Después de tantos meses de espera llegó la fecha del juicio demostrando su inocencia. Atendió las recomendaciones de los avezados: equivales al coste de ti misma así como a la estimación de tu organismo y ente que puede existir, sin olvidar aquello de lo que no dispones y te debería corresponder, a modo de paciencia ilustrada en el libro particular. Sin quedar completamente convencida por sus argumentos, reconoció que en ciertas ocasiones mantendrían algún seguro de la verdad. Por momentos, una dicha señera acudía sin previsión, a mover el buque con el cabrestante del astillero, acordaba alguna fe tenue y somera y, de repente cambiaba de pared el tapiz elegido, ya hecho jirones como si un tigre hubiera desgarrado la tela. Y así, después de sentir el abrazo, rebosante de besos, reparaba cada uno de los diversos valores que podía encontrar en su estado de excepcionalidad. Había días para las bromas, en las que el orgullo soplaba por las fisuras del conducta lacrimal y solo podía sorpenderle con su mejor vestido pues el intervalo era el preciso para venerar sus virtudes y cualidades, sin embargo, se dejaban ver otras eternidades donde la arcada se anunciaba por los altavoces. Entonces ella buscaba armonizar sus disgustos, a la vez que negaba llorar durante la propia elevación con alzaprima en el carro de grandes ruedas, sin caja donde apoyarse, apagando el cigarrillo y tirándolo por la ventana.
Los duelos en Paraguay son legales mientras ambos contendientes sean donadores de sangre.
Genio y figura...
ResponderEliminarBesos.
Ingenioso. El final es impecable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y quede alguna para donar.
ResponderEliminarQuién es nadie para juzgar a nadie.
ResponderEliminarTerrible.
Hay partes que siempre llevan el peso más grande.
Besos y buen fin de semana amiga.
si, seguro que servirá, lo mio fue llamar y conseguir un comprador para el negocio que me sacó 4 años de absoluta libertad, tal vez, vos llames, y conseguis sacarte esa duda que no deja que avances, una libertita facil, y mira...
ResponderEliminarquerida, el final es simplemente perfecto, no podía ser otro!
ResponderEliminarbesotes
y sí, quien juzga?
vos me entendés...
Sorprendente!
ResponderEliminar¡Un placer visitar tus letras, amiga!
Buen fin de semana!
Una dicha imprevista
ResponderEliminarcon la que acordar una fe tenue,
donde armonizar sus disgustos
en un duelo
de donantes...
Extraordinario.
Rezuma amor este manuscrito,
puesto que las grandes pasiones
no se acuerdan ni se conmemoran
en virtud,
de la desesperación desalojada...
sino más bien del imprevisto momento fugaz
en el que un angel se engalana
despojándose de su traje de plumas
y de sus penas de pana.
salud y besos suaves por su espalda...
Acaso mereció la pena la espera, sobre todo en bien de la inocencia.
ResponderEliminarNo me gustan los duelos, ni siquiera verbales, no tengo más sangre que donar.
Besos
Hemos de "suponer", aunque bien sabemos que las verdades disfrazadas son para respaldar algún beneficio y no importa quien muera.
ResponderEliminarUn beso!
"Equivales al coste e tí misma"... qué verdad más rotunda y que mal valorada por los más 'avezados'.
ResponderEliminar¿sabes? me gusta que retomes el añadir coletillas, de otros, a los pies de tus entradas-reflexiones-juegos de palabras. Me gusta ¡qué le voy a hacer! ;)
beso, niña... :)
a momentos , acá decimos a ratos, podemos levantar la cabeza y respirar libertad
ResponderEliminarlos duelos, vivmos en constante duelos y competencias , incluímos a los débiles para beneficio nuestro, somos entes administrados.
besitos y buen fin de semana
a momentos, de a ratos, algo se armoniza, tal vez...si queda sangre.
ResponderEliminarmil besos*
Siempre, después de todo, queda sangre. Siempre.
ResponderEliminarImpecable texto Esilleviana!
¡Te abrazo como siempre!
Si atendemos al género del duelo, bien podríamos solicitar como requerimiento adicional, alguna donación extra, en otro tipo de moneda.
ResponderEliminarLos duelos a ver quién escupe más lejos poco tienen de sangrientos, salvo que uno de ellos sufra de tuberculosis...
¡Un escalofrío recorre mi espina dorsal!
ResponderEliminar(http://anapedraza.blogspot.com/
"...la demanda acabaré en risas y tú te irás libre de cargos...". Horacio.
ResponderEliminarBuen relado, ESI
Feliz semana
Un abrazo
Te vas mejorando.
ResponderEliminarGracias por volver a pasar por mi blog, yo no me he ido del todo... Sigo pasando por algunos blog y aunque intento no comentar a veces me es imposible...
Seguranmente vuelva, pero todavía no es mi momento.
Ahora disfruntando con la pequeña e intentando tirar de un carro demasiado cargado para una muchacha flacucha de caderas anchas ;)
Interpreto que a esta mujer se le va juzgar por como es interiormente. ¿Por qué? Cada uno es como es, con su defectos y virtudes. Algunos se podrán mejorar, corregir, pero en esencia, uno es como es.
ResponderEliminarMiedo me daría tener que ejercer de juez en semenjante juicio :)
Bss.