Participando de ambas, el tintín de la desdicha y la satisfacción arreglan los últimos años de su propio rapto idealista, dando cuenta de los días consumidos ante sus ojos. Sus 93 años equivalen a dejadez de todo lo que sobreviene alrededor de sus alas hasta cortarlas, añadiendo dificultades al plazo de vencimiento. Sin apartarse de sus costumbres, todos los días son días contados. Repite los mismos pasos en sus etapas de avance donde su casa y su calle comprenden el coto de su vida. Cansada, los momentos se agotan poco a poco pero no consigue tragarse el más absurdo de los disparates, auxilio de su razón. Aunque aún cuida con mucho miramiento, el atrevimiento para afrontar retos con los que paladear la calidad de todo lo que alimenta el corazón. Singular espacio de inquietud y fresco entusiasmo con el que rompe la cadena de hábitos dependientes. Admite toda clase de visitas, solo que somos pocos los que encontramos un intermedio para acordarnos de ella y saludarle."Y no sospechará que hubo una tarde en la que fue dictándome un poema"*.
* Víctor Botas
Hay dilatadas vidas que son un poema en si mismas.
ResponderEliminarVisitas, pocas pero de calidad. Llegada una edad uno quiere ser uno mismo, sin fingimientos ni buenas caras al mal tiempo.
Hermoso texto.
Muy bien definida lo que dan de sí 93 años. Es un espejo en el que bien podemos mirarnos. Suerte si aún a la calle se puede salir a tomar contacto con el exterior.
ResponderEliminarUn abrazo.
cuantos olvidos propiciamos
ResponderEliminarCon el merito que tiene haber llegado a esa edad :)
ResponderEliminarBesos y salud
Mi papá anda por esa cifra. También reclama su derecho a protestar, pero yo le reclamo el mío de no tener que aguantar caprichos o la sinrazón de no esforzarse en la medida que pueda: la calidad de vida depende también de la forma en la que no nos dejemos caer.
ResponderEliminarQué ternura inspira una personita así, qué bonito Esi.
ResponderEliminarFeliz Año !!!! Muchos besos
el papel de los mayores le hemos ido diluyendo
ResponderEliminarNoventa y tres son casi un siglo. Un siglo de cariños es toda una eternidad. Es una suerte si está con quien quiere o quiénes la queréis.
Un beso
· LMA · & · CR ·
Cuantos días vividos, cuantas historias para narrar a los que tiene cerca, y cuanto amor repartido.
ResponderEliminarPrecioso Esi.
Un beso.
Con el tiempo se nos mueren las ganas, se oxida el alma y matamos los recuerdos que nos pesan incluso puede que el tiempo nos los robe...
ResponderEliminarUn placer la visita
Gracias y besos a partes iguales
MÁS QUE UNA EXISTENCIA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Un retrato, pinceladas sueltas pero profundas que anidan en quienes vemos esa realidad muy de cerca. (en este momento voy a visitar a mi mamá de 99 años....).
ResponderEliminarCuanto equilibrio, aceptación y conocimiento de uno mismo, nos requiere la vida a cada paso.
Querida Elivenia, visitarte es irse con el alma llena de sensaciones y pensamientos para decantar.
Te deseo lo mejor y un buen domingo. No seguimos viendo....
besos
En esto consiste la vida de muchos: en hacer cariño e inspirar otros poemas. Como el tuyo.
ResponderEliminarDesdicha disfrazada de entusiasmo para no asustar a las visitas...
Una de 85 y otra de 93 visito en sus días contados.
Un abrazo, Esil.
ALAS BUENAS casi noches, Esi!!! Tuve la gran suerte de conocer a mis cuatro abuelos hasta que fueron bastante mayores, los cuatro. Y, según vi con mis propios ojos, el amor sentido hasta la médula, la ilusión por las cosas (aunque vayan cambiando de matiz con los años) y esa mirada sabia pero alegre (aunque tenga cataratas), es perfectamente real a pesar de los años. En resumen, que me ha encantado tu post, ENHORABUENA!!!
ResponderEliminarHala, y un besazo que te llevas de propina!!!
"Somos pocos los que nos acordamos de ella".
ResponderEliminarUna Diosa en otras épocas.
ResponderEliminarHoy por desgracia ya no es así.
Y sin embargo...soledad.
ResponderEliminarTomo buena nota. Yo que voy camino de los ochenta, quiero ser de esa manera. Quisiera algo más: ser yo el que escribiera el poema.
ResponderEliminarUn abrazo.