La honda palpitación de la vieja película obvió el trayecto que recorrió mi personaje hasta concretar la elipsis que traspasa la imagen desfigurada de dar limosna sobre el premio del rechazo. No lo sé, tal vez el plano contrapicado de tu facundia veleidosa se desenvolvió con naturalidad frente a la secuencia más oportuna de los momentos finales: la habitación desordenada tras nuestra última fiesta o las escaleras mecánicas por las que te perdías en el aeropuerto. Me centré en ver lo de fuera desde dentro, sin embargo, en el cambio de contracampo y atenta a tu mirada, solo distinguiste una piel suave y una joven radiante de corteza satinada envuelta en la humedad de la intemperie nocturna. En los planos enteros, tu cabeza alocada se abalanzaba tardemente como una tortuga por las caderas salientes hasta que tú, aire, quedabas por arriba del escenario. Y entre las superficies detalladas, atrás quedó el encuadre de tu cuerpo desalando la carne blanda de la fruta fresca que conservabas en la araña del techo con poca luz hasta el fundido negro o cierre.
Soñad, imaginad que esta plaza va a ser nuestra hasta el fin de los días.
Martha Asunción Alonso
El encuadre está vivo, la cámara late y el objetivo disloca la realidad en sus miles de ocelos. La mujer, sabe lo que hace.
ResponderEliminarBss
Como en tantas otras ocasiones, lo importante está fuera de plano...
ResponderEliminarBonito storyboard, para disfrutar dibujándolo. Desde la altura de las escaleras mecánicas que me alejan de tu contraplano de obsidiana radiante.
ResponderEliminarFundiéndome a beso caído en 360º bajo el pulso firme de tu intemperie noctámbula...arañando el filo de tu cadera con el aliento que me queda tras un nudo corredizo en la garganta y un suelo movedizo de fianza.
Mirando el centro de la escena, nos perdemos los detalles.
ResponderEliminarEn la vida es igual.
Un abrazo.
Cuando les conté tu entrada a los gamusinos, al concluir, salieron alborozados al galope a celebrarla...
ResponderEliminarBesos y salud
Los recuerdos a veces no hacen más que ser ellos mismos, ser recuerdos.
ResponderEliminarSaludos
J.
A la señora o señorita Martha Asunción recordarle que no es necesario soñarlo.La plaza es nuestra, de todos. Siempre lo fué.Otra cosa es que intenten arrebatárnosla. Pero muy despierto le digo que no lo vamos a consentir.
ResponderEliminarEn mi opinión la mujer rodando ha invertido los términos. Y va por muy mal camino. Convertir su vida en una sucesión de momentos filmados con alusión a Triffaut y la piel suave no la llevará a buen puerto.
Si la conoces trasmítela que el proceso es el inverso. Uno se nutre y bebe de la vida y luego rueda. Y es ahí donde se plasma lo vivido y otros se emocionarán viéndolo.Resumiendo que fue antes la vida que las películas. En realidad no es que la vida sea como una películas, sino las películas un reflejo de la vida. A no ser que se emplee más tiempo en ver películas que en vivir. Y ese creo que es el problema que debe solucionar la señora que rueda.
Esi me ha encantado este texto por razones obvias. Extraordinario,maravilloso. Un fuerte abrazo
Que en la elipsis, no perdamos algo trascendente. Que no. Un abrazo.
ResponderEliminarMil imágenes siempre nos traen la contemplación de las cosas, pero nadie las cuenta como tú.
ResponderEliminarUn beso
hay que dejarse invadir por eso que nos hace sentir y soñar más, es barato y alimenta...
ResponderEliminarbesos
lo sentí, aunque no sé como explicarlo, las palabras golpean contra mis ojos, haciendo girar mis recuerdos, lo he sentido, en mñas de una ocación, lo he vivido sin haberle puesto sentido a lo vivido, sin haberlo pensado o meditado, trato de recordarlo, leyéndote una y otra vez, tratando de descifrar tus palabras complejas, que siguen haciendo mella en mi corteza cerebral que no logra soltar fecha, ni lugar, la oscuridad de la mente es tan cruel, lo he vivido no ha sido una película vieja, donde al final su piel morena de una sola noche de entrega me dice que fue más que real, mientras simplemente daba la espalda para continuar mi camino, ella quizás me siguió con la mirada y yo sin darme que podría ser para siempre sumido en una estúpida y continua ignorancia, ver las cosas desde el otro lado del espejo es imposible, hasta que ella alguien y te aclara la imagen con sus palabras
ResponderEliminarGracias por tu comentario en mi blog con eso del libro.
ResponderEliminarEstoy viendo a ver cómo hago un enlace desde el blog.
No tengo ni idea,jeje.
...
En cuanto a este post,esta noche apenas he dormido.
Abrazos.
A mi me vale con esta frase Elli: "la imagen desfigurada de dar limosna sobre el premio del rechazo."
ResponderEliminarY verlo todo desde un punto tan lejano como un patio de butacas.
Un beso
A mi me gusta ver tus adentros desde fuera...
ResponderEliminarver lo que está más allá del foco, hasta la plaza, que siempre será nuestra.
ResponderEliminarsos un film de david lynch, mulholland drive, por ejemplo...
abrazo, amiga*
los focos estan muy bajos y ciegan mis ojos
ResponderEliminarVisiones... desde dentro o desde fuera, pueden ser tan diferentes!
ResponderEliminarBesos abisales
Es difícil adentrarse en los pormenores de esta rodaje, cuando el guión completo solo lo tiene el director.
ResponderEliminarPero como siempre, me quedo con la belleza de los planos, la habilidad de las secuencias y la espectacularidad de las "noches americanas".
Muy "nouvelle vague".
Un abrazo.
Perspectivas. Estira el brazo y levanta un dedo, ahora cierra un ojo y mira qué ves detrás. Luego el otro. Pues imagina con los mundos interiores.
ResponderEliminarUn beso
facundia veleidosa siempre es lo que hay en tus escritos... jeje .. besos.
ResponderEliminarY ahora vas de guionista? Vaya, Esi querida, siempre me sorprendes con tus vericuetos tan originalmente encuadrados.
ResponderEliminarUn beso, linda
Me gusta apreciar tu blog sintiéndolo desde dentro para contemplar lo que hay afuera. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Hola, que pases un lindo fin de semana, un gusto visitar tu lindo blog, te invito cordialmente a que visites el Blog de Boris Estebitan y leas un escrito mio titulado “El corazón extraviado”, saludos :)
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