La primera vez que vi correr un hilito de sudor por su frente hablaba ante un pequeño grupo versado en lenguas clásicas. Como el cilicio mortificante sujeto a su cuerpo, la piel transpiraba al hacer callar la turbación después de hacer carteras con los recortes de piel. Sus días distraído en la biblioteca, marcaban el inconfesable contingente de orden interno que establecía las cuotas obligadas. Y ahora el miedo a enmudecer, guardando para si las palabras que no se atrevían a salir, enfriaba su vanidad extendiendo la baja temperatura por todo el tórax hasta ascender al cerebro. Restituir cierta tranquilidad después de lavarse las axilas durante un tiempo impreciso, despegándose de las aguas termales y de la voz sorda y bronca prendía las notas rotativas. Lentamente cada una de las palabras se desmoronaron sobre las mesas de las redacciones entre tanto la bola de nieve aceleraba las comunicaciones.
Hay
un vacío en el que no se oyen las zapatillas.
Y otro más profundo: el que disuelve nuestras manos.
Y nuestro cuerpo. Y sólo flotan unos ojos
que no lo parecen. Aunque daría lo mismo
porque ya no pensamos con palabras
que todo lo confunden.
Y otro más profundo: el que disuelve nuestras manos.
Y nuestro cuerpo. Y sólo flotan unos ojos
que no lo parecen. Aunque daría lo mismo
porque ya no pensamos con palabras
que todo lo confunden.
Julia Uceda
pufff y esto solo es el principio
ResponderEliminarPalabras, recortes...
ResponderEliminarpediremos también después calidad?
No será lo mismo aunque ganas por el trabajo no falten
Besos abisales, (de alguien que trabaja en educación )
Por cierto, no he obtenido ninguna respuesta del mensaje que mande,
ResponderEliminarsi la hay te lo diré
· Dado que no veo dirección de correo te contesto aquí.
Por supuesto que si, esa foto y cualquiera, a excepción de los 'robados', por razones de permisos. Será un honor para mi. Gracias.
· un abrazo
CR & LMA
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·
Recordé una tarde, más bien era noce, todos entraban a la sala pues había disertación y yo me puse a llorar.
ResponderEliminarAl parecer el recorte llega hasta el silencio, lamentable los tiempos que corren.
ResponderEliminarAbrazos.
Solamente entendí que el sudor era helado...Sudar es malo, pero sudar frío da miedo y es peor.
ResponderEliminarY sin embargo, si no fuera por la palabra...
ResponderEliminarPues no acabo de pillar si te refieres a los recortes del presupuesto o a los recortes del verbo cuando uno que enseña ya está hasta las narices. Y claro, el segundo recorte puede deberse al primero y los dos propiciar un buen corte de mangas.
Un beso
Todo recorte es malo.
ResponderEliminarY siempre beneficia a alguien, eso es lo peor.
Un abrazo.
La bola de nieve nos va a aplastar un día, literalmente, aun con buena higiene, que nunca es tan buena. Un abrazo.
ResponderEliminarconcuerdo con mi amigo y compatriota joven cuervo, quien comentó aquí arriba.
ResponderEliminary agrego:tu estilo, perfecto, como siempre
abrazos*
"Guardando para si las palabras que no se atrevían a salir"
ResponderEliminarConozco la sensación, será por eso que me quedó grabada en los ojos... :)
Linda lectura, justo para este siesta nublada de por aquí...
¡Un gran abrazo Esilleviana!
Qué lenguaje inventaremos que no nos confunda como las palabras...
ResponderEliminarUn abrazo...
Besos, Monique.
Aquella fue la primera vez...Sin embargo, la palabra se hizo con el espacio y rodó para siempre.
ResponderEliminarSaludos
Y existe un último vacío, más profundo, que nadie conoce. Quisiera echar allí un ojo que lo parezca.
ResponderEliminarUn saludo.
Foarte frumos blog. Salutari si pupici pentru tine *;
ResponderEliminarPerdon . :) Besos y abrozos : *
ResponderEliminarVeo la barbarie, que se volverá a repetir.
ResponderEliminarY una bola de nieve es una delicada manera de decir.
Ya ya miedo y un sudor frío correrá por las palabras que no llegaran.
Un abrazo grande.
Si no se exigiera tanto, la palabra saldría más fluída.
ResponderEliminarBesos, Esi
Hola, bellas y reflexivas palabras. Un placer leerte. Cuidate mucho.
ResponderEliminarA veces es mejor dejarlo en el vacío, para no confundirse.
ResponderEliminarYa sabes que a mí también me gusta leerte, y es un placer.
Besos, Esilleviana
:)
Ío
La humedad va muy unida a la timidez. O quizás son la misma cosa.
ResponderEliminarUn beso.
Todos tememos al momento de hablar, por primera o última vez, en público.
ResponderEliminarYo suelo no hacer notas e inventar en el momento, aunque no siempre queda bien.
Saludos
J.
Cuando se atragantan así las palabras, acaban por escupirse...
ResponderEliminary eso, no es bueno.
Besos, Esi.