Con la cabeza recién lavada y un turbante azul con un oscuro rizo húmedo pegado al cuello, terminó el último trago del primer café de esa mañana primaveral en la que recorrería uno de los barrios más opulentos y acomodados de su ciudad. Antes de cerrar la puerta del piso reparó en la misteriosa falena que encontró en el renvalso de la puerta, la agarró con cuidado como si de una barandilla se tratara para alejarla de aquel vasto mar. Al llegar al punto de partida cumplió con el primer requisito que les impusieron: con arreglo a la Ley de Seguridad ciudadana, dio a conocer su propia identidad junto a la desidia de su disposición. Peregrinando por aquellas calles extrañas entonó un macizo de lilas, dispuso y colocó carteles con botones rojos y verdes en fachadas, ventanas y portales además de compartir información con residentes mientras por momentos, apretaba el labio inferior como si estuviera afectada por el roce de semillas venenosas. Aparecieron en el lugar programado custodiado por la policía, como si de un albacea se tratara asegurándose de cumplir su última voluntad. Las cajas negras de toda aquella operación examinaban con atención cada uno de los movimientos y palabras que los participantes-algas señalaban en el domicilio del personaje cuestionado. Después de leer en voz alta, cosiendo y recosiendo las demandas que los ciudadanos necesitaban, acabaron marchándose todos juntos.
"Hace tiempo que en esta partida alguien dio un puñetazo sobre la mesa, cambió las reglas y rompió la baraja. Y no fue la PAH. Al contrario, los antidesahucios no han empezado por los escraches, sino que antes de llegar hasta aquí han ido subiendo todos los escalones previos: confianza en el sistema (que los dejó tirados), denuncias en los juzgados (pero la ley hipotecaria los desamparaba judicialmente), peticiones a los gobernantes (oídos sordos), manifestaciones (ignoradas o reprimidas), paralización de desahucios (recibiendo a cambio más policía), recogida de firmas y presentación de una ILP, y ahora, después de consumir todos los cartuchos anteriores, el escrache".
Y seguiremos
ResponderEliminarle pese a quien le pese
Escraches, violencia, represión, es lo que se recibe en ¿Democracia?
ResponderEliminarQue triste, lo mas triste es ver que como un virus se propaga por el mundo, los mismos métodos de opresión.
Un abrazo querida :)
Es un mundo cruel en el que vivimos. Besos.
ResponderEliminarSi se puede pero quieren. El ayuntamiento de Madrid se entretiene en buscar una calle para poner el nombre de la ultraliberal Thatcher. Botella la homenajea en su blog infantil y demencial. La prensa manipula y debate sobre la legalidad y la molestia de los escraches. Hasta Felipe González es ahora NeoLiberal, de verguenza. La Cospedal es una señora irresponsable que siempre que habla sube el pan. El Estado se endeuda cada día más y miente cada día más. Las reformas se han quedado cortas. La reforma laboral no funciona porqueEL GOBIERNO y los bancos no apoyan a la PYME. El paro seguirá subiendo hasta límites insospechados y no se podrán mantener las pensiones. Qué te voy a contar que no sepas.
ResponderEliminarAbrazos
Si señora, sí señora y sí señora. Lo has resumido perfectamente, ahí está su legitimidad para todos aquellos que quieran deslegitimarlos, llamarlos antidemocráticos y cosas peores. Han probado todos los recursos y mecanismos legales, se han reído de ellos en sus narices, los han ninguneado, y cuando en lugar de bajar la cabeza y resignarse siguen adelante, se les tacha de antisistema. Es que voy escribiendo y se me va poniendo la punzada de indignación en el estómago, sabes que es uno de los temas en los que mi posición está muy clara, es más, espero y deseo que este sistema se traslade y se utilice para reivindicar muchas otras de las injusticias y barbaries que se están cometiendo con todos nosotros en nombre de salvar el puto sistema, sus culos es lo único que quieren salvar, y sus privilegios. Ya está, me entró el calentón.
ResponderEliminarBesos, voy a recuperar la respiración
Muy triste la situación que vivimos algunos. Espero que entre todos se mejore, que los ricos dejen de ser tan ricos y los pobres dejen de ser tan pobres. Abrazos
ResponderEliminarEscuche la noticia hace unos años y cosas del destino conocí personalmente a la hermana, Encarni y su lucha, te dejo el enlace donde cuenta el calvario que vive su familia.
ResponderEliminarhttp://www.diariovasco.com/20121114/mas-actualidad/sociedad/herencia-asesino-juana-vacas-201211141051.html.
¿hasta donde se va a llegar?
Un abrazo.
El efecto acción-reacción es inevitable. Los límites de lo justo y lo injusto parece que se difuminan (cuanto más poder se tiene, más)
ResponderEliminarCuando el único poder que se tiene es el de la voz, ¿Quién tiene derecho a amordazarla?
Bss
Cuando la democracia ya no es la solución a los problemas de la ciudadanía, deberíamos de avanzar hacia un sistema más solidario en el que los representantes del pueblo tuvieran unos mecanismos de control para no aprovechar su poder en su propio beneficio...los franceses ya sugirieron algún mecanismo para cortar por la sano con tanta desvergüenza.
ResponderEliminarConvertir el dolor en fuerza creadora... una y otra vez, una y otra vez.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=COq_6Ekse_Q
No loe reciben, el parlamento los hecha de mala manera,les invitan a sus reuniones y no asisten, se pasan por el arco triunfal millones de firmas
ResponderEliminary mientras todo esto pasa siguen inmisericordes, lanzando a familias de sus hogares, familias en paro y sin techo.
!!!Demasiado poco les ocurre!!!
Lo que pretenden es airear al máximo esto de los escraches para tratar de que se olvide el verdadero problema.
Unos caras redomados.
Un abrazo
Claro que se puede: en el sueldo que les pagamos va incluída la exigencia de demandarles el cumplimiento de todo lo que han prometido.
ResponderEliminarEstá a nuestro servicio.
han olvidado que estan ahí porque nosotros les pagamos...yo diría que nos expolian...
ResponderEliminarLa plataforma, demasiada paciencia ha tenido y ahora les tratan de nazis, es vergonzoso...va a haber una explosión si la cosa sigue asi
besos
Ayer estaba escuchando viejas canciones y concretamente una de Serrat de hace unos 30 años titulada:
ResponderEliminar"A quien corresponda"
"... SUPLICA
Se sirva tomar medidas
y llamar al orden a esos chapuceros
que lo dejan todo perdido
en nombre del personal.
Pero hágalo urgentemente
para que no sean necesarios
más héroes ni más milagros
pa' adecentar el local.
No hay otro tiempo que el que no ha "tocao",
acláreles quién manda y quién es el "mandao".
Eso... en democracia ¿quién manda y quién es el mandado?
Quien no escucha al pueblo, juega con fuego...
Pero los malos le han dado un giro a la protesta y eso no es bueno ni para la plataforma ni para los desahuciados; publicidad negativa que incluso a pié de calle hay que explicar.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que además había que añadir a los banqueros, que no se vayan de rositas, ellos también son culpables.
ResponderEliminarUn beso
Ya sabes lo que es la manipulación a través del lenguaje, ahora invierten los hechos con palabras hueras, las víctimas son fascistas y los judíos, los banqueros..No creo que sea violencia expresar de forma pacífica nuestra total disconformidad con lo que está sucediendo..Es quizás el penúltimo escalón que queda.
ResponderEliminarUn saludo
La sociedad, en su gran mayoría, ha delegado sus deberes y responsabilidades, y ha dejado en manos de personas interesadas en todo menos el bien común la toma de las decisiones importantes,
ResponderEliminarBasta ya de quejarnos... (pasemos a la acción)
Si, como los escraches son molestos los denostan, curiosamente los principales partidos, del Gobierno y la oposición, que maravilla!!!
ResponderEliminarBesos y salud
Que la gente se quede en la calle no importa, no. Que incordien a unos cuantos en la puerta de la casa, sí.
ResponderEliminarSon unos desvergonzados sin escrúpulos.
Beso, Esi
Perdona la burrada, pero a esos que deshaucian a familias que han quedado en la miseria más absouta, yo les metía un barreno del 25 entre los huevos. Hijosdeputa.
ResponderEliminarUn beso
ahora sí que me volví a perder, creo que tu entrada es dirigida sólo a europeos, porque existen muchos términos que son muy ajenos a mi mundo sub americano
ResponderEliminarrecuerdo los '90 argentinos, siniestra década.
ResponderEliminarte abrazo y los abrazo, a todos.
qué invento tan extraño el dinero...
ResponderEliminarLas reglas se aplican para los más débiles y desamparados. Los poderosos siguen lucrando, siguen violando tratados, siguen empañando lo bueno de este sistema.
ResponderEliminarAlguna vez va a terminar y no será en forma desapercibida...
En el argumento que dan esta la soga que hace que pierdan la razón los presuntos acosados. Se violenta la intimidad dicen, es antidemocrático escrachear la vida privada, ya que estan en "su" casa. Y ese es un ambito en el que no se debe molestar. Estoy de acuerdo, por eso los deshaucios a destajo son un superescrache elevado a la enésima potencia. Un abrazo
ResponderEliminares difícil, muy difícil...
ResponderEliminarNunca entendí porque la gente que decide suicidarse porque va a ser expulsada de su casa no la incendia, no deja una bomba o lo que sea. Porque una vez muerta, el banco seguirá siendo dueño del inmueble, y no se habrá ganado nada. En cambio si destruyes la casa que van a sacarte, el que pierde es, también y por suerte, el banco...
ResponderEliminarPero imagino que la gente en dicha situación no pensará en eso llegado el momento...
Saludos
J.
Somos demasiado pacíficos, estamos todavía domesticados por el engaño de que esto es un bache y que volveremos a la época de las vacas gordas.
ResponderEliminarPero no, ya nada volverá a ser como antes. La distancia entre los que lo tienen todo y los que nada tienen será pronto un abismo.
La PAH ha despertado muchas conciencias, pero ¿para cuando una revolución auténtica? Somos más, si nos organizamos y unimos, empezarán a respetarnos.
Un beso, me pongo al día y te voy leyendo a ratos.