Como un velo cristalino comenzó a nublarse a la vez que tendía la mano hacia adelante con un tacto áspero y desigual. Irremediablemente había llegado al tiempo de los días insoportables en donde el confín del desierto y la sabana rezagaban la predicción del arúspice al analizar el grado de favor de los otros con un creciente envilecimiento. Vivir al sur del mundo traba las puertas con una cuña de tal modo que la única opción es apretar el escarpín de lana a los pies y continuar caminando cerca de los perros falderos mientras aceleras los pasos amañados. Y así, los pedazos que componen cada una de las vivencias se someten a un suave movimiento físico con los que tapar los agujeros del jardín para sobrevivir. Desde la cueva más profunda se insinúa la admisión de historias ab aeterno la última fila india, reconociendo el extremo de la escalerilla como en los campos de concentración de parados y cesantes. Puede que todo el ánimo resista a la llama del fuego graneado, producto de la desesperación, con palabras a la altura de los ojos. Entre esa felicidad improvisada, la lectura se reclina frente a un viejo libro de aventura huyendo del exhibicionismo. Al mismo tiempo que encuentra la buscada libertad entre las hojas del recital como ondas o caracolillos, de los que nunca se prescinde sin dejar de estar en el mundo real pero renovando parte de sus fantasías.
Potser la poesia no es gran cosa,
ResponderEliminarperò la intempèrie es més dura
sense els versos.
Joan Margarit
Leer, para tapar esos agujeros por donde se cuelan ciertos fantasmas. Un abrazo.
ResponderEliminarComo decía Emily Dickinson, para viajar lejos no hay mejor nave que un libro...
ResponderEliminarEntre las páginas de la evasión forjamos universos de sueños donde ocultar esa triste y prosaica realidad a la que nos enfrentamos día a día.
ResponderEliminarCon tacones altos, marcando el ritmo del tic tac a la espera de despertar de los letargos.
Besos, Esi.
Creo que hay veces que me veo así, atándome los cordones de los zapatos para poder huír hacia delante, como hoy sin ir más lejos.
ResponderEliminarUn beso
la gran evasión que acaba en victoria
ResponderEliminarSumergirse en la lectura, no se tapa agujeros, pero si, a mi me salva de la espantosa realidad...
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Es que las fantasias, son parte del mundo real, tambien.
ResponderEliminarSolo hay que creerlas.
Buen texto.
Un abrazo.
estoy convencida que no tapa ningun agujero, ni leer libros, ni tratar de escapar por cualquier otro medio. Es apenas un paliativo, pero a veces nos aferramos a cualquier cosa con tal de parar esa sensacion que nos arrastra profundo
ResponderEliminarbesote
Esta España nuestra, donde el norte ya es también sur.
ResponderEliminarAlguien dijo que la lectura es a veces una estratagema para eludir pensar.
ResponderEliminarPero, amiga, la realidad es tozuda y no deja ningún resquicio para la esperanza.
Y desgraciadamente cada vez hay mas "sures".
Un abrazo.
leamos, entonces, no dejemos de leer
ResponderEliminarabrazos, amiga*
quien sabe sumergirse en el mundo de la lectura de un libro posee una riqueza indescriptible
ResponderEliminarBesos abisales
Felizmente los blogs también son eso, lectura.
ResponderEliminarNo te preocupes, no llegas tarde, si te apetece puedes enviarlo cuando lo desees, aun estará mucho tiempo.
Un abrazo
leo y releo, no sé si es mejor lo que cuentas o su forma, una enorme duda.
ResponderEliminarMe encanta la sensualidad de ese pintor y la cuña para mantener bien abierta la puerta de los sueños.
ResponderEliminarBesos, Esi
Lo acabo de conocer por Anderea.
ResponderEliminarAlgo más que un lenitivo.
Con una historia detrás.
Amor, compasión, humildad.
Eso y más resuena en su voz.
Pensé en tí para compartir esta belleza:
http://www.youtube.com/watch?v=x8-YMpYbRqY&feature=list_related&playnext=1&list=AV4oVf-d_DwKBThR8zaGVKFnynxUQpjDvz
Abraçada!
Vivir en el sur del mundo...
ResponderEliminarOjalá eso se pudiera solucionar viajando en un libro.
Aunque a veces, un libro nos salva de más de un naufragio.
Besos
Ler como aventura para fuxir, comparto dita idea. Sempre teño presentes unhas palabras de Lorca, "Medio pan y un libro". A fame do intelecto, tamén é fame, e hai que saciala. Por iso é importante ler. Que nunca nos falten historias, nin poemas, nin libros. Saúdos.
ResponderEliminarTu entrada me ha dejado sin palabras, como siempre... Eres especial
ResponderEliminar..."Los ojos leen en la tierra/como sobre un libro abierto..." (M.Valdivieso)
ResponderEliminarLeer, leer, leer....mejor un libro que una pastilla como le dije a Ana en su Blog.
ResponderEliminarUn beso.
Me gusta leerte, leerte y releerte, no me basta una lectura, giras en tus palabras, en tus lineas y yo me pierdo y me encuentro. Si es que me gusta sí, no me gusta perder tus entradas, por eso regreso y releo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Y qué otro modo de volar sobre la imaginación del escritor y de hacerla nuestra?
ResponderEliminarUn beso
qué dejarás entonces para los que viven al sur del sur.. gracias a la lectura nos podemos aislar de la realidad mediocre y vivir otras vidas.. un beso..
ResponderEliminarCrecer renovando ilusiones, descubrir los verdaderos cimientos de la imaginación, viajar en el tiempo..conocer aquel Paris que fue una fiesta, o atisbar a los lanceros aqueos mientras cíclopes y lestrigones acechan la maña con la que deshilvanamos nuestros pasos.
ResponderEliminarMorir sin haber alcanzado la orilla, o vivir el amor eterno esquecido en aquel ángulo oscuro de una pesadilla.
La literatura, aquella prestidigitación antiquísima inventada por los hombres para, ilusoriamente, prevalecer contra la muerte.
PD: leer es un placer, leerte es conocerte...
Señora de mis pobres homenajes:
ResponderEliminareste erudito a la violeta desea que conste en autos que rinde su razón ante su escritura, la de Vuesa Merced (héteme aquí un femenino de género), que calza muchos puntos de ciencia propia ¡Con Dios!
Mientras queden libros, habrá una posible felicidad. Dicen... No lo sé.
ResponderEliminarSaludos
J.