Números
En una caja de zapatos reciclada que la abuela arregló, adornando a su gusto, encontré una tarjeta con los números de la suerte del abuelo. Como un compás de tres por cuatro, el vals de los números rodaba entre los dedos del abuelo cada vez que lo desconocido abría su imaginación y a mata caballo, se apoyaba en una escuadra donde recrear los guarismos de su vida. Desde las cabriolas que salían de sus manos, el dos y el cero árabe por excelencia, inauguraron con toda su ilusión la mayoría de edad, asomando del rincón oculto, la granazón de conocer a su futura mujer. El tres y el uno llenaron de fertilidad y aliento los pequeños cuartos de la estrecha vivienda que adquirieron en la gran ciudad a la que ambos emigraron, adentrándose en una ciudadela en la que refugiarse. Con el tres y el siete, el armonioso ritmo laboral se convirtió en una manera de vivir logrando abrir su propia carpintería, pero como expuso Aristóteles: La historia cuenta lo que sucedió, la poesía lo que debía suceder. Por ese motivo, el abuelo nunca divisó como el sol descendía al igual que tampoco se bendijo para invocar la protección divina, tan solo decidió guardar en su cartera los números que le acompañaron en su "jardín antiguo".
al final solo cuenta con los números que juegas
ResponderEliminarEs natural que de tan bello jardín y con tan noble simiente, naciera tan bella esperanza arraigada a las palabras...rindiendo homenaje a sus primeras lecturas, y a sus primeros desvelos. Es un placer saber de usted y de sus pormenores cualitativos, siempre y en cada circunstancia. La beso de lejos, por no poder hacerlo de cerca.
ResponderEliminarLos números son la música de la sinfonía de la vida, y la vida una simple caja de cartón.
ResponderEliminarBss
Son curiosos los números, sí... Probablemente tengamos más de ellos en la vida de lo que pensamos.
ResponderEliminarUn abrazo grandote.
La verdad es que hoy día nuestra vida gira en torno a los números. Abrazos
ResponderEliminarMe encanta esa foto!
ResponderEliminar¿No se te ha ocurrido formar un solo número con los varios de tu abuelo y jugar con el a la lotería?...:-)
Si fueran los de mi abuelo, yo lo haría...
Besos y salud
En general y en este caso en particular me despiertan intriga los números
ResponderEliminarAbrazo
Una forma de contar la vida, por años y por logros.
ResponderEliminarMe pregunto si tambien se podrá contar por los calcetines que vamos gastando a lo largo de ella :)
Bss.
El texto tiene números para ser el más bonito que has escrito, y no los números de la primitiva. Una fotografía de la vida a través de la escala musical.
ResponderEliminarHala, sin tener que ver, ahí la tabla del 7:
http://www.youtube.com/watch?v=GoxmKQ0xo-I
Un beso
El tenderete parece el mío...
ResponderEliminarNúmeros que nos marcan o que nos marcan socialmente. La edad propia para estudiar el curso que te marcan, sepas más o sepas menos; los años propicios para ser considerado adulto; los años normales para casarse, para parir, para volver a parir, para licenciarse, para fallecer, para envejecer...
No sé si alguna vez en mi vida he seguido alguna época marcada. No.
Besito y café.
Buenos números llevaba. Ya sabes que para los simbolistas el tres y el siete tienen una significación especial.Tu abuelo sabía de su importancia. Tal vez por eso los guardó a buen recaudo en una caja. Para que su nieta los descubra como un tesoro y haga buen uso de ellos. Maravilloso Esi. Un abrazo.
ResponderEliminarDesde antes de los números de nuestra fecha de nacimiento hasta los de nuestra muerte, nuestra vida está llena de números.
ResponderEliminarMi preferido: el 7 :)
Pues... 7 besos te mando. :)
Lo que me ha encantado de este relato es el final. Ese círculo que se cierra con las verdades del abuelo, con sus realidades y sus números, sin más, sin sortilegios.
ResponderEliminarY la foto muy chula, de esas que me gusta encontrar cuando salgo con la cámara.
Mi "número de la suerte", aunque no creo en la suerte, es el 13. Naci en 13 y martes, mis hijos en 13 y estoy a punto de ser abuela en 2013, por poner sólo algunas casualidades de la vida que incluyen este número.
Un beso,
Guardo como oro en paño un 3 y un 4, no por suerte, no por desgracia, sólo los guardo. Creo que podrían iniciar una serie histórica incoherente y mágica, lo que + necesito en estos momentos... a ver si hay suerte!!!
ResponderEliminarTodos le han dado una visión a los números que aportan a tu relato, tus cuentas. Y mi que se me dan de mal. No me acuerdo ni las fechas. Pero dado este paisaje mas poético puede que los mire con mas agrado.
ResponderEliminarAbrazo :)
Pues sí, los números también podrían ser poesía; naturales, racionales, enteros, quebrados...
ResponderEliminarUn abrazo
Los números abarcan todo, incluso la poesía, pues los versos se miden con números. Todo gira en torno a ellos y ellos giran en torno al mundo. Me ha encantado tu entrada, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarTambién yo llevo el uno y el tres en todas sus formas, pero más frecuentemente el trece.
ResponderEliminarMe acompaña y me guía.
Hermos manera de contar una historia que está acompañada por un número
ResponderEliminarMe encnata la foto
besos
Yo amo a tu abuelo. Amo la sabiduría por sobre todas las cosas. Tengo la edad de un mono. Pero sé que cuando hablamos de los abuelos estamos hablando de cosas mayores e importantes.
ResponderEliminarTe mando un beso sentado en una silla.
No tengo abuelos, creo que los tuve alguna vez, pero sólo recuerdo muy pocas cosas.
Una vida que es un suma y sigue, todos de alguna u otra forma nos guiamos por la numerologia aunque no seamos muy conscientes de ello.
ResponderEliminarUn beso o 3.
Bello relato lleno de palabras entrañables y experiencias compartidas. Yo también recuerdo a mi abuelo y le echo de menos
ResponderEliminarBello y evocador relato de una vida que seguro es más de lo que dicen los números escondidos en una caja de zapatos.
ResponderEliminarTu prosa hoy se viste de ternura para mostrar ese debido cariño a los que moldearon nuestras vidas.
Un abrazo.
P/S.- Gracias por atender mi petición.
Hay números cuyo significado solamente conocen, aquellos que los vivieron. Otros, no escritos, los conocen los que vivieron junto a nosotros.
ResponderEliminarSalu2.
Que bonito es como ver la vida en un cuento de números...
ResponderEliminarcon lo que a mí me gustan jajaja
me encanta la idea!
Besos abisales
Nunca he sido de prestar demasiada atención a los números, pero quien sabe, quizás a través de ellos el destino también busque mostrarnos algo!
ResponderEliminarUn abrazo
p.d
qué cantidad terrorífica de medias! ajajaja
vaya, tendré que hacer un relato con mis números favoritos, aquellos que cuando era un chaval llevaba en una camiseta y a cierta chica que luego no recibió mi carta le gustó...
ResponderEliminarUn beso
A mí me encantan los números y sus posibilidades, pero no sé si les sacaría un partido tan literario como el que has hecho hoy.
ResponderEliminarBesos, Esi, besos
Es cierto todos los numeros son importantes,tan solo hay que recordar,al igual que las fragancias,cada una de ellas nos lleva a un momento vivido,anhelado,ser recordado y darle su importancia solo nos hace revivivir ese pasaado,excelente¡
ResponderEliminarMil abrazos llenos de ternura,gracias por tus comentarios.
En la vida a veces los número son determinantes, pero los abuelos son una caja de sabiduría con números y sin ellos, ellos en sí mismos llevan ya la experiencia. Original tu post de hoy.
ResponderEliminarBesicos.
hilar una historia de números, y de las posibilidades de la vida (somos números?).esto de "haber sido otra cosa si::", me fascina.
ResponderEliminarbesos, maestra*
Los 20, los 31, los 37...todos tenemos años grabados en los que ocurrieron cosas determinantes para nuestra vida, números de la suerte o del infortunio, de todo hay.
ResponderEliminarBesitos
Os números, o azar e a vida. O artigo lembroume a meu avó, que sempre xogaba á lotería coa esperanza de obter algún cartiño co que cambiar a súa vida, logo de traballar e traballar. Nunca lle tocou, mais Que felices eran! Coa súa hortiña... Unha vida sinxela, chea de traballos, si, pero sen hipotecas, sen as falsas hipotecas que algúns inventaron para escravizarnos, e agora toca a crise... de novo para se enriqueceren... Por que non teremos valor para escapar e deixar todo por unha hortiña, e vivir os números. :)
ResponderEliminarLos números son los ojos del universo...
ResponderEliminarabrazo
Me gusta mucho más este tono narrativo nuevo.. un saludo
ResponderEliminarHasta las letras se pueden contar, supeditadas a los números, arrinconadas por las fracciones y los naturales!
ResponderEliminarGran relato Esil, remite mucho a la memoria...
Besos!!
de verdad que es un relato muy bonito, esta vez si fuiste muy expresiva, como un cuento para niños, donde se encierra cierta magia para hacerlos soñar.... aunque, no entiendo que tienen que ver ese centenar de calcetines colgados en un tendedero? antes de comenzar a leerlo, ya me estaba imaginando que de calcetines hablarías, y que no fue hasta que llegué al final que me di cuenta que en la historia no existen calcetines, tan sólo una vieja caja de zapatos, eso fue realmente extraño.... :)
ResponderEliminarEl abuelo que juega con los números que marcaron su existencia. HAsta quizá imagina que su descendencia se embarcará en la ilusa tarea de tratar de entenderlos. Muy bueno.
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