledad de las alturas se escribe lo que se siente, sea en las piedras o en las nubes... pero no todo el mundo sabe leerlo.
ResponderEliminarBss
demonios mujer, me he sentido tan humanamente identificado con esta entrada, que hasta se me han puesto por cabellos de punta y el escalofría de la piel no se me borra ni escribiendo este comentario, sigo asustado, sé que no es lógico, pero es que acaso existe un mundo tan similar al otro lado del planeta? es que acaso todo se repite porque el simple hecho de que da vueltas la tierra? yo sigo escribiendo, manchando la pantalla esperando que mis letras algún día ella pueda leerlas y se de cuenta que aunque aparentemente haya encontrado compañía, en mis momentos de soledad la sigo esperando, porque mi estúpido amor no entiende de leyes, aunque suene irónico, aunque suene tonto, aunque ella nunca más aparezca deseo morir simplemente esperando.....
ResponderEliminarVe, pero qué buena imagen me dejaste con lo de la ópera. Ay es que aveces me siento en discusión operática: mucha música y mucho tiempo para llegar al punto en cuestión. Más el drama, la novela y demás. Qué daño me ha hecho Verdi y sus cosas...
ResponderEliminar¡Un abrazote de los gigantes, Esi!
Esto te salió de rechupete.
F:
http://mistavilteka.blogspot.com
Poca gente es capaz de prever hacia donde les lleva el camino, hasta que llegan a su fin.
ResponderEliminarabrazo
Caminar es lo que tiene que, mientras por inercia movemos las piernas la mente se desata y pensamos hasta en lo que no deberíamos de pensar...
ResponderEliminarBesos
Al cabo del tiempo,muy poco tiempo, si apareciese esa persona saldriamos corriendo
ResponderEliminarCon la idea de la persona nos llevamos bien y recreamos un mundo de arte y poesia para ella pero si apareciese de verdad seria como el diablo.
No se si es la hora en que te leo, si es que lo que leo se me antoja...no se, me gusto muchisimo.
ResponderEliminarUn abrazo.
"las veredas de carne"
ResponderEliminarhermoso!
saludos :)
¡Jo, Esi, me ha encantado!
ResponderEliminarUn paseo por la vida, el amor, los desengaños, la soledad...
Besos :) :) :)
Será que perdí el interés por aquello que pudo ser y no fue.
ResponderEliminarQué bien que nos hace sentir el viento. Cuando caminamos pensando en esa persona y el viento nos ayuda.
ResponderEliminar