Desde la cabina de un camión de bomberos reclamo la vida regalada y cómoda de un lugar donde andar a tientas guiándome por el tacto de las palabras al moverme próxima a la luz del fuego. De la nada surgen palabras sonrisas encendidas como brasas. Me doy cuenta de que el universo vasto y penetrante que rebusco solo atestigua que el repertorio de la mercancía es inagotable y allí donde el suministro pareciera suficiente, el abastecimiento llena la cisterna del camión de palabras que inflaman los ánimos. Imposible deshacer la borra prensada de las palabras resultantes. Como quiera que sea, tan solo deseo estar a favor de esta actividad frente a la visión de la pequeña radiografía de términos.
Y se te nota: eres una maravillosa estudiosa de las palabras y nos haces disfrutarlas.
ResponderEliminarMuy bueno el juego de palabras con la actividad incendiaria. Abrazos
ResponderEliminarPalabras incendiarias, ignífugas, extintoras... todas son necesarias, en el momento y el lugar oportunos. Pero sobre todo, las palabras cálidas.
ResponderEliminarBss
Yo diría que usted no es bomberita de palabras, sino la incendiaria. No es bienvenido el camión con su sirena y su manguera. Necesitamos a la palabra con su fuego, pequeña Prometea.
ResponderEliminarProductividad infinita con escasos caracteres. Y también interpretaciones distintas según los oyentes/lectores...y luego dicen que la magia no existe.
ResponderEliminarUn beso
Para la próxima, usa un camión abierto, es mas práctico que uno cisterna para cargar esa mercancía...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Alguien dijo que la palabra es el espejo de la acción. En los tiempos que corren yo prefiero una palabra mal dicha que el silencio. No en vano hay quien prefiere sojuzgarla, no aprenderla, coartarla.
ResponderEliminarTu, amiga, las mimas y las cuidas dándoles toda su trascendencia.
Un abrazo.
me has hecho recordar a mi madre, que como una especie de demonio lanza palabras tan fuertes que golpean tu rostro destrozándolo sin miedo a matarte, palabras tan toscas, tan malas que nunca estarías preparada para defenderte, que hasta hoy nadie está dispuesto a intentar sobrevivir después de escucharlas, es como un fuego abrazador que se come todo sin importarle nada, mientras sus ojos te van indicando que te queda poco tiempo de vida bajo sus palabras, según dicen todos nuestros parientes que sus hijos sacaron el mismo caracter maldito de la madre, yo creo que están equivocados, mi madre no es el fuego, porque el fuego se puede detener con el agua, mi madre es el agua, que en cantidades gigantescas nadie es capaz de detenerlo con nada, ahogándo a todos a su paso...
ResponderEliminarPrecioso jerogífico de términos que avivan un incendio de sílabas y palabras muy bien trenzadas.
ResponderEliminar¡Eres una incendiaria! ¡Esilleviana!.
Besos desde mis palabras.
No quiero que me ames,
ResponderEliminarquiero que ames.
Los incendios no tienen dueño.
Cuando rompes el deseo
de apoderarte de alguien,
es cuando empiezas a amar.
jodorowsky..)
¡Cuanta razón tienes! Existe un repertorio inmenso a nuestro alcance. Y sin embargo día a día se oye hablar del empobrecimiento del lenguaje. Menos mal que siempre quedan refugios como este. El señuelo está ahí, solo hay que seguirle y disfrutar.Un abrazo.
ResponderEliminarClaro que sí¡ es todo un universo. Menos mal que tenemos a los bomberos para que no nos explote el cerebro. ¡Es broma¡ Nos gusta tu juego por eso volvemos.
ResponderEliminarUn abrazo
Un pozo sin fondo de donde sacas palabras y palabras. Un pozo luminoso y un brocal donde columpiarnos mientras te leemos.
ResponderEliminarBesos, Esi
ellas mutan y lo mejor nos habitan
ResponderEliminarson el mejor panal que hay
en ellas hay memoria
en ellas existimos
besitos y feliz semana
Las plabras, que tanto nos pueden elevar como hacer caer al vacio...tienen, aveces, vida propia...
ResponderEliminarbesos
A diferencia de las flores que necesitan agua, las palabras brotan con fuego, se alimentan de fuego y este fuego nos calienta. Y las cenizas son un buen abono.
ResponderEliminar"De la nada surgen palabras sonrisas encendidas como brasas" me gusta esta frase. Y con tu permiso me llevo una de esas brasas.:)
Besos
Entrelaza palabras y cada cual obtiene sus propios resultados de fuego o de hielo...
ResponderEliminarBesos abisales
Imagino a unos bomberos contrarios a los de Bradbury, que en lugar de incendiar libros, inunden las casas de las personas con palabras y emociones...
ResponderEliminarSaludos
J.
meter palabras en un cajón agitarlas y hacerlas aparecer, abre la puerta de " Fantasía "
ResponderEliminarQué obsesión por los bomberos tenéis las mujeres... a mí me dan repelús desde que leí Farenheit 451
ResponderEliminarUn beso
Ojo, si se inflama el contenido del camión puede arder él mismo sin conciencia...
ResponderEliminarPues un poco sí que se lo creen los mozos, le doy la razón a José Antonio y mira que soy chica y no le hago ascos a mirar un buen músculo!
Un gran beso y cafelito...
Brindo po las palabras y por lo bien que las utilizas...
ResponderEliminarUn abrazo grandote.
Las palabras son llaves, pero hay mucha gente cerrada y sin cerradura..
ResponderEliminarCon el humor que tengo hoy, quiera palabras bala y un rifle mata-bobos. En fin, para ti, solo amables Esi, como caricias. Muxu bat haundi
ResponderEliminarQué tipo de fuego apagarían estos bomberos? La otra cara de Fahrenheit 451, genial Bradbury, lo has leído?
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