"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"

"¿Quién no habla de un asunto muy importante, muriendo de costumbre y llorando de oído?"
S. Choabert

sábado, 10 de enero de 2015

Gusto y voluntad


Como si se tratase de la adjudicación en la autoría de un robo, la verdadera reivindicación es la reclamación de aquello que nos pertenece, al igual que una demanda energética en invierno, dando fuerza a las normas que establecen a nuestro favor: "amar sin condiciones y libertad absoluta".

Veo la cabeza del diablo, amigos, su cuerpo entero
nunca pensé que se acercaría tanto
extraña la inocencia, como nosotros, tengo la sensación
de que estuvo lapidado mucho tiempo

T. Salamun

martes, 6 de enero de 2015

Guante suave


Como si de un cepillo para limosna se tratara, cuando nos descuidamos hasta perder la vez de un tiempo, el hueco de la noche de Reyes se rellena con un guante suave de ilusión que abre la caja de los recuerdos. Llega el agua noche donde en nuestro deseo hay un niño con gafas que duerme dichoso dentro de un pequeño cofre. El pequeño se distrae en el mismo espacio donde malversa sus bienes imaginativos, fantaseando con proyectos de cosas nuevas. La caja estrecha no tiene un apelativo concreto que atesore el alcance de lo que sobrepasa: desechar el miedo que entristece las sombras. La cerradura de plata del pequeño baúl se desliza con ilusiones que carecen de fundamento real, como el impulso de un caballo con alas y ocho patas que arrastra un carro de fuego mientras se dirige al sol. Momentos del pasado que retornan al fijar la mirada en el espejo retrovisor ya deslucido.

sábado, 3 de enero de 2015

Hacer cariño


Participando de ambas, el tintín de la desdicha y la satisfacción arreglan los últimos años de su propio rapto idealista, dando cuenta de los días consumidos ante sus ojos. Sus 93 años equivalen a dejadez de todo lo que sobreviene alrededor de sus alas hasta cortarlas, añadiendo dificultades al plazo de vencimiento. Sin apartarse de sus costumbres, todos los días son días contados. Repite los mismos pasos en sus etapas de avance donde su casa y su calle comprenden el coto de su vida. Cansada, los momentos se agotan poco a poco pero no consigue tragarse el más absurdo de los disparates, auxilio de su razón. Aunque aún cuida con mucho miramiento, el atrevimiento para afrontar retos con los que paladear la calidad de todo lo que alimenta el corazón. Singular espacio de inquietud y fresco entusiasmo con el que rompe la cadena de hábitos dependientes. Admite toda clase de visitas, solo que somos pocos los que encontramos un intermedio para acordarnos de ella y saludarle."Y no sospechará que hubo una tarde en la que fue dictándome un poema"*.

* Víctor Botas