"¿Quién no escribe una carta? ¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
jueves, 19 de abril de 2012
Desdentada
En torno al complejo triángulo de su figura, así como el paisaje que ese día le rodeaba y los objetos que la acompañaban, esa mañana descubrió que le faltaba un diente. Los ligamentos que sostenían el diente al hueso se fueron despegando de sus hilos mientras se enfriaba, dejando de devanarse los sesos al mismo tiempo que alababa la distracción de sus propias mentiras. En el pasado, la delicada mucosa que rodeaba el cuello del diente finó la carne que mantenía el sentimiento muy vivo hasta estrecharse y dejar de abrigar el diente de león que encontró en el camino. La agenesia gradual de sus muelas del juicio abandonaron el tono alto de la caja china. Ahora solo le quedaba un hueco acondicionado por donde la tronera mandibular pasaba una sonrisa resucitadora. El aire corpuscular entraba en la boca de piedra granate y salía arrancando flores .
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Sólo quiero darte un abrazo odontológico.
ResponderEliminarEs hermoso que hables de Belén Ordóñez justo en un día como hoy. Carmina llora rosas desde el Cielo.
ResponderEliminarBesis.
Pobrecita, es ley de vida, los dientes se van a hacer puñetas...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
A veces perdemos un dientes sin darnos cuenta otras podemos perder hasta la cabeza sin saberlo o sin darle demasiada importancia. Un abrazo.
ResponderEliminarPerder un diente. Todos esos abismos que quedan en las pérdidas. Un abrazo.
ResponderEliminarAlabando la distracción de esas mentiras a las que nos abrazamos en algunas ocasiones para evitar toparnos de paso con ciertas realidades inexpugnables. Y un diente solo es el espacio que queda para rellenarlo con la respiración de otros labios.
ResponderEliminarSi ahora la sonrisa brilla más luminosa, habrá merecido la pena, la tortura... y el dolor.
ResponderEliminarLa primera vez que perdemos los dientes, nos reformamos ante la vida. Pero, ay, cuando vuelven a caer...
ResponderEliminarUn abrazo
menos mal que hay postiza
ResponderEliminarLas coronas dentales, ahora hay más miedo a perder las coronas y los dientes de león, tan volátiles como los colmillos de elefante...
ResponderEliminarPoco más y eres una enciclopedia, querida Esi. Voy a por "agenesia"...
ResponderEliminarBesitos
impresionada hasta la médula con la descripción de ese diente, las encias y la mucosa bucal. Se me iban ocurriendo mil metáforas pero las flores granate del final me obnubilaron y no pude más que ver todo rojo
ResponderEliminarbesos, nena
La descripcion es tan fuerte que impresiona.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mira todo lo que puede producir el desprendimiento de un diente, pero claro es un desprendimiento de algo propio, que tiene un proceso, como todas las demás cosas, la vida misma en el hueco de un difunto diente. (te puedes reír) :)
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Oohh, nooo! Es una de mis peores pesadillas la de perder un diente. Dicen que tiene que ver con el temor a envejecer y esas cosillas. No sé. Sólo que me despierto y corro al espejo, por las dudas.
ResponderEliminar:)
Abrazo!
que angustia!!!
ResponderEliminaryo a veces tenía pesadillas con eso, se movían y de repente los escupía... buffff
Besos abisales
¡Pero fue que lo descubrió! ¿Cómo? Pasándose la lengua cuando abrió los ojos en una madrugada con un cuerpo extraño al lado, supongo. Yo recuerdo tener pesadillas de dientes que se soltaban tomando avena. Jajaja Era terrible. Eso me hace recordar ver a mi sobrina en su cambio alimenticio entre comida licuada y comida sólida. Lo pasaba mal hasta que tuvo que acostumbrarse a sus nuevo dientes de leche. Con todo y semejante dolor. Luego, cuando salgan las del juicio, las cordales, llegará otro. Y quizás se las quiten, como a mí y como a la protagonista de tu relato. Ojalá que no con un alicate.
ResponderEliminarUn abrazote mi querida amiga.
F.
Poco a poco nos vamos volviendo nuestros propios despojos...
ResponderEliminarSaludos
J.
Siempre tuve la fantasía de que por tomar leche desde chico tenía la dentadura más sana del mundo. Me hicieron trizas la fantasía al realizarme un presupuesto para perno y corona.
ResponderEliminarAsí de efímeros somos...
Abrazos!!
La pesadilla recurrente de muchos, ir perdiendo los dientes. Ese silbido tenebroso que se escapa entre el hueco de las encías y que reclama la asistencia de nuestro peor enemigo, el dentista.
ResponderEliminarMenos mal que siempre nos quedará el consuelo del Ratoncito Pérez.
Como siempre genial dominio de las palabras.
Un abrazo
Bueno ahora menos mal que están los implantes...
ResponderEliminar:)
Besos, Esi.
necesita una urgente visita al dentista
ResponderEliminarun abrazo
Uy, que miedo, prefiero coger aire abriendo la boca no por los huecos de los dietes perdidos. Besos.
ResponderEliminarMe gusta el té rojo pero no le cambia el sabor, solo que esas galletas siendo un poco mas duras y gruesas necesitan un poco de liquido adicional para que se ablanden un poco. Otros prefieren mojarlas con leche o con licor, yo siendo una adicta al té lo hago con té. Mas besos.
ResponderEliminarSoñar que se te caen los dientes indica que te arrepientes de algo que has dicho o contado a alguien, el que tiene boca se equivoca y siempre pecamos de lenguaraces.
ResponderEliminarUn beso