Un nuevo pacto frente a la inmensidad no alcanza el suficiente interés como para sedar la congoja y la ternura, el desdén y el placer. Es difícil evadir unos ojos que no miran mientras se escucha de fondo un corazón que quiere sentir. Enmascarando tus latidos con misteriosa habilidad, te dejas ver a través del android en cada uno de los sms y correos electrónicos que destinas a los diferentes móviles de la agenda. Utilizas como pocos la biblioteca del sistema operativo para proyectar tus dedos en los mechones de mi pelo, rizando el rizo hasta buscar la perfección. De ese modo tan cercano, me llegan tus versos como la unidad indivisible del metal acuñado. Desde la loma escarpada, invocas tus años de seductor para conseguir el favor de mi pulso. Detrás de cada uno de los muebles que dotan tu cabeza, el deseo te protege, revuelve el interior haciendo fosfatina a la solemnidad de la torre de tu catedral. Y así pasas las noches, ejerciendo de centinela para recobrar las perdidas sombras y fantasías. Al estridor de los mensajes del móvil chasquean tus dedos tijeras, entre tanto calculas: "¿cuántas ocasiones tendré de continuar pasándolo bien?", "¿cuanto me queda de paciencia, de espera y de toda clase de expresiones de fastidio, jodiéndome?". Con gusto cada noche avanzas como el recién nacido con una eminente bengala palpando la áncora de salvación.
Lo veo avanzar en su bote, seductor y cargado con señuelos de palabras. Esos anzuelos brillan como plata bien pulida. Pero los tuyos, brillan con luz propia, querida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eh, cuidadito, que José Luis y yo tenemos una Blackberry y sabemos cómo usarla. Te lo consiento todo, menos lo de "áncora de salvación". Ahí te has pasado tres pueblos. Deberían cerrarte el blog.
ResponderEliminarVengo a tirarle flores a su paso.
ResponderEliminarsi mira, a traves de un mensaje...no verá mas que palabras inconexas
ResponderEliminarLos tiempos avanzan... y ahora las postales caben en 140 caracteres...
ResponderEliminarY como siempre, lo importante es lo que está entrelineas... aunque éstas sean pocas.
En los mensajes nunca pueden existir ni el nerviosismo de las palabras, ni la húmeda calidez de los besos, ni la arritmia del corazón enamorado.
ResponderEliminarEntre líneas no se podrán hacer realidad las ansias de quien desea.
Un abrazo.
¿Estrategias de un seductor? O simplemente alguien que navega en proas de la razón que le deja el deseo de llegar...
ResponderEliminarUn abrazo, buena semana.
Un mensaje, dos o cien, no pueden suplantar la presencia. Son ausencias disfrazadas.
ResponderEliminarUn saludo.
Ciertamente, nada suplanta un abrazo.
ResponderEliminarPero algunos se conforman con menos.
buen texto.
Un abrazo.
Amores de IPod y SMS, postales y cartas que caben en 140 caracteres y palabras recortadas y abreviadas para un rápido consumo. ¿Ya ni siquiera se salvan los asuntos del corazón y el romanticismo? Ya ves.
ResponderEliminarUn abrazo
Por lo visto la cabeza la tiene bien amueblada, no?
ResponderEliminarBesos, Esi
ciertamente desenfocado, perdido en argucias piramidales que se desmoronan como terrones de arena bajo sus pies de niebla...que ya no son capaces ni de dejar huella, ni de vencer la sombra que a menudo le nombra y le desmembra. Y la mudanza que ya abandonó su "cabezita" bastante más caliente que sus pies sin huella, que su mano sin tacto, que su mirada de piedra y su llanto de hiedra alojándose en una ínfima inercia de sufrimiento y amarga somnolencia.
ResponderEliminaraqui diria que hay un solo "culpable" y es el que continua recibiendo mensajes por cell y hace de cuenta que está todo bien. Cobardía? amor? impotencia?...no creo que nada justifique nada, pero bueno la decisión no es mía
ResponderEliminarbesos nena
El problema quizás radique en que es cosa de dos el pasárselo bien.
ResponderEliminarDespués está el valor, el valor con que cada uno afronta cada partida, hay jugadores que no son valientes y no merecen ganar.
Un abrazo.
Oh... la verdad, que me recordó tanto a alguien, que me llegó muy dentro...
ResponderEliminarvaya, es cierto, a si son las últimas modas
Besos abisales
En mi pensamiento también se confunden verdades y sensaciones durante un abrazo. ¿Tendrá alguna explicación?
ResponderEliminarNo lo creo, ni tampoco me importa.
Saludos
J.
Que pena querer enmascarar los latidos, con lo hermoso que es sentir y dejar ver que sentimos. Unha aperta.
ResponderEliminarÚltimamente hasta nos están twuiteando los sentimientos...
ResponderEliminarY tras el cristal se empañan cada día más las soledades.
Besos, Esi.