Cada una de las seis caras de la pequeña tuerca que sujetaban sus dedos, forzaba un estado particular de aquella nebulosa que aparecía como realidad. Sin llegar a saber de qué forma sucedía fue desenmascarando las imágenes que escondían distintos espacios semejantes a los que se desarrollaban en un mismo tiempo. Y mirando con detenimiento una de las superficies de la tuerca pudo alcanzar a ver de qué modo sus ojos nunca llegaron a encontrarse, rebasando a dos metros el primer encuentro que en ningún momento se produjo. En otro plano, lentamente entraba en su cama y la abrazaba hasta reparar la tensión de su cuerpo. Un horizonte más desveló la extraña imagen en la que él se desplomaba precipitadamente en el suelo de su dormitorio de tal forma que la confluencia entre ambos no se abordó. Otro universo acrecentó y ambos se encontraron en la sala medio vacía y oscura de un cine, cada uno sentado en una fila diferente, contemplando la misma película sin creer la ficción que la cinta transmitía. La amplitud de la siguiente escena exhibía como el tiempo había negado todo lo que ellos dos sabían, de qué manera se habían dejado para jamás tropezar en alguna orilla. Del último esbozo aplastado de la pieza metálica apuntó el mundo en el que estaba decidido a respirar hasta que todo terminara y del que no siempre pensaba buscando otro lugar donde quedarse dormido.
-Pero ¿quiere decir usted, señor - dijo Peter - que podría haber otros mundos, aquí mismo, a la vuelta de la esquina, como éste? ... -Nada es más probable -dijo el profesor mientras hablaba para si mismo-. Me pregunto qué les enseñaran en las escuelas.
C.S.Lewis. El león, la bruja y el armario
Otros mundos otros planos ¿reales? a veces lo parecen, pero solo a veces.
ResponderEliminarUn abrazo Esi, siempre un placer.
Abrazada a la espiral sin fin, la realidad avanza girando sobre sí misma...
ResponderEliminarSólo los que recuerdan... saben que ya hemos pasado por aquí... y que volveremos a hacerlo.
Yo no he entendido ni un pimiento!
ResponderEliminarBesos y salud
Me he puesto a mirar detenidamente una tuerca que tenía guardada en un cajón, la he buscado intentando descifrar tu texto. Te aviso cuando sepa algo.
ResponderEliminarUn beso.
Es una tuerca que hay que aflojar y desechar, ha dejado de funcionar, o nunca funcionó. Vivir, mejor vivir.
ResponderEliminarUn abrazote
Otra vuelta de tuerca, en lo que se desvela como un tornillo sinfín...las diferentes aguas de un río que fluye por el mismo cauce, las miradas que se cruzan y no se encuentran, este misterio que nos trae, nos lleva y nos invita a tropezar aunque solo sea por volver a notar el corazón fuera del pecho y la sangre desbordando los sueños.
ResponderEliminara mi se me han caído varias
ResponderEliminarpor eso no encajo en este mundo
Me vas a perdonar amiga Esilleviana. Acabo de colgar mi última entrada e inicio un periodo (corto) de molicie. No quiero dar ni una vuelta de tuerca mas al intelecto, hasta que la próxima semana empiece. (El lunes también es fiesta en estas tierras).
ResponderEliminarQue lo pases bien.
Un brazo.
Pero hay veces que la tuerca, terca, se resiste a las fuerzas oníricas y muestra, una tras otra, la misma cara de la realidad.
ResponderEliminarBss
Es que lo que no se enrosca a tiempo jamás se podrá sostener.
ResponderEliminarpor mucho que cambien las escenas...
Besos
Esilleviana. A mi me pasa un poco como a Genin y a Sarco.
ResponderEliminarLewis, después de inventarse Alicia... para decir lo que quería decir de la sociedad en la que estaba instalado, forzó tanto la ficción que se le fue de las manos y del interés general.
Abrazos
Dando giros. La vida es así, una vuelta de tuerca y todo puede pasar a un plano distinto. Real, irreal, creo que eso nadie puede asegurarlo. Hay un fino hilo que separa uno de otro, a veces ni yo misma sé de que lado estoy.
ResponderEliminarUn besito!
Buen fin de semánula... jeje, perdón, semana - todavía sigo esdrujulada :)
Gaby*
Paralelos para siempre.
ResponderEliminarPero nunca meridianos.
Me pareció un hermoso juego amoroso..
ResponderEliminardicen que uno no muere, que simplemente cambia de dimensión, e interactuamos en un mundo paralelo a este sin tocarnos, sin vernos ni oírnos, que los gatos están presentes en todas las dimensiones, y son ellos los únicos que pueden ver a todos al mismo tiempo.... lo escuché en una película que vi la semana pasada.... simpático no?
ResponderEliminarEn mi trabajo se me representa la imagen de mi jefa apretando la tuerca, una y otra vuelta, así ad infinitum, pero ¡leches! que el tornillo soy yo y me voy a pasar de rosca.
ResponderEliminarUn beso
Cada cara de la tuerca, cada faceta de la vida, un universo. Cuánta verdad en tus palabras.
ResponderEliminarSaludos
J.
No sé cuantas vueltas de tuerca podremos aguantar más, querida Esi.
ResponderEliminarSe están agotando las posibilidades.
Besitos
Moitos contrapuntos... Moitas vidas nun mesmo segundo... A marabilla da realidade poliédrica...:)
ResponderEliminarwww.filispines.wordpress.com
en el paralelo contrapunto de mis días con los suyos busco en los espejos las imágenes que me faltan para atornillar mis recuerdos a los suyos
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