Maria Colvin |
Curtida en lides y batallas aprendió a sacar su cámara-lengua ante la barbarie contra los ciudadanos, cubriendo de negro y azul las informaciones precisas y detalladas acerca de las injusticias y los horrores de las guerras. Los adorados combates de los hombres armados que sufrió durante los veintiséis años de exposición a la crueldad y atrocidad de la lucha le hicieron ir perdiendo poco a poco partes de su cuerpo: un ojo, parte de su piel por las constantes heridas y balazos padecidos mientras trabajaba o las múltiples roturas de huesos sufridas por el impacto de las explosiones. Su marido se suicidó "porque el mundo ya no le parecía un lugar amable, agradable o digno". La primavera árabe pasó como horas rodadas "con información de primera mano, cobertura sobre el terreno y noticias centradas en el coste humano de los conflictos". El último reportaje lo emitió un día antes de su asesinato: "Aquí nadie entiende cómo la comunidad internacional está permitiendo que esto ocurra". «Es escalofriante. Hoy los bombardeos han comenzado a las 6:30 de la
mañana. He contado catorce proyectiles en solo 30 segundos sobre esta
zona de población civil (...). He visto morir a un niño pequeño. Es
horrible. Le han quitado la ropa al llegar [a una clínica improvisada] y
han visto que tenía metralla en la parte izquierda del pecho. El médico ha dicho que no podía hacer nada. Su barriguita ha estado palpitando hasta que se ha muerto». Fiel a su compromiso, en el último bombardeo al que sacó la lengua se hallaba en una casa que servía de centro de prensa en Baba Amr, escuchando la detonación de cuatro explosiones muy próximas hasta que la quinta acabó con su vida.
Una mujer con mucha convicción y mucho amor por la humanidad.
ResponderEliminarUn abrazo!
Muchas veces la obsesión por una causa o por algo que creemos que merece la pena nos puede costar la vida. Un abrazo.
ResponderEliminarMe has puesto el vello de punta, es una entrada estremecedora, que nos presenta a una mujer sensible y valiente, una dualidad rara en el ser humano. Me ha gustado conocer un poco más a María Colvin a través de tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta dentro de dos semanas.
la comunidad internacional...será que entrar en este conflicto no le interesa.
ResponderEliminarUna deja de creer en todo. En lo humano y, por supuesto, en lo divino.
Es terrible lo que está sucediendo en Siria
Es terrible lo que parece gestarse en el ambiente...
Descanse en paz. En la paz porque luchó y no encontró.
Besos
D.E.P. María. Informaba al mundo de las mentiras, de la hipocresía y la crueldad de los hombres.
ResponderEliminarAbrazos
Vi la noticia en "El País" la semana pasada.
ResponderEliminarMurió cumpliendo con el deber de contar la verdad.
Como Couso.
Y caerán en el olvido...
Yo soy una cobardica, no sacrificaría mi seguridad y comodidad para nada en el mundo, respeto mucho a la gente que lo hace. Un abrazo.
ResponderEliminarfundamental para que la verdad sea todavía visible en el mundo
ResponderEliminarTu post duele, hoy duele. Duele porque la miseria humana duele.
ResponderEliminarUna mujer valiente y comprometida con su trabajo.
Respecto a ti, enhorabuena por este post-denuncia.
Un beso
Un héroe contemporaneo. Eso no es poca cosa en un tiempo desprovisto de esos personajes que sólo parecen propios de la ficción. Beso.
ResponderEliminarPersonalidades que se convierten en trágicos héroes...
ResponderEliminarBesos abisales
no sabía de ella hasta este momento, el de su partida. vaya mujer!
ResponderEliminarabrazos*
Personas así han de ser siempre recordadas, leí sobre su muerte yme sobrecogió esta mujer valiente y comprometida.. gracias por tan bonito homenaje.. besos
ResponderEliminarEstoy segura de que esta señora no ha salido en los medios de masas, porque claro, no interesa conocer casos de personas valientes, no interesa saber que hay gente noble capaz de ayudar a los demás y de arriesgar su vida por contarlo.
ResponderEliminarY como no interesa, también hay gente que prefiere no mirar, no saber, no pensar.
Menos mal que tenemos los blogs y las redes para enterarnos, los que sí queremos, de lo importante.
Después del Holocausto judío, se siguen produciendo máis y más holocaustos, y gracias a periodistas que arriesgan sus vidas sabemos de ellos.
ResponderEliminarAl leer el post he recordado un documental que proyectaron el "Euroarab filmfestival" en octubre en Santiago. El documental: Shoting vs shoting, del griego Nikos Megrelis.
El enlace en youtube para ver un fragmento: http://www.youtube.com/watch?v=PIpzLYq7UOU
Son numerosos los periodistas que pierden sus vidas en Bagdad, intentando transmitir libremente la verdad a la opinión pública.... Esto se dice en la reseña del documental.
Es realmente triste y trágico para la humanidad.
Y con respecto a lo que sucede en Siria, está claro q a alguien le interesa que la masacre continúe, por que? difícil respuesta.
Pero sigo insistiendo en la dimensión triste y trágica del hecho de que mueran tantos periodistas.
Me impresionó cuando leí su vida. Admiro a estas personas con las ideas claras y esa capacidad para estar en sitios tan peligrosos.
ResponderEliminarEn cuanto a Siria, es vergonzoso como pasan los días y no hay poder para parar esta canallada. Mueren los inocentes como ratoncillos en sus madrigueras y hay que seguir esperando. Me duele mucho Siria, me entristece.
Personas como ella son las que me reconcilian con el periodismo hoy en día.
ResponderEliminarUn excelente homenaje le brindas.
Besos, Esi.
Sin necesitar de metáforas que adornen el escrito acabas de dar una lección suprema de feminismo, amor a la humanidad y compromiso. Recordando la epopeya de esta mujer periodista,
ResponderEliminarconociendo su trayectoria, se sabe que no toda está perdido.
Un abrazo.
Una mujer valiente que dió su vida haciendo lo que le gustaba y en lo que creía, contar la verdad.
ResponderEliminarEs una veguenza que paises como Rusia y China estén permitiendo, bloqueando las resoluciones de la ONU por oscuros intereses que se esté masacrando a la población en un genocidio miserable. Pero es que el resto de paises tampoco se imponen con la fuerza que deberían.
Descanse en paz
Un abrazo
Una pérdida importante, ¿quién nos contará las barbaridades de tiranos y genocidas? es fundamental que estén personas así en estos lugares para contar al mundo lo que sucede.
ResponderEliminarUn beso
Qué fuerza inmensa brota de estos seres que con su lucha nos permiten creer un poco en la humanidad.
ResponderEliminarAbrazo.
Te agradezco la semblanza, me has emocionado.
ResponderEliminarUna víctima inocente más sobre las conciencias de quienes hacen, permiten, financian, etc. las guerras ocultas. (Nuestra Larisa diría ¿se puede decir conciencia?... y ésta vez, al menos, tendría razón) :(
un abrazo por tu sensibilidad
gracias por la revelación...
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